Tres reformas centrales, una ambiciosa reforma tributaria de 8% del PIB en un periodo de seis a ocho años, cuatro ejes temáticos y 53 puntos a los que llamó «cambios concretos». Así se puede resumir las 227 páginas que tiene el plan de gobierno que este lunes presentó el candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric de Convergencia Social y apoyado ampliamente por el Partido Comunista de Chile.
Boric presento su plan denominado “Programa para el Nuevo Chile: Cambios para vivir mejor” en la Casa de la Cultura de Ñuñoa.
Las temáticas de descentralización, feminismo, crisis climática y el trabajo digno cruzan el documento completo, en especial, en las reformas centrales: pensiones, salud y educación. De hecho, en el documento se explicita la creación de varias instancias técnico-políticas y también de comisiones especializadas para enfrentar los temas más complejos y a largo plazo, como informó Radio Pauta.
En su plan han sido incorporadas desde luego las propuestas del Partido Comunista.
Pero más preocupantes fueron las palabras antes del secretario general de RD y candidato a senador por la Región Metropolitana, Sebastián Depolo, quien en entrevista con El Mercurio, señaló que «es cierto que nosotros vamos a meterle inestabilidad al país porque vamos a hacer transformaciones importantes».
Boric intentó -sin mucho éxito- dar vuelta la página y aseguró que «la mayor inestabilidad que puede haber hoy en Chile es que nada cambie». Y con su plan de gobierno en mano reiteró: «Inestabilidad es seguir igual como estamos. Se supone que este Gobierno de Sebastián Piñera era el que aseguraría gobernabilidad y yo creo que nadie podría decir que lo consiguió […] no hacer los cambios, no avanzar ni concretar las demandas que Chile ha pedido en materia de pensiones dignas, de salud no discriminatoria entre ricos y pobres, de educación de calidad, es lo que traería inestabilidad. Por lo tanto, tengo la convicción de que nuestro programa y su concreción es lo que puede asegurarle estabilidad y gobernabilidad» a Chile.
En las 227 páginas del programa, hay cuatro planas y media destinadas en forma exclusiva a una de las materias de mayor controversia nacional de los últimos años: el sistema previsional. Es el primer ítem de sus 53 compromisos, donde propone un sistema de seguridad social que asegure una pensión mínima de $250.000 a todo jubilado. Las AFP se eliminan y prometiendo que los chilenos que tienen dineros allí (de capitalización individual), los conservarán.
Pero cuando el sistema cambie, lo hará para todos: las cotizaciones desde ese momento en adelante no entrarán a una cuenta personal de la manera en que opera hoy, sino a un registro personal, pero con un fondo colectivo. Es decir, las personas tendrán una cuenta a su nombre en el nuevo sistema, pero la rentabilidad que esos recursos obtengan operará con un esquema distinto, asociado a una nueva entidad estatal. A cambio de ello, Boric promete una mejor pensión para más personas.
Boric propone el denominado «Pilar no contributivo» es lo que hoy se conoce como «Pilar Solidario». Apunta a «una Pensión Básica Universal (PBU) de $250.000 mensuales para toda la población de 65 y más años». Dice que será gradual, pero no proporciona ningún plazo. No define focalización, por lo que lo recibirían personas ricas y pobres, sin distinción. En este esquema define que habrá un financiamiento a través de un «Fondo de Reserva», que es otro nombre para el actual que hoy cuenta con US$ 7.333 millones.