Los peligros de los ataques a la planta nuclear de Zaporiyia en Ucrania tienen a decenas de naciones en vilo ante la posibilidad de una nueva catástrofe nuclear. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) describe la situación como «muy alarmante» y pide acceso a la zona para hacer una evaluación. Ucrania y Rusia se acusan mutuamente.
Varios bombardeos han impactado en los últimos días la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la más grande de Europa, que actualmente permanece bajo control ruso.
Según un reporte OIEA, los bombardeos del pasado 5 de agosto sobre la planta provocaron varias explosiones cerca de la pizarra eléctrica, generando un corte de energía que hizo que una unidad del reactor quedara desconectada de la red y, por tanto, que se activara su sistema de protección de emergencia, echando a andar sus generadores para garantizar el suministro eléctrico.
El OIEA ha pedido el fin inmediato de cualquier acción militar cerca de la planta, advirtiendo de un «riesgo muy real de desastre nuclear».
También hubo ataques en una estación de nitrógeno-oxígeno. Los bomberos consiguieron extinguir el incendio, pero según el OIEA sería necesario poder evaluar los daños y las reparaciones pertinentes.
«Por supuesto que estamos preocupados», le dijo a BBC News el ministro de Energía de Ucrania, Herman Halushchenko. «La situación cambió drásticamente cuando los rusos comenzaron a bombardear el área el 5 de agosto».
Por el momento no existe una amenaza inmediata para la seguridad nuclear por esos ataques, pero “esto podría cambiar en cualquier momento”, advirtió también la semana pasada Rafael Mariano Grossi, director general del OIEA.
Sin embargo, este jueves, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, aseguró que la Organización de Naciones Unidas debe garantizar la seguridad de la planta atómica justo después de reunirse con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien actualmente se encuentra de visita en la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania.
La planta nuclear de Zaporiyia está ubicada en el sureste de Ucrania y fue capturada por los rusos en los primeros días de su invasión. Entonces hubo algunos ataques y se produjo un incendio, que causó gran preocupación a nivel mundial y puso al mundo en vilo ante la posibilidad de un nuevo accidente nuclear que podría afectar a todo el continente europeo.
El fantasma de Chernobyl, también ubicada en Ucrania, ha vuelto a avivar el temor nuclear tras el riesgo potencial por la guerra en una planta que es casi dos veces más grande que la del peor accidente nuclear que ha vivido la humanidad.
El accidente nuclear de Chernóbil ocurrió el 26 de abril de 1986 en la en la central Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión Soviética, a 2,7 km de la ciudad de Prípiat, a 18 km de la ciudad de Chernóbil y a 17 km de la frontera con Bielorrusia. Es considerado el peor accidente nuclear de la historia, y junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón en 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (accidente mayor, nivel 7). Asimismo, suele ser incluido entre los grandes desastres medioambientales de la historia.
Meses después de ser tomada por los rusos, Ucrania ya había denunciado irregularidades en Zaporiyia bajo el control de los invasores, pero los recientes ataques han vuelto a hacer sonar las alarmas, mientras ambos países se acusan mutuamente de haberlos provocado.
¿Cuál es la situación actual de la planta nuclear de Zaporiyia?
Desde el OIEA advierten que la situación actual de la planta es «muy alarmante» y el propio gobierno ucraniano aseveró que la planta «se acerca a lo crítico».
La central nuclear de Zaporiyia fue construida en la década de 1980, todavía bajo el dominio de la Unión Soviética. Tiene seis reactores de agua ligera que la ubican entre las 10 plantas nucleares más potentes del mundo y provee más del 20% de toda la energía que consume Ucrania.
Tomada por los rusos en los primeros días de la guerra, la planta de Zaporiya, en la ciudad de Enerhodar, a orillas del río Dnieper, sigue siendo operada por técnicos ucranianos. Según acusaciones de Ucrania, inicialmente los rusos no permitían el relevo a los trabajadores ucranianos, que estuvieron sometidos a un gran estrés y largos turnos de trabajo sin rotación. En estos momentos no está claro cuántos de ellos siguen trabajando en el lugar, pero se estima que la operación de la planta está a cargo de más de 10.000 civiles ucranianos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin , acusó este martes a Estados Unidos y a Occidente de prolongar la guerra que él mismo inició en Ucrania a principios de este año (25 de febrero).
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski advirtió hace algunos días que los líderes mundiales se están preparando para un posible episodio nuclear de Rusia.
Aseguró el último viernes que existe la posibilidad de que Rusia ponga en marcha nuevas ofensivas con armas nucleares, químicas, o biológicas.
Estas nuevas advertencias de Zelenski sobre las intenciones nucleares del presidente ruso, Vladimir Putin, han tenido lugar en un discurso grabado para la Comunidad Europea.