El comandante de las Fuerzas Terrestres del Ejército de Ucrania, Oleksander Sirskii, visitó la ciudad de Bajmut, en el este del país, y ha reconocido que los enfrentamientos allí han alcanzado “el nivel de tensión más alto”.

“El enemigo ha lanzado a la batalla las fuerzas adicionales del Grupo Wagner (mercenarios manejado por el presidente ruso Vladimir Putin). Nuestros soldados están defendiendo valientemente sus posiciones en el norte de Bajmut, tratando de evitar el cerco a la ciudad”, añadió Sirskii.

Oleksander Sirskii

El Grupo Wagner (en ruso Gruppa Vagnera), es en el fondo un ejército privado de facto de Putin que en la vida real no existe o no debería existir y lo que hay sería «totalmente ilegal» debido a que en Rusia está no está permitida la contratación de servicios militares y es por eso que legalmente Wagner no existe. Este grupo está más vinculado a la extrema derecha o al neonazismo.

El grupo obtuvo reconocimiento internacional durante la Guerra del Dombás en Ucrania, entre 2014 y 2015, donde asistieron a las fuerzas separatistas de las auto declaradas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk Sus contratistas han sido, aparentemente, parte de varios conflictos alrededor de mundo; incluyendo las guerras civiles de Siria, Libia, Centroáfrica y a menudo luchando junto a las fuerzas simpatizantes al gobierno ruso. Pese a ser bien recibido por algunas facciones aliadas, como los gobiernos de Siria y Centroáfrica, los agentes de Wagner han sido acusados de cometer crímenes de guerra en las áreas en que son desplegados.​ Estas acusaciones incluyen violaciones y saqueos contra la población civil,​ y tortura a presuntos desertores.​

El grupo es propiedad de, o financiado por Yevegueni Prigozhin, empresario ruso con estrechos vínculos hacia Putin, que, en septiembre de 2022 —y tras negar por varios años cualquier relación con el grupo—, admitió haber «fundado» la organización paramilitar.​ Se ha especulado que el Grupo Wagner es usado por el gobierno ruso para permitir una «negación plausible» en ciertos conflictos, y para ocultar al público el número de bajas y costo financiero de las intervenciones externas de Rusia.​

El Ministerio de Defensa de Ucrania ha confirmado en su canal oficial de Telegram la más que simbólica visita de Sirskii a Bajmut, a la par que ha aprovechado para poner en valor el desempeño de las tropas ucranianas en la ciudad, asediada por Rusia desde hace semanas.

“Nuestra resistencia en esta cabeza de puente se ha prolongado durante varios meses. Durante todo este tiempo, los intentos del enemigo de capturar la ciudad fueron derrotados por la firmeza de nuestros soldados”, ha añadido la cartera de Defensa, que ha incidido en los enormes daños infligidos en la parte rusa.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha encabezado este mismo lunes una reunión con altos mandos del Ejército tras la cual ha establecido continuar con las operaciones de defensa en Bajmut, uno de los principales escenarios en los que se dirime una guerra de la que se cumple ya su primer año.

Bajmut, en la región de Donetsk, es desde hace semanas escenario de intensos enfrentamientos. Para Rusia, que ha logrado recientemente significativos avances al tomar los enclaves aledaños a la localidad, la ciudad cuenta con un especial valor estratégico, pues desde allí salen gran parte de los suministros que Ucrania envía a sus tropas en el frente oriental.

En los últimos días, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksi Reznikov, llegó a asegurar que la defensa de Bajmut le estaba costando a Rusia alrededor de 500 bajas en combate diarias. Sin embargo, las cifras de víctimas de la ofensiva rusa no han podido ser verificadas de manera independiente.