Por Walter Krohne
Los candidatos a la presidencia de Chile jugaron este jueves sus últimas cartas, en variados actos para cerrar las campañas en el país, carrera electoral que termina con una fuerte incertidumbre y marcada por un sorpresivo escándalo de corrupción que podría herir a la izquierda.
Los analistas políticos no se atreven a hacer pronósticos muy concluyentes para las elecciones presidenciales y legislativas de este domingo, informa la enviada especial a Chile del diario Clarín de Buenos Aires, Carolina Brunstein. (elección presidencial, junto a la de diputados, la mitad del Senado y los Consejeros Regionales).
En la recta final, todo parece apuntar a una reñida disputa entre dos extremos: el líder de ultraderecha José Antonio Kast, de 55 años, y el candidato de izquierda Gabriel Boric, de 35 años. En un tercer lugar aparece el oficialista Sebastián Sichel, de la coalición de derecha Chile Podemos Más, y poco más atrás la única mujer en la contienda, la candidata de la Democracia Cristiana Yasna Provoste.
Los otros tres candidatos -al parecer sin chances reales- son los independientes Franco Parisi, Marco Enríquez Ominami y Eduardo Artés.
Kast, del Partido Republicano, y Boric, un ex líder estudiantil que se presenta por la alianza Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista),»acarician el pase a una segunda vuelta», este domingo.
Según los últimos sondeos -que ya no pueden publicarse en Chile- Carolina Brunstein señala que ambos están en torno al 30% de intención de voto. Sichel, quien parecía haber quedado atrás, en torno a un 10%, retomó impulso luego del último debate presidencial, el lunes, y algunos analistas no descartan que en un vuelco final pueda acercarse a Kast, agrega la priodista en Clarín.
Pero a última hora, mientras los candidatos preparaban sus discursos de cierre, una revelación cayó como una bomba en la coalición de Boric.
El sitio de investigación Ciper Chile difundió un informe según el cual la ex candidata a gobernadora de Santiago, Karina Oliva, ahora aspirante a una banca en el Senado por la izquierda, pagó sueldos abultados a sus asesores durante su campaña a la gobernación con fondos del Estado.
Y el escándalo creció cuando este jueves, en declaraciones a varios medios, Oliva, del pequeño partido Comunes, que integra el Frente Amplio de Gabriel Boric, reconoció que había violado el plazo legal para el financiamiento, es decir, más allá de los 90 días previos a los comicios.
Polarización política en Chile

Boric junto a Karina Oliva, la de los sueldos abultados.
Dos destacadas publicaciones internacionales especializadas en economía analizaron el escenario de Chile de cara a las elecciones generales del domingo y advirtieron, sobre todo en la carrera presidencial, que puede haber unos comicios

José Antonio Kast
«polarizados» por candidatos que representan dos extremos, como son José Antonio Kast (Partido Republicano-extrema derecha-foto arriba) y Gabriel Boric (Apruebo Dignidad-Comunista a la derecha con Oliva).
«Las elecciones de Chile ponen al libre mercado a merced de los votantes molestos con este modelo (o enojados)», tituló un artículo de la agencia económica estadounidense Bloomberg.
«Un Chile políticamente polarizado celebra elecciones presidenciales el domingo, con votantes dispuestos a derrocar un modelo económico instalado durante la dictadura de Augusto Pinochet o redoblar su espíritu de libre mercado», planteó la columna firmada por Matthew Malinowski, editor de Gobierno y Economía de América Latina de Bloomberg (foto derecha).
El semanario británico The Economist, en tanto, fue más duro en su análisis y aseguró que «los votantes de Chile están al borde de un terrible error», alertando que «dos extremistas están liderando las encuestas en esta semana de elección presidencial».
Ante ello, apuntó a Sebastián Sichel (Chile Podemos Más) y Yasna Provoste (Nuevo Pacto Social-DC) como alternativas «moderadas», y dedicó una línea a la postulante DC, quien «ofrecería la esperanza de salir de la peligrosa polarización y encontrar un nuevo consenso».
«Yo no tengo que leer ni Bloomberg ni The Economist para saber que la elección está polarizada», comentó en Chile el economista Joseph Ramos (foto izquierda).
El académico de la Universidad de Chile expuso que «todo chileno sabe que está entre una izquierda más allá de la Concertación y un candidato de derecha que se fue de la UDI (más hacia la derecha)», cuestionando que «las propuestas de ambos candidatos son muy diferentes: las del candidato Boric de aumentar los impuestos en ocho puntos del PIB obviamente desalienta la inversión, y la del candidato Kast rebaja los impuestos… Sabemos que eso va a agrandar el déficit, que ahora ya es grande».
Más cauto fue el ex ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre. «Yo creo que Gabriel Boric no es una persona de extremos, en absoluto. Creo que es una persona que, más bien, es de centroizquierda; le pueden decir ‘amarillo’, pero sin duda alguna que en el arco geográfico está ubicado a la izquierda de Yasna Provoste», opinó en el El Primer Café de Radio Cooperativa esta mañana..
En ese sentido, manifestó su interés de que «ojalá la candidatura de Yasna Provoste tenga fuerza, porque también eso ayuda a que los propios planteamientos de segunda vuelta busquen más el centro».
«Yo creo que lo único extremo en Chile es Kast», subrayó Eyzaguirre
Otras opiniones, pero del mundo empresarial
Juan Pablo Swett, líder de la Multigremial de Emprendedores, consideró que «probablemente estamos enfrentados a las elecciones presidenciales más inciertas en materia económica, y el resultado que va a generar eso en el mundo del emprendimiento y de las pymes», con «programas económicos que pueden afectar mucho al emprendimiento, mucho a la pequeña y mediana empresa por políticas tributarias, políticas laborales».
«Eso genera incertidumbre, yo creo que está bien definida la palabra», coincidió Marcos Rivas (derecha), de la Asociación de Emprendedores de Chile. Sin embargo, no es algo nuevo, afirmó: «Tampoco es ajeno a las elecciones anteriores; siempre se genera incertidumbre desde el lado de los emprendedores, el empresariado y también desde las pymes».
La revelación no sólo empaña la figura de una candidata que parecía ser la carta fuerte de la izquierda para el Senado. También podría golpear la campaña de Boric, quien sin embargo mostró reflejos rápidos y enseguida salió a repudiar la actuación de Oliva.
“Estas prácticas, sucedan donde sucedan, son inaceptables, no lo vamos a tolerar y no va a ser parte de nuestro gobierno”, declaró este jueves Boric en un acto con vecinos de la comuna de Lo Espejo, en Santiago.
Según el diario La Tercera, aunque Oliva lideraba los sondeos, sus colegas no podían arriesgarse a que el caso empañara la elección de este domingo. Sobre todo, porque una de las banderas de Boric justamente fuera de “manos limpias” frente a la corrupción.
El propio partido Comunes se apuró en darle la espalda a Oliva. Su presidente, Jorge Ramírez, renunció el mismo miércoles en la noche, cuando surgió el escándalo. Y en un comunicado, la formación les dio a sus militantes “libertad de acción” en las elecciones parlamentarias de este domingo.
“Lo que tenemos hoy es una confrontación entre pinochetismo y antipinochetismo. Entre neoliberalismo o socialdemocracia: se enfrentan una derecha radical y una izquierda radical, que hasta ahora no se habían visto con tanta fuerza en Chile”, explica a Clarín de Buenos Aires el sociólogo Augusto Varas, presidente de la Fundación Equitas (izquierda).
Esta polarización que marcan aquí muchos analistas y periodistas, surgió con fuerza tras el estallido social de octubre de 2019, cuando un aumento en el precio del boleto del metro disparó una oleada de protestas sin precedentes en el que grandes multitudes, especialmente de jóvenes, se atrevieron a reclamar derechos sociales, equidad y una Constitución que reemplace la del régimen de Pinochet.
“De allí surgió con fuerza la candidatura de Boric, que es parte de una nueva generación, con un discurso muy radical. La derecha tradicional, hasta ahora siempre moderada, no se siente entonces representada por Sichel, que no encarna el verdadero ADN de la derecha”, interpreta Varas.
“La verdadera derecha se ve amenazada por el discurso de la izquierda radical y encuentra una voz en Kast, que tiene un discurso mucho más extremista”, agrega.
Pero aquí muchos coinciden en que el líder de ultraderecha trastabilló en el debate del lunes pasado, se mostró nervioso y dubitativo, no supo responder preguntas sobre economía. Y en cambio Sichel sí mostró más cintura.
En todo caso hay que afirmar una y otra vez que Chile se enfrentará este domingo a uno de los comicios más relevantes del último tiempo, los cuales se llevarán a cabo en un escenario marcado por la alta polarización y las tensiones que hoy en día afectan al espectro político.
The Economist destaca esta semana que por la mayor parte de este siglo, «Chile ha sido considerado como un país estable y predecible, con un crecimiento económico constante y una política moderada», subrayando además que el país fue visto «como una historia de éxito y un modelo para América Latina».
Sin embargo, el diario zanja que «ese Chile estable desapareció hace dos años, en una explosión de protestas masivas y en ocasiones violentas».
La publicación británica destaca que el 18 de octubre de 2019 «el descontento se había acumulado» y los integrantes de la clase política «parecían incapaces de lidiar con un crecimiento más lento y oportunidades reducidas, especialmente para la gente más joven».
Asimismo, explica que las protestas se calmaron cuando se alcanzaron los acuerdos para redactar una Nueva Constitución, y se concertó una salida pacífica al tipo de agravios que habían afectado a muchos países en los últimos años.
«Pero Chile aún tiene que recuperar su equilibrio, como probablemente lo demuestre una elección presidencial polarizada el 21 de noviembre», dice The Economist.
En ese sentido, el semanario explica que actualmente, la Convención Constitucional «se ha convertido en un teatro de despertar, con llamados a librar la guerra contra industrias fundamentales como la minería (que representa más de la mitad de las exportaciones) y la agricultura para la exportación (más del 30%), junto con demandas más justificadas de un mayor papel del Estado en las pensiones, la sanidad y la regulación verde». «Los optimistas dicen que aún puede surgir una constitución realista y modernizadora; los pesimistas temen una lista utópica de derechos inasequibles y anticapitalismo».
La Confederación de la Produción y el Comercio (CPC) llama a los convencionales a ser responsables en cumplir su mandato y que depende de ellos «que el proceso no fracase».
Lo más negativo que ha ocurrido en los últimos días es que cuando el Presidente de la CPC, Juan Sutil, le pidio a la Presidenta de la Convención Elisa Loncon una entrevista para hablar sobre temas económics y empresariales, que son también parte de la futura Carta Magna, ella le negó una audiencia «por razones de agenda copada». ¿Es en esta forma, sin hablar ni intercambiar ideas, es que se está escribiendo la nueva Constitución de Chile?
Sutil se limitó sólo a exprsar que » a mi me parece que no es adecuado, porque yo he recibido, mientras he sido presidente de la CPC a todas las personas que me lo han pedido, de todos los sectores, de todas las corrientes, de todas las opiniones, y yo creo que en una cosa que es tan fundamental como la redacción de una Constitución que, a lo menos, no solo hay que oír, sino que también hay que escuchar».
Comparto con ustedes, el mejor análisis que llegó a mis manos del Periodista y amigo Daniel Lillo Cuadra para enfrentar y ganar las elecciones de mañana domingo.
En fecha reciente » Un 80% de los chilenos votó por una nueva Constitución democrática, un 20% rechazó el cambio, buscando mantener la actual gestada en Dictadura y que por más de 40 años ha sido «la madre de todos los abusos»
Es fundamental entonces que el nuevo o la nueva gobernante venga del mundo del «Apruebo», sería absurdo pensar que un Kast o un Sichel , del mundo del «Rechazo» van a impulsar la aplicación del nuevo texto fundamental » o medidas que favorezcan a la mayoría.
Compatriotas, no es posible que el 80% que nos unimos por el APRUEBO por una causa común: terminar con la injusticia, con las pensiones miserables, con una salud sólo para el que la puede pagar y muchas razones más, vamos a elegir al 20% del RECHAZO que se opone a la justicia que reclamamos por que afecta sus intereses.
Los que representamos el 80% ( la mayoría ) tenemos 5 candidatos y los que representan al 20% ( la minoría ) tienen 2 candidatos, entonces esta claro, la mejor opción para que pasen a segunda vuelta, necesariamente serán Boric y Yasna Provoste, los dos que se la jugaron por el APRUEBO y en consecuencia, uno de ellos con el apoyo del 80% será elegido(a) PRESIDENTE DE CHILE. De igual forma es fundamental que apoyemos a todos los candidatos que estuvieron con el APRUEBO para darle respaldo a nuestro próximo Gobierno.