Por Enrique Fernández

Si usted pensaba que el papel de la Primera Dama es solamente protocolar o decorativo, se equivoca. La compañera de un gobernante cumple un rol profesional, según afirma la esposa del Presidente Sebastián Piñera, Cecilia Morel.

«Este es un rol profesional, es un rol que tiene que asumir el liderazgo y la presidencia de todas las fundaciones de la red sociocultural de la Presidencia», dijo la actual Primera Dama, próxima a dejar sus altas funciones dentro de seis semanas.

Doña Cecilia (foto derecha), claro está, no obtuvo el título de Primera Dama en ninguna universidad, ni instituto de capacitación, ni centro de enseñanza técnica. Estudió Enfermería, pero no terminó la carrera porque en 1973, a los 19 años, se casó con el joven Sebastián, con quien partió a Estados Unidos mientras en Chile se instauraba una dictadura militar.

De regreso en el país, se tituló de Orientadora Familiar y Juvenil en el Instituto Carlos Casanueva, sin imaginar que su verdadera profesión sería la de Primera Dama.

Irina Karamanos (foto derecha), pareja del Presidente electo Gabriel Boric, a sus 32 años tampoco imaginó que desempeñaría esta delicada profesión a partir del próximo 11 de marzo. Es cientista social, con estudios de antropología, educación, gestión cultural, artes visuales y derechos lingüísticos. Sus primeros estudios los realizó en la Universidad de Chile, hasta que en 2009 viajó a Alemania, donde vivió cinco años y completó su formación académica en la Universidad de Heideberg.

“Después de varias semanas de diseño, hemos decidido asumir el rol tradicionalmente llamado de Primera Dama, con el compromiso de reformularlo”, anunció Irina luego de una primera reunión de conocimiento con la esposa del Presidente Piñera.

“Sin duda, esta propuesta es muy desafiante, pero también hemos visto que lo más fácil hubiera sido no modificar nada”, agregó.

¿Qué piensa hacer la futura y joven Primera Dama? Una de sus ideas centrales es dar a su trabajo un rol “menos caritativo” y más dinámico, en favor de grupos sociales que permanecen ignorados.

Durante más de 50 años, la figura de la Primera Dama aparece vinculada con tareas de apoyo a mujeres de menores recursos económicos, a través de la fundación Cema Chile creada bajo el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo y su esposa, Graciela Letelier (1952-1958) -foto derecha-. Fue ésta una organización que agrupó a centros de madres de todo el país, a cuyas integrantes capacitaba en diferentes actividades para ayudarlas a obtener ingresos.

Cema Chile adquirió mayor fuerza durante la administración del Presidente Eduardo Frei Montalva y su esposa María Ruiz Tagle (1964-1970). Cuando los militares y sus partidarios civiles implantaron la dictadura de Augusto Pinochet, su esposa Lucía Hiriart (foto derecha) fue proclamada Primera Dama de facto y tomó el control de Cema Chile.

Dotado de plenos poderes, Pinochet dispuso que numerosos bienes confiscados después del golpe militar fueran traspasados a la organización que presidía su esposa. A esos bienes se sumó más de un centenar de inmuebles y terrenos de propiedad estatal o municipal…  como la plaza de Paine.

Pero como Pinochet pensó que todo este apoyo material no era suficiente, traspasó a Cema Chile parte de las utilidades periódicas que obtenían los juegos de azar de la Polla Chilena de Beneficencia y la Lotería de Concepción.

Pinochet dejó el gobierno en marzo de 1990. Antes, sin embargo, se aseguró de que la presidencia de Cema Chile siguiera en manos de su esposa. De este modo, doña Lucía retuvo el mando de la organización y las primeras damas que le sucedieron en democracia no tuvieron acceso al cuantioso patrimonio ni la oscura gestión de Cema Chile.

La ex Primera Dama de facto murió hace un mes. La organización que dirigió fue disuelta hace seis años, después de vender algunas de sus posesiones en una suma que sobrepasó los 5.000 millones de pesos.

En reemplazo de Cema Chile y bajo el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994), Leonor Oyarzún (foto derecha) creó la Fundación Integra, para apoyar a niños en extrema pobreza. En la administración de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), Marta Larraechea (foto izquierda) dirigió la Fundación Nuevos Tiempos, de la que surgieron más tarde el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y el Museo Interactivo Mirador (Mim). Con Luisa Durán, en el gobierno de Ricardo Lagos (foto derecha) (2000-2006), nació la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles. Bajo el primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014), su esposa Cecilia Morel supervisó el área socio-cultural de la Presidencia, trabajo que retomó durante la segunda administración que concluye el próximo mes.

En los anales de la República, según cuenta la leyenda, la primera mujer que aparece desempeñando un papel cercano al de una Primera Dama fue Isabel Riquelme, madre soltera que acompañaba a su hijo, el Director Supremo Bernardo O’Higgins, en todos los actos protocolares. Y sólo en tres oportunidades, durante estos 220 años, Chile no tuvo una Primera Dama: Sucedió con el Presidente Jorge Alessandri (1958-1964), que era soltero, y con la Presidenta Michelle Bachelet, que también era soltera, en sus dos períodos entre 2006 y 2010 y entre 2014 y 2018.

En reemplazo de una Primera Dama, la doctora Bachelet designó a su hijo Sebastián Dávalos como director del área cultural… pero ésa es otra historia que no cabe en este recuento profesional.