Tras cumplir seis meses como presidenta de la Convención Constitucional, la constituyente mapuche, Elisa Loncon, quien recibió la  medalla al mérito universitario otorgada por la Universidad de Santiago de Chile (Usach) hace algunos días y que fue reconocida y destacada por la revista Time y el diario británico Financial Times, entre las 100 personas y 25 mujeres -respectivamente- más influyentes del mundo durante el 2021, deja ahora el cargo.

Loncon será sustituída en adelante, hasta el fin del trabajo constitucional, por María Luisa Quinteros, odontóloga de 39 años y de la región del Maule (Distrito 17-Foto derecha).

Loncon abordó recientemente las características de los liderazgos que deberán continuar con el mandato del órgano constitucional. A su juicio, las personas elegidas “tienen que ser mujeres muy dialogantes, de mucha escucha” que “permitan la complementación de lo técnico y de lo político con el sentimiento del afecto y la ternura”, ya que, según Loncon, “este país requiere una política con ternura y es lo que nosotros hemos instalado en la primera etapa”.

Además, puntualizó en que quienes asuman la directiva deberán “seguir con lo que ya está instalado en el reglamento, porque nosotros tenemos normas para avanzar en el trabajo”, como la plurinacionalidad, paridad, diversidad, descentralización, entre otros aspectos.

Loncon destacó el trabajo realizado junto al vicepresidente de la Convención, Jaime Bassa,  y aseguró que la salida de ambos “responde a un acto democrático, tal vez el más generoso que puede existir en este proceso”. 

“Hicimos un trabajo bastante reconocido y podríamos seguir, sin embargo nos instalamos con la palabra de que si nosotros fuéramos las personas electas en la primera etapa íbamos a ampliar la mesa a todos los sectores políticos e íbamos a rotar los cargos”, explicó, y agregó: “Y esa palabra es palabra cumplida”.

Loncon fue consultada sobre las diferencias que han existido entre los escaños reservados durante el proceso constitucional a lo que respondió: “El problema existente en los escaños reservados es la falta de claridad respecto de los objetivos que nosotros tenemos acá” y aclaró que “no hay diferencias en cuanto a pensamiento político, todos venimos a instalar los derechos fundamentales de las naciones originarias, por lo tanto esa es la ruta”.

En esa línea, explicó que “siempre el grupo de los pueblos indígenas es un espacio deseado para controlarlo externamente y yo siento que se instaló desde un comienzo que los pueblos indígenas estaban siendo manipulados externamente”.

De hecho, comentó que, previo a que fuese elegida para presidir la Convención, uno de los “problemas más grandes con el cual a mí se me acusó y, era completamente falso, fue que yo dependía del PPD y de los poderes constituidos, y que detrás de mí había gente, mano negra”. Sin embargo, agregó que “eso, en la evidencia de los hechos, ha mostrado mi transparencia”.

“Esa mentira que se instaló (…) es la que ha pesado, ¿para qué? Para bajar el liderazgo que se pueda tener en cuanto a dar una dirección”, agregó.

“Ha implicado grandes esfuerzos” 

A modo de balance, la presidenta señaló que el trabajo que se ha realizado durante estos seis meses desde que se constituyó la Convención “ha implicado grandes esfuerzos”, pero también significó “la puesta en marcha de un proceso inédito en Chile para sustentar la nueva Constitución”.

En ese marco, destacó que el proceso ha sido reconocido tanto a nivel nacional como internacional, y que, actualmente, los convencionales tienen todas las condiciones para comenzar la etapa de redacción de las normas constitucionales.

Respecto al periodo en que se abordará ese proceso, la presidenta señaló que “nos estamos dando ese tiempo de enero, febrero y marzo, y ya en mayo entramos a la etapa de armonización de los contenidos de la Constitución con un cronograma bastante organizado”, para que así “a finales del 4 de julio” esté lista la nueva Carta Magna.

Otro aspecto que la también convencional mapuche destacó fue la autonomía e independencia del órgano constitucional.

“Siempre se ha mantenido la autonomía en la toma de sus decisiones y eso habla bien del proceso, porque nosotros respondemos a la ciudadanía que quiere que las personas -que somos los constituyentes- estemos más cerca de la ciudadanía y a la par con ellos construyendo este proceso”, reconoció.

Loncon al dejar la mesa: «Los pueblos indígenas podemos gobernar y gobernarnos, esta presidencia ha dado muestras». En sus últimas palabras ante el pleno, la presidenta de la Convención Constitucional criticó al Ejecutivo y reflexionó sobre el lugar que ocupó en estos seis meses.

Elisa Loncon pronunció su último discurso en el cargo de Presidenta y recordó las dificultades que tuvieron al iniciar el trabajo, criticó al Ejecutivo y aseguró que «todo esto no ha sido fácil.

Desafortunadamente, tuvimos que lidiar con mezquindades de parte del poder constituido. A pesar de ser un mandato constitucional, el gobierno saliente fue un obstáculo, sobre todo en los primeros meses».

Dijo: «Al principio no teníamos nada. Pero lo logramos, acá estamos, y en gran parte se debe a las instituciones públicas y republicanas de nuestro país».  Otro de los puntos del discurso de Loncon hizo referencia a los pueblos indígenas, momento en el que la presidenta afirmó que «los pueblos indígenas podemos gobernar y gobernarnos, esta presidencia ha dado muestras de que podemos hacernos cargo y dirigir los grandes temas del país».

«Las naciones originarias somos agentes democratizadores, que traemos profundos pensamientos para repensar nuestra vida común y digna; somos culturas vivas, somos lenguas diversas y no dialectos como dicen aquellos que aun quieren negarnos. Es hora de escucharnos simétricamente», pidió. También abordó el conflicto en la Macrozona Sur, que se ha abordado en diversas discusiones de la Convención Constitucional, e hizo énfasis en la necesidad del diálogo.

Y señaló: «El diálogo entre pueblos es el único camino que tenemos para solucionar nuestros conflictos históricos. Y en esta testera pienso en Wallmapu y en las oportunidades que se abren para construir un diálogo político para conversar democráticamente de nuestras heridas y buscar sanarlas, sobre la base de nuestros derechos colectivos, culturales y territoriales», afirmó la hoy ex presidenta.

«Hay una vía política para encontrar caminos de solución en Wallmapu, para instalar la autonomía y la libre determinación en una Constitución plurinacional; empujemos esos diálogos transversales, hablemos entre iguales y diferentes, crucemos la frontera y parlamentemos», pidió.

En sus palabras también destacó la posibilidad de ocupar el cargo en la testera siendo mujer mapuche y dijo que «hace seis meses había comenzado una extraña historia para la vida republicana de Chile. Y esa extrañeza, hoy familiar, también se debía a un hecho que anteriormente hubiese parecido inverosímil: una mujer mapuche puede gobernar una institución que marca los destinos del país».

Sobre eso, Loncon afirmó que «este es un hecho cultural y político sin precedentes en la historia de nuestra comunidad política, habla de un país paritario y plurinacional que ya da sus primeras luces».

Agradeció a las comunidades y organizaciones mapuche, a las feministas, y le dedicó un especial saludo a la machi Francisca Linconao. «Espero haber estado a la altura y sepan ustedes que nada de lo que he hecho ha estado el contra de los derechos colectivos. Por último agradeció al vicepresidente Jaime Bassa y para cerrar afirmó que «nos quedan seis meses, sigamos escuchando, dialogando y profundizando la democracia en este hermoso camino que nos tiene elaborando una nueva guía de ruta para la sociedad plural y digna que viene emergiendo».