La Asamblea Nacional (Parlamento) de Nicaragua, bajo el control de los sandinistas, autorizó este martes el ingreso de tropas, naves y aeronaves de las Fuerzas Armadas de Rusia, a petición de urgencia del presidente del país Daniel Ortega, para participar en operaciones contra el delito en el mar Caribe y en el océano Pacífico nicaragüense.
El ingreso a Nicaragua de tropas rusas, país que invadió Ucrania en febrero y se mantiene en guerra contra este estado europeo en Ucrania, fue autorizado con el voto de 78 legisladores sandinistas y sus aliados, de los 91 diputados que integran el Parlamento.
El decreto presidencial que autoriza el ingreso de tropas rusas y extranjeras en general a territorio nicaraguense fue enviado y «tramitado de urgencia» en el Legislativo.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió a la Asamblea Nacional, bajo control oficialista, que ratifique el ingreso al país de tropas, naves y aeronaves de las Fuerzas Armadas de Rusia a partir del 1 de julio próximo,.
Aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, Ortega solicitó que se conceda el «trámite de urgencia» a su decreto presidencial para que sea ratificado cuanto antes.
Ortega autorizó además el ingreso a Nicaragua de tropas rusas durante el segundo semestre de este año para participar en operaciones «en contra de ilícitos» en el mar Caribe y en el océano Pacífico nicaragüense, según se publica esta semana en el Diario Oficial La Gaceta.
En total, Ortega autorizó que un número indeterminado de militares, naves y aeronaves rusas para que ingresen a Nicaragua del 1 de julio al 31 de diciembre de este año, para participar, entre otros, en «intercambio de experiencia y adiestramiento en labores de seguridad».
En el mismo decreto presidencial, Daniel Ortega autorizó por seis meses, a partir de julio próximo, el ingreso al territorio nacional de personal, naves y aeronaves de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela que llevarán a cabo las mismas funciones que las de Rusia. También autorizó el ingreso de militares de Cuba y de México, quienes participarán con los de Nicaragua en «intercambios y labores de carácter humanitario».
En el caso de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, el líder sandinista autorizó el ingreso de personal militar, en un número que no precisó, y a diferencia de los otros cuerpos armados, su presencia será «previamente planificado y coordinado con el Ejército de Nicaragua». Todo esto publican los medios nicaraguenses y también el Diario Oficial La Gaceta.
Versión de la agencia rusa Sputnik
La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó, con 79 votos (de 91), el ingreso de tropas militares, naves y aeronaves extranjeras con fines humanitarios, entre las que se destacan las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, pese a las amenazas de Washington por la presencia de militares rusos en la región.
«Nosotros estamos en nuestro propio patio, ni el delantero ni el trasero, es nuestro propio patio, y es lo que nos da la libertad total y soberana para poner en la dimensión que corresponde el agradecimiento a una nación [Rusia] que no nos ha quitado, que siempre nos ha dado», expresó el diputado Moisés Absalón Pastora, aliado del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), durante el plenario.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, autorizó el pasado 8 de junio, el ingreso de tropas de Rusia, Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Venezuela, República Dominicana y Cuba; para participar en el adiestramiento e intercambio en operaciones de ayuda humanitaria, misiones de búsqueda, salvamento y rescate en situaciones de emergencia o desastres naturales, de acuerdo al decreto publicado en el diario oficial La Gaceta.
El mandatario también autorizó que miembros del Ejército de Nicaragua viajen a estas naciones para la realización de actividades humanitarias, intercambio que debía ser ratificado por la Asamblea Nacional.
La decisión del Estado de Nicaragua, que obedece a un intercambio ordinario, que se realiza dos veces al año, desde la década del 90, fue rechazado el viernes 10 de junio, en el contexto de la Cumbre de las Américas, por el asesor para asuntos de seguridad hemisférica de Estados Unidos, Juan González.