Tras semanas de reservadas negociaciones, la aerolínea Latam  y los acreedores críticos del plan de reorganización consiguieron la noche del lunes una fórmula económica que permitiría aumentar la recuperación de las deudas impagas. A cambio, los acreedores deberían inyectar nuevos recursos a la aerolínea. Con ello, los bonistas locales se desistirían de sus acciones judiciales en Chile. «Hay acuerdo entre todas las partes», dice un ejecutivo involucrado en las tratativas, según informó el diario Pulso PM.

Latam Airlines cumplirá a fines de mes dos años bajo la protección del denominado chapter 11, en Estados Unidos, y su plan de vuelo final para salir de la quiebra está a punto de conseguir la autorización. A días de la efeméride de una crisis gatillada por la pandemia global del Covid 19, y a una semana de una audiencia clave en tribunales de Nueva York, Latam Airlines selló esta semana un acuerdo con los acreedores que aún se oponían al plan de reorganización que permitirá a la aerolínea abandonar el proceso de quiebra.

Este lunes, las partes alcanzaron un acuerdo que ahora debe ser definido en sus detalles y que este martes deberá ser visado por el directorio de la aerolínea. La compañía, en cuya propiedad participan la familia Cueto y las aerolíneas Delta y Qatar Airways, tomó la iniciativa en las últimas semanas y se acercó a los acreedores descontentos con el plan presentado en noviembre del año pasado, el que será visto la próxima semana en el Tribunal de quiebras de Nueva York. Latam tiene su sede central en Santiago de Chile y filiales en Brasil, Perú y Ecuador.

Varias fuentes revelaron a Pulso PM  que el acuerdo está casi listo y que está en proceso de redacción, pero declinaron entregar detalles, ya que en ocasiones anteriores ha habido avances que se han trabado a última hora. “Todas las partes lograron un acuerdo”, dijo un negociador en referencia a la empresa, sus accionistas, los acreedores que respaldaban el plan de reorganización y los acreedores críticos de ese programa.

El plan de reorganización de Latam lanzado en noviembre implicaba una inyección de cerca de US$ 8.190 millones a través de una combinación de emisión de nuevas acciones, bonos convertibles y deuda. Al salir del plan, la compañía estima que habrá reducido su deuda a US$ 7.260 millones y tendrá una liquidez aproximada de US$ 2.670 millones.

Para hacer operacional el plan, Latam considera la colocación de nuevas acciones por US$ 800 millones y la emisión de tres clases de bonos, algunos de ellos convertibles en acciones, lo que hará variar por completo la estructura accionaria futura de la compañía. Los accionistas principales actuales -los Cueto, Delta y Qatar Airways- no podrán tener más del 27% de las acciones, pero podrán nominar a cuatro de los nueve directores de Latam. Mientras, los acreedores que forman parte del grupo Ad Hoc de Acreedores, y que han sido representados por Evercore en la negociación, ocuparían cinco asientos. Las emisiones de los bonos dirigidos a ambos grupos consideran la inyección total de US$ 4.640 millones.

Un acuerdo con los acreedores más críticos al plan de reorganización facilitaría la tramitación judicial en Estados Unidos del programa de reorganización y facilitaría que Latam salga  del chapter 11, algo que la compañía prevé para el segundo semestre de 2022. Y entre otras cosas, evitaría una judicialización que en Santiago de Chile podría entorpecer el avance del plan.

Aunque el proceso se lleva en Estados Unidos, acreedores locales -tenedores de bonos por US$ 500 millones- han acusado que fueron discriminados en relación a otros acreedores internacionales y han hecho valer sus reclamos en tribunales chilenos: aquella ofensiva -liderada por los abogados Cristóbal Jimeno y Pedro Pablo Gutiérrez- amenazaba con dificultar el avance del fin de la quiebra.

Los acreedores chilenos -entre quienes se cuentan las AFP Provida, Capital y Cuprum, además de la AFC, el banco Bice y las compañías de seguros de vida de Metlife y Security- acusaban que mientras los acreedores internacionales recuperarían el 100% de sus acreencias, los locales solo recibirían el 19% del valor nominal. La nueva fórmula implicaría un porcentaje mayor: un agente local estima que podría acercarse incluso al 50%, pero a cambio los acreedores deberán contribuir con dinero fresco.

Hasta el viernes de la semana pasada, Latam informó que su plan había conseguido ya un apoyo cercano al 82% de los acreedores en dólares y un 65% del número de votantes acreedores de las clases afectadas por el plan, el  que se dará a conocer en detalles en los próximos días.