Por Walter Krohne

La Unión Europea quiere evitar una «temida» invasión de Ucrania por parte de Rusia con la ayuda de un paquete de sanciones concretas, dijo este viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

«La agresión debe tener un precio», dijo von der Leyen al margen de una reunión en Bruselas con Olaf Scholz, el nuevo canciller de Alemania. «Por lo tanto, comunicaremos estos puntos con anticipación en una forma apropiada … a Rusia». Von der Leyen dijo que no se harían públicos más detalles, pero dejó entrever una prohibición de la operación del gasoducto Nord Stream 2, por el cual Rusia espera poder vender a Alemania gas natural transportado por el Mar Báltico.

«En general, es importante que la energía nunca se utilice como un medio para ejercer presión y que se garantice la seguridad energética de Europa y sus vecinos», dijo la alta funcionaria de la UE.

Scholz acotó que «está muy claro que Alemania, la Unión Europea y muchos otros países reaccionarían si ocurrieran violaciones fronterizas», pero la tarea es justamente la de evitar que esto ocurra, subrayó el nuevo líder alemán.

«Queremos seguridad y cooperación en Europa. Queremos que las fronteras sigan siendo inviolables . Y eso es lo que está actualmente en juego», agregó Scholz.

Según la OTAN, Rusia concentra ya entre 75.000 y 100.000 soldados en su frontera con Ucrania, lo que lleva a temores de una repetición de la invasión de 2014, cuando Rusia anexó la península ucraniana de Crimea y comenzó a apoyar a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania

En el año 2014 los habitantes del Donbass, una región ubicada  al este ucraniano con población en un 98% rusoparlante, vinculada cultural e históricamente a Rusia,  se opuso a la destitución, con apoyo occidental, del  gobierno de Viktor Yanukovich.

Rusia rechaza la presión de Estados Unidos después que el presidente, Joe Biden, aseguró que no va a aceptar ninguna de las «líneas rojas» trazadas por el líder ruso Vladímir Putin y que EE UU está preparando iniciativas para defender a Ucrania.

Rusia quiere lograr que Ucrania modifique su Constitución para otorgar un estatuto autónomo a la región de Donbás, a lo que el gobierno ucraniano se opone, argumentando que esto provocaría una división del país. … Rusia, además,  ve como una amenaza a su seguridad el intento de que Ucrania se incorpore a la OTAN (alianza militar atlántica).

La exrepública soviética, obtuvo su independencia después del colapso de la Unión Soviética, en 1991, aunque siempre se vio más inclinada a Occidente.

En ese contexto, la influencia de la OTAN se deja sentir cada día con más fuerzas permitiendo, que en la actualidad, el ejército de Ucrania sea el tercero más grande de Europa, por número de efectivos  (1.200.000  entre activos y reserva). Es además un ejército dotado de 2.200 tanques de combate, 25 naves de guerra ubicadas en el Mar Negro y 240 aviones, incluyendo 39 cazas. A pesar de todo este armamento y un ejército numeroso, el potencial militar ucraniano sigue siendo inferior al ruso en la región aludida.

El gobierno ucraniano, presidido por Volodimir Zelenski y con anterioridad el de Petro Poroshenko, definen a las fuerzas populares del Donbass como “terroristas” a las cuales no se les puede dar cabida ni aceptar sus pretensiones.

Ucrania y Occidente acusaron a Rusia de enviar sus tropas a la región del este ucraniano para armar a los separatistas, pero Moscú niega las acusaciones y afirma que son voluntarios rusos que están ayudando a los rebeldes.

Desde que Moscú se anexó Crimea en 2014, las tensiones entre ambos países se han incrementado por el acceso al mar Negro y al mar de Azov, que rodean la Península.

Y tanto Moscú como Kiev han estado aumentando su presencia militar en la zona y las potencias de Occidente acusan a Rusia y al presidente Vladimir Putin de buscar siempre más  conflicto.