Por Jessika Krohne

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Los chilenos se han enfrentado a épocas muy turbulentas en el país. El estallido social  el 18 de octubre de  2019 removió el piso de la gente, movilizando grupos enteros con la esperanza de tener un mejor país, más justo y equitativo. Ese sueño se fue debilitando cuando llegó la pandemia a Chile tuvimos que enfrentarnos a uno de las mayores crisis sanitarias de los últimos 100 años. Este año se ha podido sobrellevar la pandemia de mucho mejor manera gracias a las políticas de vacunación que ha ido implementando el gobierno a lo largo de todo el país. 

Los últimos meses hemos sido testigos de una campaña política muy violenta y sucia de dos candidatos totalmente opuestos, hasta que finalmente ganó uno de los dos, generando una gran esperanza en mucha gente.

Después de meses con tanta adrenalina y tiempos muy complejos para Chile nos encontramos frente a una de las fiestas más importantes del mundo: La Navidad. Es una época reflexiva donde aparecen muchos sentimientos, pero donde el mayor anhelo es tener una fiesta en paz.

La Navidad , que procede de la palabra latina nativita, significa nacimiento. Según la tradición, tiene que ver con el nacimiento del hijo Jesús, pero en la actualidad y después de haberse debilitado tanto la religión católica en todo el mundo, muy pocos se acuerdan de ese acontecimiento tan importante. A pesar de que el año que vivimos se basa en este suceso: 2021 después del nacimiento de Jesús. 

En fin, no es un hecho relevante para muchos y esta fecha se ha convertido en una fiesta comercial donde se trata de salir de la rutina y pasar un momento agradable con los seres más queridos. Si hay algo que caracteriza la Navidad es el ambiente festivo y comercial donde aún la gente mayor espera recibir un presente.

Si le dijeran que en esta Navidad pidiera un solo deseo ¿qué diría? ¿Su primera reacción sería pensar en algo material, ya sea para cubrir una necesidad o darse un gustito? Pero si ese deseo fuera el último de su vida… ¿qué pediría?

La Navidad pasará, los juguetes se arruinarán, los regalos se olvidarán y el tiempo seguirá pasando y cada día nos acercaremos más al momento de partir de este mundo.

En esa perspectiva y viviendo los difíciles momentos que nos ha tocado vivir, por qué no nos encontrarnos con nosotros mismos y hacer una reflexión profunda en estas fechas con las siguientes preguntas: ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué nos deparará el futuro? ¿Cómo queremos vernos en el futuro?

Recordemos que mucha gente pasa momentos muy difíciles en estos días, por diferentes razones y motivos. No son fechas fáciles para muchos. Por eso, no olvidemos encontrarnos en estos días con nosotros mismos, con nuestros sentimientos, anhelos y deseos y conectémonos con nuestro ser más profundo.

No nos estresemos para que todo salga perfecto. Solo vivamos este momento con sentido y en Paz.

Que la Navidad sea la esperanza de todos nosotros de vivir más tranquilos, reflexivos y de manera más conectados (Con nosotros y con las personas que nos rodean). 

Este deseo de la columnista, la psicóloga Jessika Krohne, es también el gran deseo de KRADIARIO para  todos sus lectores y columnistas.