«El Gobierno da por cerrado este capítulo», dijo el ministro de Justicia, Luis Cordero Vega, luego de que el Tribunal Constitucional (TC) rechazase este lunes los requerimientos interpuestos por senadores de la oposición contra siete de los 13 indultos otorgados el pasado diciembre por el Presidente Gabriel Boric, que beneficiaron en su mayoría a condenados por delitos cometidos en el estallido social de 2019y que desembocaron en una crisis política sin parangón para el actual Ejecutivo. 

En una rueda de prensa, Cordero reflexionó que «de lo que ha sucedido hay múltiples lecciones», siendo una de ellas que el carácter unipersonal del indulto presidencial es «un error del sistema institucional chileno». 

«Sostener la potestad de indulto en una persona como decisión unipersonal es probablemente una tensión del sistema institucional muy grande», recalcó. 

Sin perjuicio de ello, Cordero aseguró que «la ciudadanía debe estar tranquila», pues el pronunciamiento del TC «demuestra que el ejercicio de la potestad constitucional se ha ejercido ajustada a la Constitución y a la ley» y «que es responsabilidad del Estado -dado el tipo de indulto que se dio- mantener la vigilancia y el cumplimiento de las condiciones, a través de los centros de reinserción social de Gendarmería, respecto de aquellas personas que fueron indultadas».

«Ningún Gobierno, desde el retorno a la democracia, ha ejercido la potestad de indulto sin conflictos públicos (…) Cada administración ha tenido problemas en torno a esto», recordó el ministro. 

Los indultos de Boric fueron anunciados el 30 de diciembre -como recuerda Cooperativa- y desataron severas críticas de la oposición, detonando una crisis política que le costó el cargo a la ex ministra de Justicia y Derechos Humanos Marcela Ríos, siendo reemplazada por Luis Cordero; y a uno de los principales asesores de Boric Matías Meza-Lopehandía.

Un grupo de parlamentarios de Chile Vamos y el partido en formación Demócratas agumentó que estos beneficios presidenciales «no respetan la ley ni la igualdad del resto de personas condenadas» por hechos similares.

Esta es la primera vez en la historia que el TC revisa indultos presidenciales, en unas impugnaciones que afectaban a los beneficios del ex frentista Jorge Mateluna, condenado por el asalto a un banco en 2013 -crimen que él ha sostenido que no cometió-; Luis Castillo, condenado por delitos cometidos durante el estallido social de 2019, pero con un prontuario policial previo a estas protestas; y otros cinco hombres sentenciados en el contexto de las manifestaciones del viernes 18 de octubre de 2019 y que se extendieron hasta marzo de 2020.

Cinco de los ocho ministros del tribunal votaron en contra de los requerimientos de inconstitucionalidad en los casos de Mateluna, Castillo y Jordano Santander, condenado a siete años de cárcel por atacar a un funcionario de la PDI. (Rechazaron la presidenta Yáñez, Nelson Pozo, María Pía Silva, Rodrigo Pica y Daniela Marzi. En tanto, y abogaron por acoger estos recursos Cristián Letelier, José Vásquez y Miguel Ángel Fernández.

Mientras, en los casos referidos a Bastián Campos, Claudio Romero, Felipe Santana y Brandon Rojasseis ministros estuvieron por rechazar las impugnaciones -Yáñez, Pozo, Silva, Fernández, Pica y Marzi- y sólo dos por aprobarlas -Letelier y Vásquez-.

«El tribunal concluye que los decretos (de indultos) se ajustan a la Constitución y mantienen plena vigencia en todos sus efectos», sostuvo Pica a la salida del pleno.

Letelier, por su parte, arguyó que «hay un valor constitucional muy importante, que es el que la población tiene que sentirse protegida por las autoridades. En ese sentido, creo yo que los decretos supremos que otorgaron indultos carecen de legitimidad absoluta desde el punto de vista constitucional».