La moción promovida por la derecha y la ultraderecha peruana para destituir al presidente, Pedro Castillo, fracasó al no obtener este martes los votos suficientes para ser admitida a trámite y, con ello, abrir el proceso de destitución presidencial.
La iniciativa quedó archivada para alivio de Castillo, que con solo cuatro meses en el cargo vio cómo los sectores de derecha que aún no reconocen la legitimidad de su victoria electoral hicieron su primer intento para despojarlo de la Presidencia.
El mandatario podrá respirar tranquilo al menos tres meses, pues la próxima semana el Parlamento entra en receso hasta marzo y hasta entonces no podrá intentar nuevamente la destitución del jefe de Estado.
Este primer intento se quedó a seis votos de conseguir los 52 necesarios para admitir a trámite la moción y, con ello, abrir un proceso de vacancia (destitución) presidencial que se resolvería en un máximo de diez días.
La iniciativa, que perseguía declarar a Castillo “incapaz moral permanente” por, entre otras cosas, presuntamente haber ejercido presiones para ascender irregularmente a allegados suyos en las Fuerzas Armadas, obtuvo 76 votos en contra frente a 46 a favor y 4 abstenciones, por lo que fue archivada ante la sonora celebración del oficialismo.
La moción apenas pudo conseguir apoyos más allá de los tres partidos de derechas que la promovían, entre ellos el fujimorista Fuerza Popular, el ultraderechista Renovación Popular y el neoliberal Avanza País.
Son los mismos tres partidos cuyos integrantes apoyaron las denuncias de fraude electoral lanzadas sin pruebas por Keiko Fujimori tras perder las elecciones presidenciales ante Castillo, a quien niegan su legitimidad como presidente y al que acusan de llevar al país hacia el “comunismo”.
“Desde que ganamos las elecciones, los golpistas han promovido la vacancia sin fundamentos. La demolición y los ataques han sido constantes, pero aquí nos encontramos, de pie, defendiendo nuestra democracia en aras de la gobernabilidad”, escribió en redes sociales la congresista de Perú Libre y ministra de Trabajo, Betssy Chávez.
En la misma línea se manifestó la vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte, quien pidió a los promotores de la vacancia que “entiendan de una vez que han perdido las elecciones”.
Sin embargo, una vez finalizada la votación, el retirado almirante de la Armada peruana Jorge Montoya, congresista de Renovación Popular, no descartó que próximamente se presenten nuevas mociones para destituir a Castillo, quien bajo su criterio ganó las elecciones “con una minoría”.
Esta moción de destitución presidencial era la quinta presentada en el Parlamento en los últimos cuatro años, lo que impidió culminar sus mandatos a los expresidentes Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) y Martín Vizcarra (2018-2020).
Al igual que a ellos, a Castillo se le buscaba declarar “incapaz moral permanente”, una figura contemplada originalmente en la Constitución para desposeer al jefe de Estado de su investidura en caso de incapacidad mental, pero a la que la oposición peruana quiere aplicar para cualquier carencia de ética del presidente, ya sea real o supuesta.