Por Walter Krohne
A tan poco andar y ya hay problemas en la o las coaliciones gubernamentales» como se dejó entrever este viernes en el primer encuentro de todos sectores que apoyan al gobierno del presidente Gabriel Boric y que tuvo como sede nada más ni nada menos que el Palacio del Cerro Castillo de Viña del Mar.
La situación interna, con tantos problemas pendientes por resolver, se notaba caída y no animosa, para no aparecer como pesimistas.
«Citamos acá en la mañana, al aire libre, para enfriar los ánimos”, fue la primera frase inicial del ministro vocero Giorgio Jackson, tratándose seriamente de un primer cónclave del progresismo para intentar reparar las cosas, porque realmente los primeros días o semanas del flamante Gobierno han sido agotadoras y complicadas. En los jardines del Castillo se encontraron el Presidente, los ministros y los parlamentarios oficialistas.
Como dije, los problemas son de distintos tipos: Mientras la Constituyente sigue tratando de crear un nuevo Chile dentro del que tenemos y que no ha funcionado como se esperaba, lo que ha traído conflictos adicionales que afectan a los parlamentarios, como es el caso del Senado, que como entidad republicana estaría casi por desaparecer.
Junto a esto el Gobierno se enfrenta a una agitada agenda legislativa, en la que está el debate ya conocido por el quinto retiro y «los problemas de convivencia o de alcoba» que comienzan a vivir Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático.
El desastre puede ser mayor pensando que el gobierno no cuenta con mayorías parlamentarias para llevar a cabo sus reformas, lo que condujo a Boric a hacer un llamado profundo que no sólo se escuchó en el Cerro Castillo sino en todo Chile.
En mi rol de Presidente de la República puedo decirles con mucha claridad, que aquí no hay partidos de primera o segunda categoría, porque todos van a ser tratados con el respeto y deferencia que se merecen”. Y esto simplemente es así porque todos están aquí para «empujar la micro», como se dice popularmente.
Y añadió: “Tenemos dos coaliciones que están empezando a cuajar cada una, pero tenemos un solo gobierno. Y acá hay algo que les quiero pedir encarecidamente: no podemos pretender que la agenda ejecutiva o parlamentaria agote el debate político que tiene que tener nuestros diferentes espacios colectivos. Yo diría que hoy día somos dos coaliciones, si mañana vamos a ser una, que a mí personalmente me parece deseable que vayamos avanzando hacia allá, se va a dar en la medida en que logremos construir confianza y unidad estratégica”.
A los más o menos cien colaboradores estrechos que lo escuchaban Boric les pidió que se requería compartir una dirección estratégica. «Nos hemos propuesto y le planteamos al pueblo de Chile encabezar el esfuerzo de superar el neoliberalismo, pero no podemos tener una definición que sea contrario a algo”.
Izkia Siches, la ministra del Interior que insiste en llegar a compartir la vida con los mapuches a través del diálogo, así como se intenta hacer en los organismos más influyentes de la actual política, pronunció las palabras de apertura del cónclave. Se le veía cansada tras la cuarentena por contagiarse de covid y también por los problemas que ella encabezó en la Araucanía a sólo tres días de la asunción de Boric al poder. Y por eso tuvo que hacer un «mea culpa»: tras los problemas de instalación, llamando a una mayor coordinación con las bases de apoyo político en el Congreso. “Ustedes saben que no han sido semanas fáciles y yo se los puedo decir en primera persona. Partimos con un aterrizaje no muy sencillo, pero seguimos con plena convicción. Posteriormente, me dio Covid, hoy es mi primer día en libertad que puedo compartir con ustedes”, señaló.
Aludiendo a las críticas de los senadores PS y PPD, que cuestionaron que el gobierno le diera urgencia a la Ley de Amnistía sin contar con los votos para su aprobación, Siches hizo un gesto. La ministra dijo que “los parlamentarios y parlamentarias no son un buzón, sino que una parte articuladora y fundamental de un gobierno (…)”.
Pero en este cónclave se ventilaron algunos problemas también de la Convennción Constituyente como es el futuro del Senado de la República y de la estructura final que va a tener el Poder Ejecutivo, lo que aún no está del todo claro.
El senador PPD, Jaime Quintana, por ejemplo, quien defendió la existencia del Senado, apuntando a que una cámara menos “es menos diálogo, menos acuerdos, menos deliberación y menor representación”.
Tampoco de las palabras de Jackson salió alguna luz de como se va a avanzar en la coordinación de las iniciativas centrales del progresismo y sólo trató de explicar que asumió el gobierno, con una pandemia aún vigente y la incertidumbre económica derivada de la inflación. Entre esos aspectos, planteó la discusión constitucional como otra incertidumbre, pero además como un punto de inflexión -entre el primer y segundo tiempo del gobierno- dependiendo si esta finalmente llega a buen puerto y se aprueba o no, como escribió La Tercera.
“En materia del Congreso, tenemos un nivel de atomización y dispersión en ambas cámaras del Congreso que lo que genera es una dificultad concreta material: de sumar los votos para apoyar las reformas que desde el gobierno se quieren impulsar para cumplir con ese programa de gobierno. En ambas cámaras estamos en minoría como coalición de gobierno, pero tenemos la posibilidad de conseguir en la Cámara de Diputados y Diputadas una mayoría que es difícil. En el Senado la cosa está más cuesta arriba aún porque hay que cruzar más puentes para poder llegar a esa mayoría”, afirmó Jackson.
Ojalá que todas estas dificultades actuales de un Gobierno recién iniciado no tenga problemas cruciales como se vislumbra, porque detrás del mismo estamos todos los chilenos que queremos paz y estabilidad para poder trabajar tranquillos.