«No tenemos su rostro, huella, nombre ni menos antecedentes», reconoció el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS) y de estos casos hay 120.000 ilegales que han ingresado a Chile y nadie sabe dónde están viviendo o lo que están haciendo. La mayoría se va a la delincuencia para poder subsistir con vida.
Es decir, habría casi que olvidarse de la instalación del prometido sistema de identificación biométrica de migrantes (El Presidente lo prometió en una visita a Arica), debido a su alto costo y a sus complejidades, aunque se intenta lograrlo, pero se requerirían cerca de 3.000 millones de pesos.
«El Ministerio del Interior con la Policía de Investigaciones y la Organización Internacional de Migrantes están trabajando para que, de aquí a noviembre o diciembre, podamos implementar la identificación biométrica de los migrantes que han ingresado por pasos no habilitados. Eso implica que, de lograrlo, vamos a tener por primera vez un rostro, una huella y un nombre, que nos permita identificar y tomar decisiones respecto de cada persona ilegal en Chile y hacer más fácil identificar a aquellos que tienen antecedentes penales», destacó.
El subsecretario, en nuevas declaraciones, admitió que la delincuencia de alta gama o criminalidad sería el punto de llegada o de acogida de estos migrantes ilegales pero advirtió que «no los constituyamos en un mito donde cada delincuente, de Arica a Punta Arenas, se atribuye ser parte del Tren de Aragua (organización terrorista y criminal de Venezuela). Se utiliza el nombre del Tren de Aragua, porque todos hemos contribuido a transformarlo en un mito y, por lo tanto, hoy día cualquier delincuente en Chile se atribuye ser parte del Tren de Aragua», apuntó.
«Para conocer los antecedentes penales hay que tener colaboración del país de origen, y en el caso de Venezuela (principal fuente actual de la inmigración ilegal) esa colaboración es difícil», reconoció la autoridad. Sólo podemos cruzar los datos con Interpol, pero no todos los delitos que se cometen en un país están en los registros de la Policía Internacional», explicó la autoridad.
El primer llamado a todos los actores es a que no construyamos mitos detrás de las organizaciones criminales. En el caso de las extorsiones telefónicas que se están haciendo en la Región del Biobío -que constituyen un delito que se va a perseguir- se utiliza el nombre del Tren de Aragua.
«¿Dónde están los integrantes del Tren de Aragua en Chile? En la cárcel: hay 10 personas procesadas en Tarapacá por ser parte y están en la cárcel, y hay 29 personas procesadas en la Región de Arica que están en la cárcel. Por lo tanto, aquí no hay mitos ni instituciones criminales que puedan estar al margen de la ley. Les pido no dejarse llevar por la construcción de mitos», enfatizó.
En otras palabras, parece que Chile tiene escasas posibilidades de parar o disminuir la criminalidad sin control que se registra actualmente. Más bien podría incrementarse.