Rusia ha vuelto a sortear el default, a pesar de las sanciones y las crecientes dificultades que afronta su economía y su sistema financiero. El gobierno de Putin pagó el último viernes 650 millones de dólares por bonos, cuya recepción fue confirmada por varios  tenedores de ellos, como informó este martes la agencia  Bloomberg. Tres inversores aseguran que sus bancos custodios han cobrado el dinero y al menos una de las cámaras internacionales de compensación ha recibido el dinero ruso y procesado el pago.

Fuentes oficiales estadounidenses confirman que Moscú ha realizado el pago sin echar mano de las reservas que tiene congeladas en EE UU y desconocen el origen exacto de esos fondos.

De hecho, Rusia habría logrado pasar por alto la decisión que anunció a principios de abril el Tesoro estadounidense, por la que paralizó los pagos de deuda soberana rusa en dólares en entidades financieras de EE UU, en una nueva medida de presión para empujar a Moscú a la suspensión de pagos. Así, pese a tener sus reservas congeladas en los bancos centrales occidentales, hasta ese momento los bancos estadounidenses habían podido seguir canalizando los pagos de deuda soberana rusa.

El pago de los bonos que se ha hecho efectivo hoy había entrado ya en el período de gracia de 30 días, previo a la declaración oficial de default, y que finalizaba mañana. Así, Rusia vuelve a salvar en el último momento y de forma aún más inesperada la suspensión de pagos, una situación que se dio por última vez en 1918. El impago sí ha llegado en cambio a la deuda corporativa de compañías rusas con participación estatal, como Russian Railways, que no llegó a atender a tiempo sus pagos.

Moscú afrontará sin embargo un momento decisivo para su economía el próximo 25 de mayo. Ese día finaliza la dispensa concedida por la oficina de control de activos extranjeros del Tesoro de EE UU por la que ha permitido que los inversores extranjeros y estadounidenses puedan cobrar en el país por la deuda soberana rusa en divisa extranjera que poseen.

Las autoridades estadounidenses aún no se han pronunciado sobre si extenderán esa dispensa. Si EE UU rechaza renovarla, complicará de forma determinante los esfuerzos de Rusia por evitar la suspensión de pagos. Rusia afronta el próximo 27 de mayo el pago de cupón de emisiones en dólares y euros que vencen en 2026 y 2036.

Cuentas rusas aumentan

El conflicto bélico en Ucrania iniciado el pasado 24 de febrero está pasando factura a Rusia. Las diferentes sanciones aplicadas por Occidente, han mermado el potencial de la economía del país, así como al patrimonio de los oligarcas más poderosos.

Desde que Estados Unidos anunciase el primer paquete de sanciones, hasta las últimas medidas anunciadas por la Unión Europea, Rusia ha visto cómo ha sido expulsada del sistema financiero SWIFT, el éxodo masivo de multinacionales, la congelación de los activos financieros de las principales entidades bancarias, así como la devaluación de la moneda oficial del páis, el rublo. Además, no son las únicas consecuencias que ha tenido su invasión en el país vecino.

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Además, el resto de países europeos también han buscado alternativas para garantizar el suministro de gas, aislando aún más a Rusia. Ante este escenario, Rusia observa cómo las reservas se agotan, lo que provocará una crisis económica en los próximos meses. Así lo confirmó la presidenta del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina (foto izquierda), en declaraciones ante la Duma Estatal, la cámara baja de la Asamblea Federal de Rusia.

«El período en el que la economía del país ha podido vivir de las reservas se ha terminado. En el segundo trimestre, entraremos en un periodo de transformación estructural» avisó Nabiúllina que también mencionó los sectores que se verán más afectados. «Estarán asociados a las restricciones a las importaciones y, en el futuro, a las exportaciones de productos rusos». De este modo, las limitaciones para realizar exportaciones e importaciones tendrán un impacto real.

«La política contra Rusia ha fracasado»

Unas declaraciones que contrastan con la versión ofrecida por el presidente ruso, Vladimir Putin, al asegurar que la estrategia económica de Occidente no ha surtido efecto. «Occidente intentó romper rápidamente la economía y provocar el pánico en las bolsas, y colapsar el sistema financiero. Podemos decir que la política contra Rusia ha fracasado».

Como respuesta a todas las sanciones, el Kremlin elaboró un listado con países considerados «hostiles», a los que obligó a pagar el gas ruso con rublos, la moneda del país. Además, era una medida de Rusia que obligaba a los países de la UE a realizar la apertura de cuentas bancarias en Gazprombank, la única entidad autorizada por el Gobierno de Putin. Entre todos esos países, están incluidos los 27 de la UE.