El presidente del Perú, Pedro Castillo, anunció que venderá el avión presidencial como parte de una política de austeridad que asumirá su gestión. Durante su exposición del balance de sus 100 días de Gobierno en Ayacucho, el mandatario anunció que el dinero que reciban por la venta de este avión será destinado para los sectores salud y educación. ¿No sería mejor rebajarle el sueldo a los políticos?
“Venderemos el avión presidencial, recursos que serán utilizados en la salud y educación de los niños del Perú”, expresó el jefe de Estado en un discurso pronunciado en Ayacucho.
En esta línea, Pedro Castillo anunció que como parte de las políticas de austeridad que piensa asumir, firmará una norma para que los funcionarios públicos viajen en vuelos comerciales: “Desde que ingresé al gobierno he podido observar que los funcionarios públicos tienen muchos privilegios. Por eso anuncio que hoy voy a firmar una norma que prohíba que ningún funcionario público viaje vía área en primera clase. En un Gobierno del pueblo, los funcionarios viajarán como cualquier ciudadano de la patria”, agregó. (¿Viajará Castillo entonces también en clase turista en el futuro para representar a Perú en conferencias internacionales y lo hará junto a decenas de viajeros que nada tienen que ver con las tareas del Gobierno?).
El anunció sobre la venta del avión presidencial fue brindada en ausencia de Mirtha Vásquez, titular de la Presidencia del Consejo de Ministros, quien no viajó a Ayacucho para la presentación del presidente Pedro Castillo, en lo que fue su balance de sus primeros 100 días de gobierno.
Al respecto, el politólogo Juan de la Puente escribió en su cuenta de Twitter que el avión presidencial como tal no existe. Comentó que la aeronave le pertenece al Estado y que está en poder de la Fuerza Aérea del Perú. Asimismo, resaltó su utilidad en situaciones de emergencia ayudando a trasladar a personas que necesitan algún tipo de atención. En ese sentido, expresó que un país vulnerable e incomunicado necesita más aviones “y no vender los pocos que hay”.