El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo este viernes que Estados Unidos está comprometido a defender a Taiwán si es atacado por China.
«Sí, tenemos el compromiso de hacer eso», le dijo a periodistas de CNN en Washington.
Agregó el Mandatario que si bien Estados Unidos no está buscando un conflicto con China, Beijing debe entender: «No vamos a dar un paso atrás y cambiar ninguno de nuestros puntos de vista» (historia antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial).
Lo mismo declaró el secretario de Defensa Lloyd Austin. Como en el pasado, dijo, Estados Unidos «continuará ayudando a Taiwán con el tipo de capacidades que necesite para defenderse».
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, pareció matizar los comentarios de Biden sin contradecirlos. «No ha habido ningún cambio. El presidente no estaba anunciando ningún cambio en nuestra política, ni ha tomado la decisión de cambiarla», dijo.
Señaló que la relación de defensa de Estados Unidos con Taiwán se orientaba por la Ley de Relaciones con Taiwán. «Estados Unidos continuará cumpliendo, por supuesto, ayudando a Taiwán y manteniendo una capacidad de autodefensa suficiente», dijo Psaki.
El portavoz presidencial de Taiwán, Xavier Chang, dio la bienvenida a los comentarios de Biden el viernes, diciendo que Estados Unidos había demostrado un apoyo «sólido como una roca» a Taiwán desde que Biden asumió el cargo en enero.
China emitió una respuesta firme, diciendo que «no había espacio para concesiones o compromisos» sobre la situación de Taiwán.
«Taiwán es una parte inalienable del territorio chino», dijo Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en Beijing.
«La cuestión de Taiwán es puramente un asunto interno de China que no permite la interferencia extranjera.
«En temas que conciernen a la soberanía e integridad territorial de China y otros intereses centrales, no hay espacio para concesiones o compromisos para China. Nadie debe subestimar nuestra firme voluntad y nuestra fuerte capacidad para defender nuestra soberanía e integridad territorial.
«Instamos a Estados Unidos a hablar con prudencia sobre la cuestión de Taiwán, abstenerse de enviar cualquier señal equivocada a las fuerzas de independencia de Taiwán y evitar dañar las relaciones entre China y Estados Unidos, y la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán».
Taiwán es una isla democrática autónoma frente a la costa sureste de China, pero Beijing la reclama como una provincia y ha amenazado con tomarla por la fuerza si hace algún movimiento hacia la independencia formal.
Estados Unidos se ha comprometido a apoyar las capacidades de defensa de Taiwán, pero hasta ahora eso ha significado principalmente entrega de armas. La cuestión de la asistencia militar en caso de ataque se ha dejado abierta deliberadamente.
Las declaraciones de asistencia militar de Estados Unidos generalmente se han reservado para los aliados cercanos de Corea del Sur y Japón, donde las fuerzas estadounidenses tienen una presencia militar significativa.
Las tensiones en torno a Taiwán han aumentado recientemente significativamente. Un número récord de aviones militares chinos entró recientemente en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán. La zona se estableció unilateralmente en lugar de definirse internacionalmente.
Originalmente poblada por pueblos de origen malayo-polinesio, la isla de Taiwán o Formosa despertaría el interés de las potencias asiáticas y europeas a partir del siglo XVII, cuando fue ocupada por neerlandeses, españoles, chinos y japoneses.
El 25 de octubre de 1945, la isla se convirtió en soberanía china tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, el 1 de octubre de 1949, Taiwán ha sido el refugio del gobierno nacionalista chino; Kuomintang (KMT) el Partido Nacionalista Chino de Taiwán fundado tras la Revolución de Xinhai de 1911., que fue vencido durante la Guerra Civil China contra el Partido Comunista de China. Hasta el momento, ambos gobiernos luchan por la soberanía de Taiwán dando lugar a una situación diplomática compleja.
La victoria de los comunistas en el continente chino, donde Mao Zedong proclamó la nueva República Popular China, llevaron al gobierno del Kuomintang, liderado por Chiang Kai-shek a refugiarse en la isla de Taiwán, donde se ha mantenido hasta la actualidad el régimen de la República de China. Hasta 1987, el país estuvo oficialmente en estado de guerra, lo cual limitaba las libertades civiles y políticas de sus habitantes.
Tras la muerte de Chiang Kai-shek, su hijo Chiang Ching-kuo llevó a cabo una progresiva democratización de la isla, continuada por su sucesor Lee Teng-hui. Este proceso democratizador culminaría en las elecciones presidenciales del año 2000, cuando el candidato del Kuomintang fue derrotado por el candidato de la oposición Chen Shui-bian. Actualmente la presidenta del país es Tsai, Ing-Wen (foto derecha).
El hecho de que el estado ubicado en Taiwán sea oficialmente la República de China, el antiguo régimen político chino hasta 1949, ha dado lugar a una compleja situación política y diplomática.