Por Walter Krohne
Giorgio Jackson aún cuenta con el apoyo del Presidente Gabriel Boric a pesar de sus dichos de esta semana en contra de la generación política que los antecedió en la “gobernanza” chilena. Disculpas se han escuchado casi todos los días desde que la nueva izquierda asumió el poder en marzo pasado. Pero las excusas y explicaciones no sirven de nada si no se enmienda el rumbo.
Hoy ya se piensa que el Gobierno de Boric está integrado por dirigentes sin experiencia y con muy pocas ideas y conocimientos políticos-técnicos sólidos como para llegar a ser capaces de corregir la turbulenta caminata de ya casi 500 días y faltando un mes justo para el plebiscito constituyente de salida.
Anoche, en el primer cónclave del Presidente Boric celebrado en el Palacio del Cerro Castillo de Viña del Mar con los parlamentarios oficialistas el mandatario planteó “su anhelo” de seguir avanzando en torno a la conversión de las dos coaliciones en una sola: Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático. Pero ocurre que este “deseo” presidencial no es nada fácil de concretar debido principalmente a las diferencias políticas que salen a relucir en ambos bloques, lo que impide precisamente resolver temas realmente relevantes y claves. Ejemplos de ello pueden ser los vaivenes que se han registrado en La Moneda en torno a la nueva Constitución y que contrastan con otros surgidos en el sector democristiano que serían posibles caminos a seguir para el caso que gane el Rechazo. La idea liderada por la senadora Mónica Rincón es una de ellas.
Pero los anhelos de Boric, al parecer, no son los de Giorgio Jackson. Este vocero ha dado más problemas que soluciones al abrir su mente y hacer salir sus pensamientos «puros y buenos», según sus palabras anoche, como que “nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió».
Son palabras e ideas absolutamente inadecuadas para un momento como el actual, que es de crisis mayor. Con estas palabras no se trataba de ganar amigos sino que de encontrar enemigos profundos y duraderos, porque por ejemplo, con estas palabras se estaba criticando a una parte importante de actores de la historia de Chile.
El Socialismo Democrático se margina de inmediato tras escuchar lo que escuchó, salvo que se quiera hacer un esfuerzo “mundano” para salvar a un gobierno que ha quedado a «medio morir cantando» en sólo cinco meses.
El senador José Miguel Insulza, que es un político respetado y muy experimentado y que ha pasado por historias mucho peores que la que relatamos, le puso un punto terminal (en una entrevista en Radio Duna) a este anhelo o deseo de Boric de crear una sola coalición de las dos que tiene ahora.
“El ministro Jackson cree lo que dice y pide excusas porque tenemos que seguir gobernando», pero «no hay que seguir hablando -como lo he hecho yo- de una sola coalición,porque estoy convencido de que eso terminó de morir ayer», agregó el ex canciller.
No estuvo lejos de similares expresiones el presidente de la Cámara de Diputados Raúl Soto (PPD), quien escribió en su cuenta de Twitter que la idea de una sola coalición hay que descartarla categóricamente.
«El deber del socialismo democrático es reconstruir y modernizar la centroizquierda con una mirada de futuro, menos ideologizada y con más sentido común. Un país polarizado necesita un dique al populismo y a los extremos», explicó el parlamentario”.
Igual que los socialistas históricos, el PPD quedó caminando anoche también por el mismo lado del resto. Mientras tanto el país se desangra en el norte, en la Araucanía y en el centro, donde aquí la criminalidad ha pasado a dirigir el tránsito en las calles de las grandes ciudades y especialmente en Santiago. Gobernemos por favor!