El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, admitió este martes que el Partido Demócrata se enfrenta a un resultado “muy ajustado” en las elecciones en todo el país, las también llamadas elecciones de medio tiempo, aunque mantiene la confianza en la victoria..
“En todo el país los resultados serán muv ajustados, declaró mientras sufragaba esta mañana. Pero a fin de cuentas los estadounidenses van a querer asegurarse de que tienen a alguien de su parte, y no algunos intereses poderosos”, dijo, en referencia al Partido Republicano.
Remarcó que se refería principalmente a las votaciones en Pensilvania y Georgia, los dos estados donde los pronósticos son más incierto, es donde una derrota de los demócratas podría costarles la mayoría en el Congreso y el Senado.
Debido a los comicios, las acciones de Wall Street abrieron mixtas este martes temprano, en medio de la expectativa por los resultados de las elecciones estadounidenses.
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Aproximadamente 20 minutos después el promedio industrial Dow Jones subió un 0,5 por ciento, el S&P 500 de base amplia subió un 0,1 por ciento, mientras que el índice compuesto Nasdaq rico en tecnología cayó menos del 0,1 por ciento.
El dólar recuperó algunas de sus pérdidas recientes frente al euro, mientras que el petróleo siguió lastrado por las expectativas de una demanda china más débil.
Los mercados bursátiles europeos, con la excepción de Londres, registraron leves ganancias; en Asia las bolsas de Hong Kong y Shanghái cerraron negativas y Tokio positiva.
Este martes también habrá elecciones a gobernador en 36 estados más 3 territorios. En 31 de estas contiendas los actuales gobernadores están buscando la reelección.
La lucha entre Biden y Trump
El ex presidente Donald Trump (2017-2021) votó este martes en Palm Beach (Florida) rodeado de simpatizantes y periodistas y sin dar pistas sobre el anuncio “importante” que hará el 15 de noviembre y que se cree que puede ser su decisión de ser candidato a la Casa Blanca en 2024.
El ex mandatario republicano sí confirmó que votó por el gobernador de Florida Ron DeSantis, a quien había criticado en los últimos días, para su reelección como gobernador.
“Sí, lo hice”, dijo a los periodistas al salir del centro de votación.
Las encuestas indican que el Partido Republicano puede tener un triunfo resonante y que Florida puede dejar de ser un estado “bisagra” sin un patrón de voto fijo para convertirse en un bastión conservador.
El otro cargo en juego más importante en estas elecciones para Florida es el del republicano Marco Rubio en el Senado, que también parece estar asegurado, según las encuestas, que le dan una ventaja de unos siete puntos sobre la demócrata Val Demings.
Cumbre del clima y las elecciones estadounidenses
Las elecciones de mitad de mandato fueron tema de debate durante la cumbre climática COP27 de la ONU, que comenzó este lunes en Egipto.
Ante los temores de los activistas de una posible revisión de los compromisos climáticos de EE UU en caso de victoria republicana, John Kerry, enviado climático de EE UU en la COP27, dijo que el presidente Biden se apegará a sus esfuerzos para desarrollar una economía más verde independientemente del resultado de hoy.
Kerry dijo que la administración espera un resultado favorable en las elecciones. No obstante, agregó, incluso en caso de derrota demócrata, que “el presidente Biden está más decidido que nunca a continuar con lo que estamos haciendo, lo que no puede ser cambiado por nadie más que venga”, agregó. “El mercado ha tomado la decisión de hacer lo que tenemos que hacer para responder a la crisis climática”.
Donald Trump sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París de 2015. Biden hizo que Estados Unidos volviera al pacto y viajará a la actual COP27.
Un alto costo de las elecciones
Estas elecciones de medio término ya son las más costosas de la historia. El gasto superó los USD 16.700 millones entre los candidatos federales y locales, unos USD 2.000 millones más que en las elecciones intermedias de 2018. Los candidatos federales han gastado más de 8.900 millones de dólares, mientras que los candidatos estatales, los comités de partidos y los comités de medidas electorales han gastado 7.800 millones de dólares, según OpenSecrets, que realiza un seguimiento de los gastos de campaña.
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El acceso a la interrupción del embarazo es tema de gran debate en el país, y dependiendo de los resultados de estos comicios la situación podría modificarse en varios estados
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Desde que la Corte Suprema de Justicia revirtió el fallo de Roe v. Wade (que sentó las bases por casi 50 años para que el aborto fuera legal en todo el país), haciendo que la decisión sobre este tema recayera sobre los estados, en un cuarto del país el aborto se volvió ilegal y en ocho estados el tema está en un limbo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a la ciudadanía que vote para “hacer la diferencia” en las elecciones de medio término de este martes.
“Vayan a votar. Ustedes pueden marcar la diferencia en esta elección”, escribió en Twitter.
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Los republicanos vaticinan una victoria abrumadora mientras los desesperados demócratas tratarán de defender sus estrechas mayorías en el Congreso
¿Ganan los republicanos?
Los republicanos vaticinan una victoria abrumadora mientras los desesperados demócratas tratarán de defender sus estrechas mayorías en el Congreso, ante el visible descontento general en torno a la economía, la delincuencia y la desastrosa gestión del presidente Joe Biden, unido al debate sobre su capacidad real en la Casa Blanca.
La única esperanza que albergan la izquierda y la extrema izquierda es una supuesta reacción contra la decisión de la Corte Suprema de entregar las decisiones sobre el aborto a los poderes en cada estado, un tema que no aperece en ninguno de los sondeos como prioridad para los estadounidenses y que la prensa liberal siempre ha tergiversado como que el Supremo anuló el derecho al aborto.
Biden estuvo más de un año intentando pasar su proyecto de ley de inversiones sociales que quedó estancado, sin el apoyo de varios demócratas moderados y, por supuesto, la oposición republicana.
Biden solo pudo lograr la Ley de Infraestructura de 1,2 billones de dólares y la llamada Ley de Reducción de Inflación, que hará todo lo contrario a lo que indica su nombre y que fue denominado así para estar a tono con la cruda realidad que sufren los estadounidenses, pero no como una solución a los problemas reales en la actualidad.
La ley destina cuantiosos fondos para impulsar la industria de vehículos eléctricos mediante grandes subsidios que pagan los contribuyentes: 350.000 millones de dólares. Esas subvenciones son ahora la gran disputa entre la Unión Europea y EEUU.
Europa acusa a Biden de atentar contra las normas del comercio internacional al ofrecer una [extraordinaria ayuda financiera] que pone en gran desventaja la fabricación en Europa de vehículos eléctricos. Entre las razones del diferendo está la de otorgar un crédito fiscal de hasta 7.500 dólares a quienes compran un vehículo eléctrico fabricado en EEUU.
En el centro del actual ambiente político, los republicanos incursionan ahora en baluartes demócratas como Nueva York, California, Nuevo México y el estado de Washington. Aun así, las contiendas más llamativas son las de Arizona, Georgia, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin, que podrían también decidir la elección presidencial del 2024.
Con muchas dudas e incertidumbre, los medios de izquierda y el gobierno emprendieron desde hace varias semanas una campaña que realza el voto demócrata y anuncia como reñidas pugnas electorales que se saben favorables al bando republicano, según casi todas las encuestas en el país.
Tambien afirman que los conteos de votos prolongados podrían tardar días o semanas antes de que se conozcan los resultados definitivos, algo que no ocurrió durante el gobierno de Barack Husseim Obama, con mucha menos tecnología que ahora. Esto vuelve a sembrar serias dudas sobre la transparencia electoral en el país.
¿Ganan los republicanos?
Los republicanos vaticinan una victoria abrumadora mientras los desesperados demócratas tratarán de defender sus estrechas mayorías en el Congreso, ante el visible descontento general en torno a la economía, la delincuencia y la desastrosa gestión del presidente Joe Biden, unido al debate sobre su capacidad real en la Casa Blanca.
La única esperanza que albergan la izquierda y la extrema izquierda es una supuesta reacción contra la decisión de la Corte Suprema de entregar las decisiones sobre el aborto a los poderes en cada estado, un tema que no aperece en ninguno de los sondeos como prioridad para los estadounidenses y que la prensa liberal siempre ha tergiversado como que el Supremo anuló el derecho al aborto.
Biden estuvo más de un año intentando pasar su proyecto de ley de inversiones sociales que quedó estancado, sin el apoyo de varios demócratas moderados y, por supuesto, la oposición republicana.
Biden solo pudo lograr la Ley de Infraestructura de 1,2 billones de dólares y la llamada Ley de Reducción de Inflación, que hará todo lo contrario a lo que indica su nombre y que fue denominado así para estar a tono con la cruda realidad que sufren los estadounidenses, pero no como una solución a los problemas reales en la actualidad.
La ley destina cuantiosos fondos para impulsar la industria de vehículos eléctricos mediante grandes subsidios que pagan los contribuyentes: 350.000 millones de dólares. Esas subvenciones son ahora la gran disputa entre la Unión Europea y EEUU.
Europa acusa a Biden de atentar contra las normas del comercio internacional al ofrecer una [extraordinaria ayuda financiera] que pone en gran desventaja la fabricación en Europa de vehículos eléctricos. Entre las razones del diferendo está la de otorgar un crédito fiscal de hasta 7.500 dólares a quienes compran un vehículo eléctrico fabricado en EEUU.
En el centro del actual ambiente político, los republicanos incursionan ahora en baluartes demócratas como Nueva York, California, Nuevo México y el estado de Washington. Aun así, las contiendas más llamativas son las de Arizona, Georgia, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin, que podrían también decidir la elección presidencial del 2024.
Con muchas dudas e incertidumbre, los medios de izquierda y el gobierno emprendieron desde hace varias semanas una campaña que realza el voto demócrata y anuncia como reñidas pugnas electorales que se saben favorables al bando republicano, según casi todas las encuestas en el país.
Tambien afirman que los conteos de votos prolongados podrían tardar días o semanas antes de que se conozcan los resultados definitivos, algo que no ocurrió durante el gobierno de Barack Husseim Obama, con mucha menos tecnología que ahora. Esto vuelve a sembrar serias dudas sobre la transparencia electoral en el país.
El voto hispano se inclina hacia los republicanos
Los demócratas han tratado de recuperar a los hispanos luego de su pobre desempeño con ese segmento de la población en 2020. Pero hay razones para creer que este año les irá aún peor.
Ambos Partidos se han enfocado en el Valle del Río Grande en el sur de Texas, una zona de mayoría hispana donde el caos humanitario, de gastos económicos y de inseguridad provocados por la administración Biden son temas centrales.
Los republicanos calculan que sólo en esa zona, hasta ahora un baluarte demócrata, ganarán al menos tres escaños de la Cámara de Representantes.
El optimismo también reina en el bando rojo sobre sus posibilidades en el condado Miami-Dade, Florida, hogar de 1,5 millones de hispanos en edad de votar y un baluarte demócrata en los últimos 20 años. Los republicanos lograron importantes avances allí en las elecciones presidenciales pasadas. La ventaja demócrata se redujo a apenas 7 puntos frente a 29 puntos en las generales del 2016.