El exministro de Salud, Jaime Mañalich, planteó este lunes que esta semana el Gobierno del Presidente Gabriel Boric deberá (si o si) decidir si le presta una ayuda o no a las isapres, frente al complejo momento que enfrenta este sector, responsable de gran parte de la salud de los chilenos y que estaría cerca de la quiebra total y absoluta, según se ha advertido.

“Hay gente que empuja por la destrucción total del sistema isapres, con todas las consecuencias que tiene, y otra que dice ‘démosle un salvavidas mientras acomodamos las cosas’”, aseguró el exsecretario de salud, como informó este lunes el diario Pulso.

Mañalic, como también exgerente general de la Clínica Las Condes, afirmó que dentro del Ejecutivo existen “dos almas” respecto a lo que debe suceder con las isapres. “Esa es la coyuntura de la semana, ¿cuál es la decisión?”, preguntó Mañalich, quien acotó que no se puede asegurar cuál es el camino del Gobierno en esta materia.

Este es un tema super delicado porque está en juego la salud de la gran mayoría de los chilenos junto con Fonasa que también está en situación de insolvencia.

“La incertidumbre no es para las isapres, que quebraran o no, sino que es para los beneficiarios y para el ecosistema de salud pública de Chile. Estamos en una coyuntura muy difícil”, planteó el ex ministro de salud quien tendió las primeras líneas y políticas que fueron exitosas para combatir la pandemia de Covid-19.

Apuntó también que en lo que suceda con las isapres tendrá exclusiva responsabilidad el Presidente Boric y no el Ministerio de Salud o la Superintendencia de Salud.

Pero no sólo son las isapres sino también la estatal Fonasa con deudas que crecen y crecen.

“Este es un tema del corazón de la Presidencia. Si aquí ocurre algo, va a ser porque el Presidente dio una instrucción. Y si no ocurre nada, es porque no dio una instrucción”, reflexionó el exsecretario de Estado Mañalich, quien fue reemplazado durante su última gestión en el Ministerio de Salud por Enrique Paris, otro médico exitoso.

Mañalich además mostró su malestar sobre el reciente fallo de la Corte Suprema (Leer en KRADIARIO) que dejó sin efecto el alza en los planes de salud de las isapres y acusó que «el máximo tribunal colegisló en la materia».

“Aquí lo que se está haciendo es que la gente reclamó y la Corte Suprema le dio la razón y aplicó universalmente, incluso para los que no reclamaron”, apuntó.

Por otra parte, el gerente de la Clínica Dávila José Ignacio Valenzuela declaró la última semana que persisten los retrasos en los pagos de Fonasa (estatal) , y que “de no mediar alguna respuesta, estamos evaluando acciones judiciales y otras medidas que podrían llegar, incluso, a la limitación o término de los convenios” (con el Estado). Sobre las isapres, dice que “la situación también es delicada”, pero por ahora han tenido un mejor comportamiento de pago.

Valenzuela señaló que las clínicas han estado últimamente en alerta por las altas deudas que mantienen tanto el sector público como el privado, debido al retraso en los pagos. A algunos prestadores les afecta más el retraso de Fonasa, y a otros, el de las isapres, pero en Clínica Dávila el efecto es casi igual. Esto, considerando que en la clínica perteneciente a  Banmédica, “el 54% de nuestros pacientes son de Fonasa, y representan el 40% de la venta, de nuestros ingresos”, comentó Valenzuela.

La Clínica Dávila es la más grande de Chile medida en número de camas (casi 600). En este centro asistencial de 125 mil metros cuadrados ubicada en la comuna de Recoleta, se realizan 800 mil consultas al año, atienden 34 mil cirugías y 100 mil urgencias. Tiene unos 4 mil colaboradores y trabajan cerca de 900 médicos. Y si bien a simple vista todo ha seguido funcionando normal, la administración en los meses recientes ha tenido que lidiar con el retraso en los pagos de isapres y Fonasa.

Valenzuela dijo que “la deuda de Fonasa ha seguido creciendo y se vuelve insostenible para nosotros.

La deuda con las isapres, que antes era más o menos de entre $20 mil y $25 mil millones, ha llegado ahora a  más de $50 mil millones. El peak fue entre febrero y mayo de este año y ha bajado ahora a 40 mil millones.

¿Han cortado convenios con isapres?

Valenzuela declaró a La Tercera» que hoy día están todos los convenios activos, pero sí hemos tenido instancias donde hemos conversado sobre la continuidad de los convenios. Hasta ahora nos ha ido bien con las negociaciones. Hemos llegado a buenos acuerdos con las isapres y se han puesto al día en el pago de sus deudas. Pero estamos muy preocupados por la situación que tienen, sobre todo con el nuevo fallo de la Corte Suprema que pone un riesgo mayor de una eventual insolvencia de las isapres.

El endeudamiento de Fonasa partió principalmente con el Covid-19. Durante la pandemia hubo un tiempo donde nosotros pertenecimos a la red integrada de prestadores, y no estaba bien definido cuál iba a ser el mecanismo de pago que iba a tener Fonasa para este tipo de pacientes. Eso detuvo un poco ese proceso de pagos.

La deuda con Fonasa se ha duplicado  desde el año pasado y de seguir creciendo tendríamos que tomar ciertas decisiones de ajustes.

El ejecutivo de la Clínica Dávila reconoció en la entrevista con La Tercera que en Chile hace muchos años que estamos hablando de una reforma de la salud con los sistemas privados y públicos, porque sólo este último no tendría capacidad financiera para poder resolver el problema.

Valenzuela se refirió también al sistema de salud que propone la reforma del Gobierno y la constitucional diciendo que «un Fondo Único de Salud (FUS) creo que no es la mejor alternativa. Tener un plan básico, único, que pueda ser otorgado tanto por el sector público como por el sector privado, podría generar mayor competencia y mejores condiciones de libertad de elección para pacientes y afiliados. Por otro lado, un FUS genera un monopolio que puede terminar fijando condiciones como precios, plazos de pago, y por lo tanto, restringir mucho el servicio que se podría entregar.