La Junta de Portavoces del Congreso peruano  acordó este miércoles ampliar la agenda del Pleno para incluir la votación del dictamen que restablece la bicameralidad en el Perú. Esta decisión se llevó a cabo con la firma de los portavoces de los partidos Fuerza Popular, Acción Popular, Renovación Popular, Alianza para el Progreso y Avanza País.

Analistas indicaron que con una sola cámara es prácticamente imposible gobernar en países con tantos problemas políticos, sociales  y económicos como son los latinoamericanos y que para evitar crisis institucionales, como la que vive actualmente Perú,  desde hace años, es casi indispensable la bicameralidad.

El acuerdo ingresado este miércoles permite que el Pleno pueda votar lo antes posible la ley que propone el retorno a la bicameralidad, propuesta impulsada principalmente por la presidenta del Legislativo, Maria del Carmen Alva, quien también anunció la ampliación de su legislatura hasta el 15 de julio.

Nuestro País vive una profunda crisis institucional que se agrava a diario, en una confrontación interna de poder del propio partido gobernante que pone en riesgo la estructura socio-política del país, quizás sólo comparable a la situación terminal producto de la guerra revolucionaria en 1975 o en los trágicos días de diciembre de 2001.

El poder bicéfalo del partido “justicialista”, emergido de las elecciones en 2019, se tornó esquizoide, alejado de la realidad y la lógica típicamente marxista de amigo-enemigo se hizo interna, llevando al País al borde del colapso Institucional, al cuasi Estado Fallido, con impredecibles consecuencias a futuro, dicen los impulsores de este cambio al bicameralismo.

Todo éste descalabro gubernamental tiene su origen en causas mucho más profundas que la simple lucha de cabotaje entre “dirigentes que no dirigen”, propios de una tragedia griega que de un gobierno serio y responsable, agregaron los partidos impulsores de este cambio.

Agregaron que «la contradicción se hizo norma, siendo el descaro y la mentira el combustible de un gobierno que juega un riesgoso partido de embusteros en un sórdido y lumpen boliche maloliente. Como diría el gran maestro del ilusionismo René Lavand, esta agonía “No se puede hacer más lenta”…!!!»

La iniciativa se debate en un momento de crisis que se intenta resolver con un bicameralismo que desapareció en Perú hace 30 años.

Abajo aparece la formación que tiene el actual Legislativo peruano de acuerdo a las elecciones efectuadas el 11 de abreil de 2021:

La nueva propuesta  contempla la instauración de una Cámara de Diputados que contará con 130 escaños, además de un Senado integrado por 45 representantes.

Este nuevo Poder Legislativo comenzaría a operar para el periodo 2026-2031, según explica el diario La República.

Los requisitos para ser diputado serán los mismos que se piden hoy para los postulantes al Congreso -ser peruano de nacimiento; haber cumplido 25 años; gozar del derecho de sufragio y estar inscrito en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil-, mientras que quienes deseen integrar el Senado, deberán haber cumplido 35 años y tener una experiencia de al menos cinco años en el sector público o privado, además de los otros requerimientos para la Cámara Baja. La iniciativa también propone, a diferencia de la normativa actual, que los parlamentarios puedan ser reelectos por un periodo adicional, algo que hoy no está permitido.

El bicameralismo no es algo extraño en la historia de Perú. Este sistema fue instaurado por primera vez  en la Constitución de 1920, con una Cámara de Diputados compuesta por 110 representantes y un Senado con 35 escaños.

La Carta Magna de 1979, en tanto, aumentó el número de parlamentarios a 180 diputados y 60 senadores.  El escenario cambió con la Constitución de 1993, cuya redacción fue convocada por el entonces Presidente Alberto Fujimori después del autogolpe de Estado el año anterior que culminó con la disolución del Congreso y la intervención de los poderes del Estado.

La norma de 1993, aprobada en referéndum,  fue antecedida por otros 11 textos constitucionales.​

La nueva Carta Magna, en cuya elaboración no participaron algunos partidos opositores, estableció el retorno a un sistema parlamentario unicameral.