Por Walter Krohne
El encuentro de hoy entre Rusia y Ucrania terminó. Como se esperaba fue un final sin ningún acuerdo efectivo aplicable a corto plazo en una primera ronda que duró cinco horas. Sólo se aseguró que habrá un nuevo encuentro, sin fecha, pero Rusia comienza a pensar de que sus tácticas han fallado por varias razones.
En primer lugar Rusia no tomó en cuenta la disposición de resistencia ucraniana, potente, combativa y con mucho «patriotismo». Así ya han pasado cinco días y la guerra relámpago que Putin tenía en su mente se ha convertido en un verdadero rompecabezas.
Como consecuencia el líder ruso se ha ganado una imagen despreciable en todo el mundo y nadie entiende bien cuál o cuáles serán sus próximos pasos en un escenario que ya deja una cifra cercana a los mil muertos y centenares de refugiados (500 mil según la ONU) que tratan de abandonar el territorio ucraniano, entre ellos varios ciudadanos chilenos allí residentes.
Este domingo se reportó la muerte de la escritora ucraniana Iryna Tsvila (en la foto), quién falleció junto a su esposo Dmytro en un enfrentamiento contra tropas rusas en Kiev. La escritora integraba la Guardia ucraniana de Defensa y Seguridad Nacional.
Ningún vocero ha dicho algo concreto, pero ciertamente la ofensiva rusa continúa y ha recrudecido.
Pero la guerra no se lleva a cabo sólo en el campo de batalla sino también a nivel económico internacional. Mientras, Occidente estrecha el cerco a Rusia, Estados Unidos ha aprobado nuevas sanciones contra Moscú, como es la prohibición de cualquier transacción con el Banco Central ruso. Como respuesta, Rusia ha cerrado su espacio aéreo a 36 países, incluidos todos los de la Unión Europea (UE) y también al Reino Unido, Canadá y Noruega.
La ONU ha elevado a más de 500.000 el número de personas que han huido de Ucrania. Rusia asegura que ha tomado las ciudades de Berdiansk y Energodar, en el sureste ucraniano, y un área alrededor de la planta de energía nuclear de Zaporiyia.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, quien ha elevado considerablemente su imagen política durante la guerra al demostrar su condición de líder y de lavar el cerebro a todos quienes lo veían simplemenete como un «payaso de circo», que es su verdadera profesión.
Así Zelenski ha ido más allá que Putin, políticamente hablando, ya que junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha vuelto a pedir el ingreso de Ucrania a la Unión Europea, aunque no cumpla absolutamente con todos los requisitos.
La debilidad que afecta a Putin se ha manifestado ahora también de otra forma como es el caso de Finlandia que enviará armas y municiones a Ucrania
La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, hizo el anuncio oficial en Helsinki. El envío incluirá 2.500 rifles de asalto, 150.000 balas, 1.500 armas antitanque, 70.000 paquetes de alimentos, cascos, chalecos antibalas y equipos de primeros auxilios.
Finlandia y Suecia son dos países conocidos como neutrales y ambos fueron amenazados recientemente por Rusia con «graves consecuencias político-militares» si decidieran ingresar en la Alianza Atlántica (OTAN), como lo señaló la portavoz del Ministerio ruso del Exterior, María Zajárova.
En la ONU
«Si Ucrania no sobrevive, que no nos sorprenda si fracasa la democracia”, ha dicho el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergii Kislitsia (foto arriba), al abrir el turno de oradores en la Asamblea General extraordinaria que se celebra este lunes en Nueva York. “Salven a Naciones Unidas, salven la democracia y defiendan los valores en los que creemos”, imploró. Kislitsia acusó al Gobierno de Bielorrusia de “facilitar” la invasión rusa y comparó al presidente de Rusia, Vladímir Putin, con Adolf Hitler. “El único culpable es la Federación Rusa, que usa todo su potencial militar para atacar Ucrania, con misiles dirigidos a infraestructura [civil], como guarderías”.
Kislitsia intercaló el inglés con el ruso para dirigirse directamente a su homólogo ruso, Vasili Nebenzia, al que leyó una carta de un soldado ruso a su madre justo antes de morir en combate sobre el horror de la guerra. Kislitsia recordó que “Rusia y solo Rusia” ha empezado este ataque contra territorio ucranio y recalcó que la decisión de invadir ha sido tomada por alguien que «ahora está en un búnker».
La Asamblea General de la ONU, reunida este lunes en sesión extraordinaria (la undécima en sus 70 años de historia), ha guardado un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la invasión rusa a Ucrania. António Guterres, secretario general de la organización, ha recordado el cerco completo de Kiev y los ataques contra infraestructuras civiles, en contra de lo que sostiene el Kremlin.
«La mera idea de un conflicto nuclear es inconcebible», ha subrayado el secretario general de Naciones Unidas, en alusión a la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin (derecha), de poner en alerta a las fuerzas de disuasión rusas, que manejan el armamento nuclear. Los 193 miembros votarán una resolución de condena a Rusia similar a la vetada por Rusia en el Consejo de Seguridad celebrado el viernes. La de la Asamblea no tiene carácter vinculante.
Estrategia militar
Ya van cinco días de guerra y las percepciones sobre la estrategia militar de Rusia han ido modificándose con el correr de las horas. El jueves pasado, cuando comenzó la ofensiva, se pensó que la apuesta de Vladimir Putin solo era la captura definitiva del Donbas, la macrozona donde se emplazan las regiones de Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania.
El plan, se pensaba, era que tras un ataque acotado en esa frontera, Rusia pudiese crear un gran corredor desde la península de Crimea -que anexó en 2014- hasta el Donbas. Bastaron unas horas para que hasta el más incauto se diera cuenta de que lo que el Presidente ruso pretende es un conflicto armado en toda Ucrania. Por eso, ha atacado desde Bielorrusia (por la frontera noroeste), por el Mar Negro (desde el sur) y a través de la frontera rusa (por el noreste).
La batalla de Kiev
Es la “joya de la corona”. Al ser la capital del país, su eventual caída en manos rusas podría significar la capitulación del gobierno del Presidente Volodimir Zelensky. Rusia ha atacado Kiev por aire y tierra, principalmente a través de la zona norte, desde su propia frontera y desde áreas bielorrusas. El fuego de artillería ha dado contra objetivos civiles y miles de ciudadanos han debido recurrir a refugios antiaéreos, otros han tenido que huir hacia la frontera con Polonia y Hungría, pero también no pocos se han enrolado en milicias armadas civiles y unidades paramilitares. En Kiev, habitada por casi 3 millones de personas, prácticamente todo está cerrado y la sospecha de unidades rusas infiltradas está a la orden del día.
¿Cae Kharkiv?
Emplazada en el este del país -podría decirse algo así como entre Kiev y el Donbas- se trata de la segunda ciudad en importancia en Ucrania. Las fuerzas rusas irrumpieron el domingo en esta urbe de 1,4 millones de habitantes. Lo hicieron a través de blindados livianos y aquello produjo enfrentamientos urbanos. Al final del día, el gobernador local, Oleg Sinegubov, aseguró que la ciudad estaba bajo control de las fuerzas ucranianas.
Capacidad militar
Según el informe del IISS Military Balance publicado a comienzos de febrero, el total de las Fuerzas Armadas activas de Ucrania asciende a 196.600. En contraste, se estima las fuerzas rusas sobrepasan las 900 mil, de las cuales más de 150 mil se concentraron en distintos puntos de la frontera antes de la invasión. De acuerdo con la agencia Reuters, “la Armada ucraniana se limita a un gran buque de guerra y una docena de patrulleras, frente al poderío de la Flota del Mar Negro de Rusia”. En los últimos ocho años de conflicto armado en el Donbas, con un aproximado de 14 mil muertos, las fuerzas de Ucrania han adquirido experiencia en una guerra de trincheras, al estilo de la Primera Guerra Mundial. “En cambio, las fuerzas rusas demostraron en Siria, donde intervinieron del lado del Presidente Basher Assad, que son capaces de desplazarse rápidamente a través de grandes distancias, montar puentes flotantes para cruzar ríos y sincronizar las maniobras terrestres con los ataques aéreos y de drones”, señaló Reuters. Precisamente los cazas Su-57 y los misiles crucero Kalibr los han utilizado en el marco de la intervención siria.
El fantasma de Chechenia
Pero en una guerra no necesariamente triunfa quien posee más armas. Las complejidades de un conflicto bélico también tienen que ver con las características del terreno, la composición de los aliados, el “momentum global”, el rol de los civiles y en especial, la moral. En ese sentido, varios analistas han comparado la actual ofensiva rusa con la primera guerra de Chechenia (1994-1996). Entre esos años, Rusia intentó recuperar el control de esta república -ubicada en el norte del Cáucaso- que declaró su independencia tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. Pese a conquistar Grozny, la capital, no pudieron establecer un control efectivo de la zona y en 1996 Boris Yeltsin, entonces líder ruso, terminó negociando un alto el fuego. Sin embargo, fue Vladimir Putin, entonces primer ministro, quien en 1999 restauró mediante una devastadora ofensiva el control federal ruso sobre Chechenia. El domingo, el Ejército ruso reconoció por primera vez haber tenido muertos y heridos en Ucrania, aunque sin precisar cifras.
Negociaciones de paz
El domingo, el Presidente Zelensky dijo que intentará negociar con Rusia. Eso sí, advirtió que “digo las cosas claramente, como siempre: no creo que dé resultado” pero “tenemos que intentarlo”.
El Presidente ruso considera al territorio ucraniano como parte de Rusia. Y justifica la ofensiva militar que lanzó el jueves precisamente en ese sentido. Lo que pretende es recuperar el poderío y el estatus global que alguna vez tuvo la Unión Soviética o mejor la gran Rusia. Por lo mismo, aprovechó el conflicto con Georgia en 2008 para tomar el control de Osetia del Sur y Abjasia, mientras que en 2014 anexó Crimea al territorio ruso. Todas esas zonas de vital importancia para la salida al Mar Negro. Y podría ir por más. “El plan definitivo de Putin es la reabsorción de Bielorrusia y Ucrania, para un nuevo imperio ruso antes de que él muera o deje su cargo. También podría incorporar Armenia y Kazajistán”, comentó a La Tercera William Alberque, analista del International Institute for Stategic Studies (IISS).
Mayor conflicto desde 1945
El ataque de Rusia contra Ucrania se ha convertido en el conflicto bélico más grave en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El conflicto en Yugoslavia, que se desarrolló entre 1991 y 2001, afectó a una serie de países que posteriormente obtuvieron la independencia, pero se trató de un conflicto interno, no entre dos naciones.