Argentina, Haití y Chile son los países con menos crecimiento
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) redujo este jueves su proyección de crecimiento del PIB regional para 2023 del 1,3 % estimado el pasado diciembre a un 1,2 %, debido principalmente a “crecientes incertidumbres externas y restricciones internas”.
El organismo de Naciones Unidas, con sede en Santiago de Chile, alertó que el escenario es “complejo” porque, a las alzas en las tasas de interés a nivel mundial, “se agregaron las turbulencias financieras observadas a comienzos de marzo”, como la quiebra de distintos bancos, entre ellos el Silicon Valley Bank, en Estados Unidos.
Según la institución, la región vuelve a tener este año un espacio “limitado” para la política fiscal y “no es de esperar que se generalice todavía un ciclo de relajamiento monetario en la región”.
“La inflación en la región muestra una tendencia a la baja y, si bien se espera que podría estar próxima la conclusión del proceso de alzas de tasas de interés en varios países de la región, los efectos de la política restrictiva sobre el consumo privado y la inversión se harán sentir con más fuerza este año”, agregó en un comunicado.
Venezuela (5 %), Panamá (4,6 %) y República Dominicana (4,6 %) liderarán el crecimiento económico este año, seguidos de Paraguay (4,2 %), las islas del Caribe (3,5 %), Guatemala (3,2 %), Honduras (3 %), Costa Rica (2,7 %) y Nicaragua (2,3 %), de acuerdo al comunicado.
En el medio de la tabla se encuentran El Salvador, Uruguay, Perú Ecuador y Bolivia, todos con un crecimiento estimado del 2 %, seguidos de Cuba y México, ambos con un alza del 1,5 %.
En la cola, pero aún con cifras positivas, están Colombia (1,2 %) y Brasil (0,8 %), mientras que Chile (-0,3 %), Haití (-0,7 %) y Argentina (-2 %) son los únicos que decrecerán este año, según el organismo de Naciones Unidas.
Latinoamérica, la región más desigual del mundo y la más afectada por la pandemia, creció un 6,9 % en 2021, como rebote tras el desplome del 6,8 % registrado en 2020, la mayor recesión en 120 años.
Qué dice el Banco Mundial sobre Chile
En un contexto exterior incierto, la economía de Chile se está reajustando después de la extraordinaria expansión de 2021. El crecimiento del PIB real disminuyó a 2,4 por ciento en 2022 a medida que el consumo se normalizó en medio de una fuerte contracción de la política fiscal y monetaria.
Se espera que el reajuste económico continúe en el primer semestre de 2023, como consecuencia de una nueva caída del consumo debido a políticas contractivas, menor liquidez de los hogares y el debilitamiento del mercado laboral. La economía se recuperaría gradualmente en la segunda mitad del año concluyendo con una disminución anual del 0,7 por ciento para 2023, debido en parte a un efecto de base negativo a partir de 2022.
La inflación podría seguir elevada en el corto plazo debido a un cierto efecto inercial, pero se proyecta que converja a la meta de inflación hacia fines de 2024 como resultado de una brecha negativa en la producción y menores presiones de costos.
En medio de una inflación y estancamiento elevados, se prevé que en 2023 la pobreza (US$6,85 por día PPA) se mantenga en torno al 11,5 % y el coeficiente de Gini en 0,46, y no se espera que retomen los niveles previos a la pandemia en el mediano plazo.
Las perspectivas a mediano plazo quedarán determinadas por la capacidad de generar un crecimiento más inclusivo e impulsado por la productividad, preservando al mismo tiempo unos fundamentos macroeconómicos sólidos.