El presidente chino, Xi Jinping, pidió este lunes al canciller alemán, Olaf Scholz, inyectar «más estabilidad y certezas» en un momento de «turbulencias» geopolíticas, así como desarrollar una relación bilateral «constructiva y saludable».
Dado el momento de turbulencias, debemos desarrollar una relación bilateral constructiva y saludable, algo que beneficie a los dos países y que también contribuya a la paz en todo el mundo», indicó Xi en una conversación telefónica con Scholz, informó el Gobierno chino en un comunicado.
En este contexto, el presidente francés, Emmanuel Macron, propuso este lunes constituir una «comunidad política europea» a la que se pudiesen incorporar países como Ucrania que comparten los valores de la Unión Europea pero que no pueden esperar una rápida adhesión que además obstaculizaría la integración actualmente funcionando. «La UE, teniendo en cuenta su nivel de integración, no puede ser a corto plazo el único modo actual de estructurar el continente europeo», subrayó Macron en un discurso ante el Parlamento Europeo durante un acto que marcaba el fin del trabajo de la Convención para el Futuro de Europa que comenzó hace un año bajo su propia iniciativa.
A su vez la presidenta de la UE Ursula Von der Leyen ve en la UE (actual e histórica) «una imagen más potente» que un desfile militar en Moscú como el de hoy. Su discurso en Estrasburgo lo pronunció a la misma hora en que el presidente ruso hablaba en el día de la victoria en Moscú y culpaba de la tragedia a la OTAN.
La política alemana describió a Europa como «un sueño» que no sólo brilla en Estrasburgo o Bruselas, sino también en Kiev, Járkov, Odesa, Poltava, Mariúpol y Milokaiv, todas ellas ciudades ucranianas. «Brilla como nunca en el valor de estas familias y jóvenes refugiados en metros y sótanos, en los que lloran las atrocidades sin sentido», de Rusia.
La ONU
El secretario general de la ONU, António Guterres, llamó este lunes a Rusia y Ucrania a agilizar las negociaciones para lograr un arreglo pacífico al actual conflicto en línea con el derecho internacional.
«Llamo a Rusia y Ucrania a activar los esfuerzos diplomáticos a través del diálogo con el fin de lograr urgentemente un arreglo negociado. Las pistolas deben callar», dijo Guterres en rueda de prensa conjunta con la primer ministra moldava, Natalia Gavrilita.
Los ucranianos pasaron el 9 de mayo con la mirada puesta en si Rusia decidía o no intensificar los ataques en una fecha en realidad simbólica para ambos países, pues hasta este año Ucrania celebraba oficialmente el Día de la Victoria sobre el nazismo día que Rusia conmemora tradicionalmente cada año con homenajes a sus soldados muertos.
En este día marcado en rojo en el calendario ruso, las calles de la capital amanecieron casi tan vacías como en el confinamiento por coronavirus, al igual que sucedió el fin de semana, probablemente ante los mensajes de cautela por si Vladímir Putin declaraba la guerra o intensificaba los ataques.
Advertencia de China
En la conversación telefónica de Xi con Scholz, el primero advirtió tanto a Scholz como a Macrón -la que fue escuchada también por Joe Biden- contra las paralizantes sanciones rusas que «arrastrarán la economía mundial».
En este sentido se comentó en los centros de la política mundial que se estaba presionando a China para que use su influencia frente a Rusia para detener el bombardeo contra Ucrania.
Antes de la conexión telefónica Europa ya había iniciado una campaña para que China mediara en la invasión de Ucrania frente a Moscú.
La conversación telefónica de los líderes mundiales a espaldas de Putin

Xi Jinping, Presidente de China, aparece ahora como hombre clave para terminar la guerra.
Xi dijo este lunes al presidente francés, Emmanuel Macron, y al canciller alemán, Olaf Scholz, que “lamentaba profundamente el regreso de la guerra al continente europeo” y que apoyaba una solución diplomática a la crisis, que según Naciones Unidas ha dejado ya más de 400 civiles muertos.
Igualmente en esta conversación múltiple de Xi y Scholz habría participado también el primer ministro británico Boris Johnson.
Estados Unidos debate tratando de obtener la ayuda de China para desactivar a Rusia, cooperando en las sanciones. Hay dos campos, dicen las fuentes: uno que cree que China no aceptará, dada su desconfianza en Washington, y otro que dice que hay poco riesgo en intentarlo. Beijing evitará desafiar por completo las sanciones occidentales y las restricciones a la exportación de Rusia, pero ayudará a Moscú de maneras menos detectables, predicen los analistas.
A su vez, se comenta en Estados Unidos que la administración del presidente Joe Biden, en el marco de su política hacia China, por el riesgo de que Beijing pueda ayudar a Rusia a capear las sanciones económicas y financieras impuestas después de su invasión a Ucrania, es muy cautelosa.
La cuestión es si hay suficiente luz natural entre Beijing y Moscú para asegurar algún grado de cooperación china para hacer cumplir las sanciones y convencer a Rusia de que disminuya la tensión, se comentó este lunes en la televisión estadounidense.
“Definitivamente hay un gran debate. Hay dos escuelas de pensamiento. Una es que China no va a jugar a la pelota en esto”, dijo una fuente con estrechos vínculos con las agencias de seguridad de EE. UU. “La otra es que, tal vez no lo haga, pero también podría intentarlo y esta es una buena prueba de si se puede encontrar algún terreno despejado dentro de las relaciones china-estadounidenses».
Corea del Sur evalúa unirse al pacto económico de EE. UU., mientras el gobierno entrante toma juramento. El Marco Económico del Indo-Pacífico (IPEF) podría lanzarse este mes, para llenar un vacío en el compromiso con la región desde 2017, cuando Donald Trump renunció a un acuerdo multinacional. Se dice que el gobierno del próximo presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, que prestará juramento el martes, quiere que Corea del Sur «lidere las condiciones comerciales en la región del Indo-Pacífico».