El Banco Central de Argentina (BCRA) decidió hoy el cuarto incremento de la tasa de interés de este año fijándola en 47 por ciento para así defenderse de una inflación “alocada” al dispararse el IPC.

En medio de las tensiones internas del Gobierno por el manejo de la inflación la subida de la tasa se daba por descontado en la capital argentina. La tasa mínima de los plazos fijos se ubica en el 46%.

El Directorio del BCRA decidió también elevar los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos», explicó la autoridad monetaria en un comunicado. La tasa efectiva anual de estas colocaciones llega así al 57,1%, detrás del piso de 60% de inflación que esperan los economistas para este año.

Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima garantizada se establece en 44%, lo que representa una Tasa Efectiva Anual de 54,1%, aclaró el Central.

«Las tasas de interés activas se mantienen en niveles compatibles con el impulso de la inversión y la producción, y el desarrollo del sector MiPyME. Adicionalmente, el BCRA seguirá regulando las condiciones de acceso al crédito para el consumo de las familias», explicó el organismo que preside Miguel Pesce, que encontró en la aceleración global de los precios, la explicación de la suba de la inflación del mes pasado en la Argentina.

«La aceleración de la inflación en marzo respecto de los meses anteriores es, en gran parte fruto, de un shock internacional que afectó especialmente los precios de los alimentos y la energía, causado por la guerra en Ucrania, a lo que se sumó la concentración de incrementos en precios de bienes y servicios regulados (combustibles, electricidad y gas, educación y prepagas, entre otros) y aumentos estacionales (especialmente indumentaria)», señaló.

«El BCRA, en coordinación con el Gobierno Nacional, utilizará todas sus herramientas para contribuir a morigerar los efectos de segunda vuelta sobre la inflación del shock de commodities», aseguró.