Por Walter Krohne

Alemania y Japón se comprometieron este jueves a trabajar en conjunto para «dar pasos firmes» en respuesta a Rusia y la inestabilidad mundial que ha originado la invasión rusa contra Ucrania.

Este compromiso incluye un firme apoyo a la democracia como sistema de gobierno  y al reforzamiento de la colaboración en materia de seguridad. Igualmente, ambos persiguen una reducción potente de la dependencia energética de Rusia.

Esta unidad política fue el principal tema conversado entre el Canciller alemán Olaf Scholz, de visita oficial de dos días en Tokio y el Primer Ministro japonés Fumio Kishida.

El Canciller alemán, ha elegido así a Japón como destino de su primer viaje oficial al continente asiático desde su llegada al poder a finales del año pasado.

Los dos líderes quisieron enviar de esta manera «una señal de su compromiso político» y de los «valores democráticos compartidos», según dijeron en una rueda de prensa conjunta donde hubo alusiones directas a Moscú y otras más veladas a China.

“Trabajaremos codo a codo para dar pasos firmes en respuesta a Rusia”, subrayaron Scholz y Kishida, lo que incluye la aplicación de las sucesivas rondas de sanciones coordinadas con el G7, además de «medidas adicionales», acotó el socialdemócrata alemán.

Alemania y Japón abrirán una nueva vía de cooperación de seguridad celebrando «lo antes posible» reuniones presenciales en el formato «2+2» (encuentros entre sus ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores), que según Kishida abordarán temas concretos, como maniobras militares conjuntas.

Y esto ocurre cuando el Gobierno de Kishida se prepara para tomar el relevo de Alemania al frente del G7 en 2023, y a finales de mayo será escenario también de una cumbre del Quad, grupo de países que además de Japón integran Estados Unidos, Australia e India. Se espera que esta cumbre sirva para dar visibilidad a la estrategia de un «Indo-Pacífico libre y abierto», impulsada por Tokio y Washington para contrarrestar el auge geopolítico de China, además para discutir la situación en Ucrania.

Medios alemanes aseguran que el gobierno autorizó el envío de tanques a Ucrania y contempla también «un nuevo paso» en su política militar que implica el envío de vehículos blindados de fabricación nacional, recordó Scholz, lo que se sumaría al envío de misiles antiaéreos Stinger y cohetes antitanque. Japón, por su parte, ha enviado a Ucrania material militar no letal, drones y asistencia humanitaria en base a su normativa que limita la transferencia al exterior de equipamiento de defensa.

El Gobierno nipón también ha decidido en los últimos días el envío de aviones logísticos de sus fuerzas de Autodefensa (Ejército) a Polonia y Rumania para transportar ayuda humanitaria a los refugiados ucranianos. El país asiático, además, se plantea duplicar su gasto militar hasta situarlo en el 2 % de su Producto Interno Bruto (PIB), un paso que de salir adelante sería similar al adoptado por Alemania tras el comienzo de la guerra de Ucrania y en línea con la meta fijada por los socios de la OTAN.

El infaltable tema energético

Otro punto muy importante conversado en Tokio es la dependencia energética de Japón y Alemania y ambos planean «reducir la de Rusia”, de acuerdo con los compromisos del G7, y lo harán buscando otras vías de suministro u otras fuentes energéticas también con el objetivo de reducir las emisiones de CO2.

Ambos mandatarios hicieron alusión al hidrógeno como alternativa de futuro al gas, el carbón y el petróleo, sector en el que Japón está realizando cuantiosas inversiones.

Scholz también señaló que Alemania ha comenzado a «prepararse» para un potencial corte del suministro de gas de Rusia como el que ha aplicado Moscú a Polonia y Bulgaria como represalia por sus sanciones.

El mensaje político de Scholz fue subrayar que su Gobierno busca estrechar lazos «con países que comparten los valores democráticos» en la región de Asia-Pacífico, y además de Japón citó a Australia, Corea del Sur e India.

Sin embargo, Scholz  fue claro en evitar dividir a la región asiática o un cambio de rumbo al ser consultado en la rueda de prensa sobre si la aproximación a Japón marcaba un cambio de rumbo en la política alemana hacia China, principal socio comercial de Berlín.

Cerca de 200 diplomáticos rusos han sido expulsados de Europa (en las últimas 48 horas 83) «Creo que no debemos depender sólo de un país, tal y como nos ha mostrado la guerra de Ucrania», dijo el Canciller, quien justificó su sintonía con Japón por el hecho de que ambas potencias «son grandes exportadores y países industriales».

Seguridad Indo-Pacífico

Durante la reunión de hoy también se abordó la situación de seguridad en el Indo-Pacífico, y en concreto «los intentos para cambiar por la fuerza el ‘statu quo'» en la región o la preocupación por la situación de los derechos humanos en Hong Kong o de la minoría uigur en China, según agregó Kishida. Japón viene expresando su preocupación por el incremento de las actividades marítimas chinas, y en particular en torno a Taiwán, a las islas Senkaku (administradas por Tokio pero reclamadas por Beijing), y más recientemente, por el acuerdo de cooperación de seguridad firmado por China con las Islas Salomón.

Scholz pide a Alemania «prepararse» ante un posible corte del gas ruso, como le han ocurrido ya a Polonia y Bulgaria, países que se han negado a pagar la materia prima en rublos, como exige el Kremlin. «Hay que prepararse para ello», ha declarado Scholz, sin que por el momento esté claro que este corte pueda producirse.