El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido este jueves “garantizar el Estado de Derecho” en Perú y evitar un aumento de la tensión tras la detención del expresidente Pedro Castillo tras ser destituido por el Congreso.
El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, señaló que desde la ONU han instado a las partes involucradas a “mantener la calma”.
Tomando como fuentes Crónica Viva y La República de la prensa limeña, la asunción de Dina Boluarte como presidenta peruana hasta el 2026 obedece a una tregua con la oposición, lo que supone una traición contra el presidente destituído, el comunista Pedro Castillo.
Boluarte no dijo en su discurso inaugural que adelantaría las elecciones generalees. Subrayó, en cambio, que su gabinete incluirá a «fuerzas democrátcas». En este moento, en el escenario de una profunda crisis política en Perú, que no es actual, ni reciente, es de ya varios años, la flamante presidenta Boluarte vive una «luna de miel» que puede terminara abruptamente, dependiendo esto de la designación de sus ministros.
La Presidenta juró hasta el 2026. No mencionó adelanto de elecciones. Dijo que su gabinete incluirá a “fuerzas democráticas”. la oposición aplaude por ahora, pero la designación de sus ministros puede determinar el tiempo que dure esta luna de miel. Por la noche abrió a la Fiscalía las puertas de Palacio de Pizarro.
Boluarte, además, pidió un lapso para que su gestión luche contra la corrupción, aseguró que solicitará apoyo del Ministerio Público y la Procuraduría para escarbar sobre las instituciones corrompidas durante el mandato de Castillo. Y cuando llegó el momento de referirse a su eventual gabinete, dio otro gesto.
La tregua temporal entre Dina Baluarte y la oposición, luego de jurar como presidenta este miércoles, nadie sabe cuánto puede durar. «Mi primera invocación es convocar a la más amplia unidad de todas y todos. Nos corresponde conversar, dialogar y ponernos de acuerdo. Convoco a un amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas. Solicito una tregua política para instalar un Gobierno de unidad nacional”, siendo aplaudida por el presidente del Congreso José Williams.
“Tendremos que constituir un gabinete de todas las sangres, donde estén representadas todas las fuerzas democráticas”, planteó la nueva mandataria.

Acabado el discurso, miró hacia el palco del hemiciclo, donde se ubicaban los altos mandos de las Fuerzas Armadas, guardó silencio unos segundos, mientras los congresistas los aplaudían por no avalar el intento de golpe de Estado de Castillo y dijo: “A nuestras FF. AA. y a la Policía Nacional les digo que confíen en que el Gobierno que se inicia respetará su misión”.

La tregua
Según «La República» la asunción de Baluarte responde a una serie de acontecimientos. El 29 de noviembre, este diario adenató que la entonces vicepresidenta se había alejado del exmandatario debido a la intransigencia de éste para poner paños fríos a la gresca con el Congreso. Ella, además, no había firmado las actas del Consejo de ministros que aprobaron plantear una cuestión de confianza por la Ley de referéndum y la que interpretaba que el Congreso le había negado la investidura al gabinete y que, por ende, se había gastado la primera “bala de plata”, dejando abierta la puerta para que el presidente disolviera el Parlamento. responde a una serie de acontecimientos.
Para esa fecha, Boluarte había decidido no continuar en el nuevo gabinete, el de Betssy Chávez. En su entorno afirmaron a fines de noviembre que la exministra no iba a renunciar en caso que fuera destituido Castillo. Respondieron que ella iba a proceder de acuerdo a la Constitución. Es decir a reemplazarlo.
Mientras tanto, en el Congreso, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales le daba oxígeno a Boluarte. A comienzos de este año, el plan de la oposición era inhabilitarla luego de derrocar a Castillo. Pero eso cambió. El 5 de diciembre, días antes del debate de la vacancia, la Subcomisión aprobó el informe del congresista de Cambio Democrático Edgar Reymundo que recomendaba archivar la denuncia por infracción constitucional contra Boluarte por el caso Club Apurímac.

Pedro Castillo en la fiscalía de Perú.Foto: Ministerio Público / Elcomercio.pe
Boluarte, abogada de 60 años de edad, fue ministra de Inclusión Social desde la posesión de Castillo hasta el mes pasado y, a diferencia de la mayoría de los funcionarios de Castillo, no estuvo involucrada en escándalos ni sembró sospechas de corrupción. Aún así, la oposición parlamentaria la tuvo en su mira y pretendió destituirla por haber seguido figurando como presidenta de un club privado -el Apurímac, integrado por sus paisanos en Lima-, a pesar de que por ley eso es incompatible con ser ministra. Sin embargo, esta semana el Congreso archivó el caso por considerar que no hubo incompatibilidades y de paso dejó sin efecto otra denuncia que sin mayores fundamentos se le había hecho por supuesto nepotismo.
El politólogo Alonso Cárdenas le dijo a Télam que del curso de los acontecimientos se determinará si Boluarte sigue de presidenta hasta el fin del período, en 2026, o si se convocan elecciones anticipadas. «Boluarte puede hacer una mejor gestión que Castillo. Es una lástima que un presidente que llegó como esperanza de las clases populares, que parecía una de los suyos, haya resultado de la misma calaña de Alan García, Alejandro Toledo u otros expresidentes», señaló