El Comité de Seguridad que está a cargo del proyecto, integrado por funcionarios de los Departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y Defensa de Estados Unidos, afirma que Cuba es una «amenaza de contrainteligencia» para-EE UU porque la empresa estatal cubana de comunicaciones ETECSA administraría el sistema de aterrizaje de cables, por lo que La Habana podría «acceder a datos sensibles de la potencia del norte que viajen a través del nuevo segmento de cable».
Con ese pedido se pretendía en La Habana agregar un segmento conectado directamente a Estados Unidos a través de un nuevo punto de aterrizaje de cable en Cojímar, Cuba.
El vicefiscal general, Matthew Olsen, alegó que «mientras el gobierno de Cuba represente una amenaza de contrainteligencia para Estados Unidos y se asocie con otros que hacen lo mismo, los riesgos» para su infraestructura «crítica son sencillamente demasiado grandes».
«Estados Unidos apoya un internet abierto, interoperable, seguro y fiable en todo el mundo, incluida Cuba» pero «desafortunadamente, el gobierno cubano no comparte esa opinión», añadió.
El comité estima que el proyecto «presenta riesgos inaceptables para la seguridad nacional» de Estados Unidos.
«El Gobierno de Cuba ha representado durante mucho tiempo una importante amenaza de contrainteligencia para Estados Unidos en virtud de su espionaje y otras actividades», advierte el comunicado del comité.
Además «el riesgo de acceso no se limita al tráfico estadounidense con destino a Cuba» sino que podría afectar a otros lugares porque ETECSA podría «desviar» o «redirigir» comunicaciones.
«Estos riesgos se ven exacerbados por las relaciones del gobierno cubano con otros adversarios extranjeros», afirma el departamento de Justicia, que cita a China y Rusia, con quienes estima que La Habana podría compartir información.
La reacción del régimen
Los sistemas de cable de fibra óptica submarinos son esenciales para la seguridad nacional y transportan la mayor parte del tráfico mundial de internet, llamadas de voz y datos entre continentes.
«La absurda y deshonesta designación de #Cuba como Estado patrocinador del terrorismo sigue siendo pretexto para causar daño al pueblo cubano. Así lo demuestra recomendación de Comisión Federal de Comunicaciones Rodríguez en su cuenta de Twitter.
La administración de Donlad Trump reincluyó en 2021 a Cuba esa lista negra, sin que su sucesor Joe Biden haya dado marcha atrás.
Tras las históricas protestas del 11 de julio de 2021, Biden anunció que su gobierno estudiaba la manera de dar conectividad a los cubanos.
«Esta es la manera en que el gobierno de EEUU se supone que cumpla con su declarado compromiso de promover el uso de Internet en #Cuba», cuestionó este jueves, por su parte, el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossío.
Es la manera «de expresar en la práctica su declarada preocupación por el bienestar de pueblo cubano, al que castiga despiadadamente con el bloqueo económico», puntualizó.
El acceso al internet móvil llegó a Cuba en 2018, convirtiéndose en una herramienta para que los ciudadanos se expresen con mayor libertad.
Sin embargo, en momentos de tensión la dictadura cubana han limitado o interrumpido el acceso a internet.