FTX solicitó oficialmente este viernes acogerse a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. El primer reconocimiento formal de los problemas del exchange, más allá de Twitter, afecta a la matriz y a 130 filiales, incluida Alameda Research, su vehículo de inversión.
Al mismo tiempo, el hasta ahora consejero delegado, Sam Bankman-Fried, ha dimitido a su puesto, que será cubierto por John J. Ray III –un experto en restructuraciones y que trabajó en la quiebra de Enron–.
El nuevo ejecutivo ya adelantó en un comunicado, también publicado en el perfil oficial de Twitter, que la quiebra es el primer paso para reestructurar la firma. El texto señala que se espera que la mayor parte de los empleados de la compañía continúe trabajando en la firma mientras la misma sortea los pasos del Capítulo 11.
Durante la noche del jueves las autoridades de las Bahamas, donde tiene su principal sede FTX, habían congelado los activos de la empresa y de sus «entidades relacionadas», a medida que el que fuera gigante de las criptomonedas busca una solución para sus problemas de liquidez. La decisión de congelar los activos FTX ha sido considerada como la más prudente de cara a preservar los activos y estabilizar la empresa, según la Comisión de Valores de las Bahamas.
El regulador de Bahamas también ha hecho referencia directa a las denuncias contra el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, quien habría usado depósitos de los clientes en FTX para hacer inversiones con Alameda Research. «La comisión es consciente de las declaraciones públicas que sugieren que los activos de los clientes fueron mal manejados, mal administrados y/o transferidos a Alameda Research», comunicó. «Este tipo de acciones habrían sido contrarias a la gobernanza normal, sin consentimiento del cliente y potencialmente ilegales».
La decisión del regulador bahameño establece el nombramiento de un abogado como liquidador provisional representa un paso inicial para evaluar si una empresa debe ser liquidada. La firma tiene que cubrir un agujero de al menos 8.000 millones de dólares (cifras del martes que, con toda probabilidad, serán superiores) ante la total desconfianza del mercado y con sospechas de fraude sobre Bankman-Fried.
El aún CEO de la plataforma, por su parte, ha anunciado el cierre de Alameda Research, firma de inversiones que está en el núcleo de sus distintos negocios. Su mensaje en Twitter tampoco conformó del todo a los inversores, ya que afirmaba que esto sucedería “de una forma u otra”, pero sin más precisiones. Un poco antes, había utilizado la red social con un mensaje más directo: «La he jodido».