Por Walter Krohne 

Había que esperar a Jackson y a Sabag para que llegaran a la votación fijada para ayer, pero a los «politiqueros» no se les ocurrió otra idea que hablar y hablar para que no se interrumpiera la sesión que debía terminar justamente con la votación. El diputado socialista Jaime Naranjo obtubo un «Guiness» tras hablar casi 15 horas seguidas o con breves interrupciones para poder ir al baño.

¿Es una pena grande que la política en Chile esté por los suelos y  tan deteriorada.  ¿Será quizá causa directa de la reforma electoral impulsada por Michel Bachelet que le permitió la entrada al Congreso Nacional a Pedro Juan y Diego?

Lo mismo pasó en la Constituyente. En ambos centros legislativos, a los que deberíamos considerar como cunas de la  “alta deliberación política, económica y social”,   abundan, no los políticos de verdad o estudiosos sociales, “sino bailarinas y bailarines  chantas” al nivel de la tía Picachú, Florcita Motúa o la Pamela Jiles, quien cada vez que se aprueba una ley que solo ayuda a hacer caer a Chile a pedazos, como los retiros del 10%, festeja y baila como loca en los pasillos del hemiciclo.

Para un pueblo ignorante es una proyección fabulosa  llegar a ocupar uno de estos puestos del Estado de Chile para poder  ganar   dietas millonarias, trabajando poco, sin responsabilidades mayores, estar sin trabajo o no querer seguir estudiando o perfeccionándose en la vida.

Ganar una elección no es difícil como parece, además los gastos de campaña los paga el Estado, es decir los pagamos todos los chilenos. Miren a otro nivel y comparen: el caso de Franco Parisi, abanderado a La Moneda y que tiene líos con la justicia estadounidense por pensión alimenticia impaga, pero en Chile es nada menos y nada más que un flamante candidato presidencial.

Parisi en esta elección nunca ha hecho campaña en territorio chileno; al menos no se le ha visto, todo ha sido a través de las redes sociales desde EE UU o de donde se encuentre. Inventa historias para explicar a sus electores porque no ha podido retornar a Santiago. La última excusa fue: No puedo retornar “porque tengo un PCR incompleto” (eso no existe como término válido en ninguna parte del mundo. Tiene o no tiene uno, pero no uno incompleto). Después de la elección, quizá, este candidato «virtual» le intentará pasar al Estado la cuenta de lo que habría gastado en su “campaña electoral”  y con lo que reciba  a lo mejor pague sus deudas. Y curiosamente marca  entre 10 y 12% en las encuestas.

La verdad es que me da vergüenza observar todo este desarrollo político en Chile. Cómo los postulantes a cargos políticos que se ríen y engañan a la gente, mientras el país en los últimos años ha ido de mal en peor –en todos los sentidos y en todos los campos- y los políticos mediocres y no mediocres tienen aquí una tremenda responsabilidad y buenas posibilidades para llevar sus platas a un país fiscal ganadas haciendo poco o nada.

Hay que tomarse la cabeza a dos manos cuando los más viejos hemos tenido esperanzas de recibir una mejor jubilación, pero otra vez perdimos porque la reforma previsional ha pasado en el Senado ya cuatro o más años sin que pase nada. La misma Constituyente que muchos creíamos que iba a ser una solución, se ha convertido en un nuevo problema para los chilenos. No es más que un estorbo político  y centro de escándalos de todo tipo. Ni siquiera con una presidenta mapuche se ha logrado siquiera calmar a los narcoterroristas en la Araucanía.

Mintras tanto el narcotráfico crece y crece y el comercio ambulante ya no tiene calles vacías para actuar. Qué decir de la Paza Baquedano y los negocios e iglesias saqueadas o incendiadas. ¿Fueron quizá causadas por agitadores sociales que ni pudieron llegar al Parlamento?

Sin embargo lo más atroz ocurrió anoche en la Cámara de Diputados con políticos irresponsables como Jaime Naranjo (PS), la llegada a medianoche del diputado Giorgio Jackson (RD) tras finalizar su cuarentena preventiva tras ser contacto estrecho, y el arribo del diputado Jorge Sabag (DC) desde Chillán con un PCR pendiente ¿y si estuviese contagiado de verdad qué pasaría? Y todo este actuar irresponsable show mediático fue para aprobar con el número de votos necesarios una acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera. Había que esperar a Jackson y a Sabag para que llegaran a la votación fijada para ayer, pero a los «politiqueros» no se les ocurrió otra idea que hablar y hablar para que no se interrumpiera la sesión que debía terminar justamente con la votación que fue de 79 a favor, 67 en contra y 3 abstenciones. El diputado socialista Jaime Naranjo obtubo una mención «gines» tras hablar casi 15 horas seguidas o con breves interrupciones para poder ir al baño.

Pero en el caso de Piñera y la acusación, la verdad es que no se sabe con certeza lo que hizo de malo o no hizo o dejó de hacer (¿será más malo que lo que han hecho otros políticos que han estafado abiertamente y directamente al Estado?), pero hacer una acusación faltando solamente 13 días para la elección presidencial primera vuelta, me parece una bestialidad. Además ya la Fiscalía cuenta con los antecedentes de la acusación, porque echar al Presidente a su casa asi nomás sólo por la soberbia de algunos, sería grave para un Estado que se se siente democratico Esto puede llegar a aparecerse  al tiempo que se vivió en  Perú hasta el año pasado cuando el cambio de Presidente se había hecho mensual y hasta semanal.

A este circo chileno hay que anotar también cinco horas de exposición del abogado defensor del Presidente Sebastián Piñera, Jorge Gálvez, para luego dar paso a las comisiones por bancada. No fue sino hasta las 8.00 horas de este martes que los diputados y diputadas emitieron sus sufragios.

Como un daño para el país a nivel interno e internacional, así analizó el presidenciable del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, la aprobación este martes en la Cámara de la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera. En entrevista con Radio Infinita, Kast comentó que «los diputados que se prestaron para este circo, no saben el daño que le hacen al país. Y más que entrar en el detalle, porque todo el mundo lo vio y estuvieron ahí analizando durante tantas horas lo que hacían no hacían, los tipos de pequeños fraudes que querían hacer, sacar gente de la Sala, pero aquí la reflexión tiene que ser más profunda».

Por su parte Sebastián Sichel, manifestó que «lo de ayer sobre la acusación constitucional y el triste espectáculo que dio el Congreso, particularmente la izquierda, demuestra cómo se están degradando nuestras instituciones y cómo a algunos les importa poco el bienestar de Chile y están preocupados de su propia sobrevivencia». «Imagínense que las mismas horas que se gastaron ayer en sesionar y hablar, hablar, se ocuparan en aprobar la reforma de pensiones, la ley de control de armas, y tantas otras leyes que duermen en el Congreso. Pero no, prefieren tratar de destituir un Presidente, en democracia destituir un Presidente debería ser la última opción y nunca debería hacerse en tiempo electoral»,