Una serie de declaraciones, que han causado rechazo y preocupación de diversos sectores, realizó durante los últimos días el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul.

La última semana, durante una entrevista, el comunero mapuche aseguró que la forma de “vengar” la muerte de Pablo Marchant -quien también integraba la CAM y falleció el 9 de julio de 2021 durante un enfrentamiento con Carabineros en Carahue- era mediante la lucha “contra quienes nosotros consideramos responsables, que son las forestales y las fuerzas de ocupación que hoy día está en el Wallmapu”….. ¿Habló de lucha armada…..?.

En ese marco, afirmó que “ellos vienen a ser los responsables de la muerte de nuestro «peñi» (entre mapuches significa hermano, amigo, camarada), y la forma nuestra de reivindicarlo es obviamente a través del sabotaje que, como ha quedado de manifiesto en estas últimas dos semanas, sabotajes que han estado dirigidos y que tienen como objetivos acumular fuerza desde una línea estratégica”.

Días después, este lunes, el líder de la CAM volvió a señalar que “la prioridad nuestra es canalizar la violencia hacia el sabotaje”, específicamente hacia “insumos” y “maquinarias”.

Ante sus declaraciones -frente a las cuales los grandes empresarios llamaron al Gobierno a reaccionar “en forma inmediata”, aunque La Moneda sigue sin hacer nada.

Este martes el fiscal nacional, Jorge Abbott, explicó que actualmente existe una investigación vigente en contra del comunero mapuche en el marco de la Ley de Seguridad del Estado (LSE), pero que para “iniciar una nueva investigación” se requiere “una denuncia, una querella por parte del gobierno”.