Un día después de haber sido extraditado a Estados Unidos, el ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández compareció en un tribunal federal de Nueva York este viernes para enfrentarse a los cargos de haber conspirado con narcotraficantes para financiar sus campañas políticas en Honduras.
En una breve comparecencia, el juez ordenó que el exmandatario permaneciera detenido hasta su proxima audiencia el 10 de mayo cuando deberá declarerse inocente o culpable de los cargos que le imputan.
Hernández, de 53 años, se enfrenta a un cargo de drogas y dos relacionados con las armas, que podrían ponerle entre rejas durante el resto de su vida, si es declarado culpable.
En declaraciones a los periodistas el jueves, su recién nombrado abogado, Raymond Colón, dijo que aún no se había tomado ninguna decisión sobre si Hernández luchará contra los cargos o se declarará culpable y tratará de negociar una sentencia leve.
«Sería prematuro, porque esta es una discusión que tenemos que tener después de haber analizado las pruebas en su contra y también cual es el riesgo de ir a juicio, pero nuestra intención es ir a juicio», dijo a NTN24 TV en Colombia.
Colon declaró que el historial de cooperación de Hernández con la DEA en la guerra contra las drogas y el éxito en la aprobación de leyes para reducir el crimen violento en Honduras, eran aspectos del caso que podrían ser usados en su defensa, algo que el ex presidente ha argumentado constantemente. Colón dijo que también estaba considerando la posibilidad de que el hermano de Hernández, Juan Antonio ‘Tony’ Hernández, pudiera ser presionado para testificar contra el ex presidente.
Tony Hernández fue condenado en 2019 y sentenciado el año pasado a cadena perpetua por su papel en la misma conspiración.
Hernández también está siendo representado por otro abogado de Florida, Daniel Pérez, con una oficina en Gainesville, que también es un ex subfiscal del estado, es considerado un hábil negociador.
Tras la decisión de un juez hondureño de dar luz verde a la extradición del expresidente de Juan Orlando Hernández a EE.UU., Ana García Carías, su esposa, se ha encargado de defenderlo ante el mundo.
La mujer lidera al equipo de abogados que está apelando la decisión del juez y, además, se enfrenta ante la prensa internacional, argumentando que los cargos por narcotráfico y tráfico de armas en contra del exlíder son una venganza de las mafias y están motivados políticamente.
“Tememos por nuestra vida, no por las acusaciones»: entrevista exclusiva de BBC Mundo a Ana García Carías, esposa del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández
La historia de Hernández
Hernández era «una figura central en una de las mayores y más violentas conspiraciones de tráfico de cocaína del mundo», añadió la administradora de la DEA, Anne Milgram. «Este caso debe enviar un mensaje a todos los líderes políticos que comercian con posiciones de influencia para fomentar el crimen organizado transnacional: la DEA no se detendrá ante nada para investigar estos casos», añadió.
La acusación también refiere que, como diputado y luego presidente de Honduras, Hernández se asoció, entre otros, con el antiguo líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’.
El documento señala que en 2013, o alrededor de esa fecha, mientras Hernández hacía campaña para convertirse en presidente, aceptó aproximadamente un millón de dólares en ganancias del narcotráfico de Guzmán Loera. Hernández envió a su hermano, Juan Antonio Hernández Alvarado y a un asociado, armados con ametralladoras, a recoger el soborno de 1 millón de dólares, según el documento de la fiscalía. A cambio, Hernández supuestamente prometió seguir protegiendo las actividades de narcotráfico del cártel de Sinaloa en Honduras.