El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, aseguró hoy a la agencia cubana Prensa Latina que “no teníamos otra opción” en lo referido a Ucrania, al comentar sobre la operación especial militar desplegada por Moscú hace más de un año.   

La agencia publica una extensa «entrevista exclusiva» en la que Lavrov responde que Rusia no tenía otra alternativa después de que fueran rechazados todos los intentos de lograr un arreglo político a través, por ejemplo, de la implementación de los acuerdos de Minsk.

Además del conflicto en Ucrania, durante el diálogo el ministro comentó asuntos como el enfrentamiento a las sanciones de occidente, las relaciones con las naciones de África, Asia y América Latina, y en específico los vínculos con Cuba.

Las metas y objetivos de la operación militar especial fueron claramente definidos por el presidente ruso, Vladimir Putin, en su discurso de febrero del año pasado, y se mantienen sin cambios.

Ya no podíamos tolerar la línea de Occidente, que una vez más decidió elegir la teoría nazi y la práctica nazi para declarar la guerra, esta vez una guerra híbrida contra la Federación de Rusia.

La guerra está siendo librada por militares ucranianos por orden del régimen de Kiev. Pero como dicen los propios líderes ucranianos, si no hay un suministro continuo de más y más armas ofensivas a Ucrania, entonces Ucrania perderá.

Esta es una confesión muy característica. Significa solo una cosa, que Occidente es un participante directo en este conflicto.

También con el fin de crear amenazas directas a la seguridad de la Federación de Rusia con la creación bases militares y otras infraestructuras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Ucrania.

No teníamos otra opción. Después de que todos nuestros intentos de lograr un arreglo político a través de la implementación de los acuerdos de Minsk, y luego, en diciembre de 2021, mediante la negociación de un acuerdo con los Estados Unidos y con la OTAN sobre garantías mutuas, equivalentes a la seguridad indivisible, fueron rechazados.

Por tanto, creo que todos aquellos que están más o menos interesados en lo que está pasando y que son más o menos objetivos, entienden perfectamente lo que está en juego. Y en nuestro caso, no tenemos nada que ocultar.

Luchamos por las condiciones de seguridad para nuestro país, que durante los últimos 30 años han sido consistentemente destruidas por Occidente, principalmente por los Estados Unidos, que ignoró todos los tratados en el campo de la estabilidad estratégica.