El gobierno de Estados Unidos le preocupa una potencial recesión pero considera que las bases de la economía son sólidas como para enfrentar ese riesgo, según una consejera económica del presidente Joe Biden.
«Evidentemente es una preocupación, pero nuestra economía sigue sólida», declaró Cecilia Rouse a la cadena CNBC.
«Si observamos los principales elementos del PIB del último trimestre (cuando la actividad se contrajo), mostraban solidez en términos de gastos de consumo», sostuvo. «El mercado del trabajo sigue sólido» y el crecimiento continúa, añadió la consejera, para quien la debilidad del primer trimestre se debió, según dijo, a «exportaciones menguadas».
El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo en 1,5% en el primer trimestre en la medición anualizada, la más utilizada en el país, que compara el PIB con el trimestre anterior y, según las condiciones al momento de la medición, proyecta el crecimiento estimado en 12 meses.
En la comparación con el primer trimestre de 2021 en cambio, el PIB registró una expansión de 3,5%. Y trimestre sobre trimestre, se observa una contracción de 0,4% entre el primer cuarto de 2022 y el último de 2021.
«Hoy, los datos económicos parecen todavía relativamente sanos», afirmó de su lado Thomas Barkin, presidente de la filial de la Reserva Federal (Fed) de Richmond, en un discurso en esa ciudad.
Barkin también llamó a relativizar la situación actual al destacar que el desequilibrio entre oferta y demanda es «producto de la reactivación» tras la pandemia.
Según el dirigente, el regreso a la normalidad no pasará necesariamente por una recesión, aunque exista ese riesgo.
«No creo que una recesión sea inevitable», dijo el fin de semana la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a la cadena ABC. Sin embargo, Yellen admitió que espera que «la economía se desacelere».
Se considera que una economía entra en recesión cuando se dan dos trimestres consecutivos de contracción del producto interno bruto.
Los sucesivos incrementos de tasas de interés por parte de la Reserva Federal hacen planear en Estados Unidos la hipótesis de un eventual frenazo de la economía.
«Prevemos una ligera recesión en los próximos meses, con una inflación persistente que forzará un ajuste más pronunciado de la política monetaria», sostuvo Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon, en una nota publicada el martes.
Los expertos afirman que Estados Unidos ya está en recesión.
Credibilidad en juego
La Fed está luchando aún más para frenar la inflación porque su credibilidad está en juego. Sus funcionarios afirmaron durante meses que este aumento de precios solo sería temporal y, por lo tanto, recién comenzaron a apretar las tuercas en marzo.
«En retrospectiva, (…) probablemente hubiera sido mejor subir las tasas antes», admitió el presidente del organismo, Jerome Powell el mes pasado, en una entrevista con The Wall Street Journal.
Yellen también admitió que no había previsto este aumento de precios. Ahora Yellen afirmó que la inflación «no es inevitable».
El alza en los precios sigue golpeando los bolsillos de los estadounidenses, un impacto que se vive a diario con los altos precios de la gasolina y los alimentos en los supermercados.
¿Qué dice la reserva federal de EE UU?
Jerome Powell, Presidente de la Reserva Federal de EE UU, dijo este miércoles que el Banco Central está resuelto a aumentar las tasas de interés lo suficiente para frenar la inflación, un compromiso que implica no sacar la economía de la recesión.
Powell dijo que los futuros aumentos dependerán de si la inflación empieza a frenarse y con qué rapidez, algo que la Fed evaluará “reunión por reunión”. Algo que debió hacerse durante el 2021 y no haber esperado al 2022 con una inflación por encima del 8%.
Las decisiones se basarán en “los datos que lleguen y la evolución de las perspectivas de la economía”, dijo Powell en declaraciones a la Comisión Bancaria del Senado, que son parte del informe semestral de la Fed al Congreso.
Powell, reconoció este miércoles que la inflación «sorprendió» a las autoridades monetarias y advirtió que pueden haber «otras sorpresas».
«Obviamente, la inflación ha sorprendido (…) durante el último año, y podrían esperarse más sorpresas», dijo Powell en su comparecencia ante una comisión del Senado, en un momento en el que la subida de los precios alcanzó un pico en 40 años en Estados Unidos con un 8,6% interanual.
Al parecer, las autoridades financieras en EE UU dormían cuando la inflación subía precipitadamente mes por mes desde marzo del 2021.
Hace una semana, la Fed elevó su tasa de interés referente en 0,75 puntos porcentuales, su mayor aumento en casi tres décadas, a un rango entre 1,5% y 1,75%. Con el agravamiento de la inflación, las autoridades de la Fed pronosticaron un paso más acelerado de aumento de las tasas este año y el próximo del que habían pronosticado hace tres meses para llegar al 3,8% para el fin de 2023. Sería el nivel más alto en 15 años.
Crecen los temores de que con una inflación que es la más alta en cuatro décadas, la Fed ajustará el crédito al punto de causar una recesión. Esta semana, Goldman Sachs calculó que hay un 30% de probabilidad de una recesión y 48% en los próximos dos años.
Un republicano jerárquico de la Comisión Bancaria, el senador Thom Tillis de Carolina del Norte, acusó a Powell el miércoles de demorarse excesivamente en elevar las tasas y que la tasa de referencia a corto plazo debería ser mucho más alta.
“La Fed se ha encerrado en gran medida en un menú de medidas puramente reactivas”, dijo Tillis.
En conferencia de prensa la semana pasada, Powell insinuó que la Fed estudiará un aumento de entre medio y tres cuartos de punto en su próxima reunión a fines de julio. Cualquiera de las dos superaría los aumentos de un cuarto de punto típicos del pasado y reflejan los intentos del banco central de frenar la inflación lo antes posible.