Una corte estadounidense emitió una acusación formal contra cinco sospechosos, tres de nacionalidad colombiana y dos venezolanos, por la trama de corrupción con los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) de Venezuela, que lideró el empresario y estrecho aliado del presidente venezolano Nicolás Maduro, Alex Saab, por medio de su empresa Group Grand Limited.
Un comunicado de la Justicia de EE UU dice que «un gran jurado federal en el Distrito Sur de Florida emitió una acusación formal el 7 de octubre por la cual se acusa a tres colombianos y a dos venezolanos por sus presuntos roles en el lavado de las ganancias de contratos para proporcionar alimentos y medicinas a Venezuela que fueron obtenidos a través de sobornos».
Sin embargo, Saab no está incluido entre los acusados de la trama de corrupción de alimentos, pero sí su socio colombiano Álvaro Pulido Vargas, conocido también como German Enrique Rubio Salas o “Chuchi”, de 57 años y los igualmente colombianos Emmanuel Enrique Rubio González, de 32, y Carlos Rolando Lizcano Manrique, de 50.
Los dos venezolanos acusados son el exgobernador chavista, José Gregorio Vielma Mora, de 55 años de edad, y la venezolano-española Ana Guillermo Luis, de 49 años de edad, que los habrían ayudado a establecer una red de compañías fantasma y cuentas bancarias en paraísos fiscales.
Todos ellos obtuvieron contratos con organismos del Estado venezolano para importar y distribuir cajas de comida y medicinas en Venezuela a través de CLAP, un programa creado por Maduro para ofrecer alimentos a los sectores pobres más afectados por la inflación y la crisis económica.
«Fueron acusados en una denuncia por su presunto papel en el lavado de las ganancias de un esquema de soborno para obtener y retener contratos inflados a través de los CLAP», reitera el documento judical.
Según la acusación del jurado, para conseguir esos contratos se pagaron sobornos a funcionarios, entre ellos a Vielma Mora, y para enriquecerse inflaron los precios. Como resultado, los acusados y sus socios recibieron cerca de 1.600 millones de dólares de la República de Venezuela, y transfirieron cerca de 180 millones a Estados Unidos.
Las acusaciones fueron presentadas el 7 de octubre, pero se hicieron públicas este jueves.
La misiva de la corte estadounidense precisa que los acusados conspiraron desde 2015 para lavar las ganancias de un esquema de soborno ilegal de cuentas bancarias ubicadas en varios países, incluyendo EE UU.
«La acusación formal alega que a partir de julio de 2015 o alrededor de esa fecha y hasta al menos 2020, Pulido, Vielma-Mora, Rubio, Lizcano y Guillermo conspiraron con otros para lavar las ganancias de un esquema de soborno ilegal de cuentas bancarias ubicadas en Antigua, Emiratos Árabes Unidos y en otros lugares hacia y a través de cuentas bancarias en EE UU», detalla un comunicado judicial.
Según la acusación formal, estos implicados obtuvieron contratos con entidades gubernamentales venezolanas para importar y distribuir cajas de alimentos y medicinas para los CLAP mediante el pago de sobornos a funcionarios del madurismo, incluido Vielma-Mora.
Condenas de 100 años de cárcel
Sobre cada uno de los acusados pesan cuatro cargos por lavado de dinero. A ello se suman cinco cargos de conspiración para cometer lavado de dinero.
«Si son declarados culpables, cada uno de ellos enfrenta una pena máxima total de 100 años de prisión», indica el comunicado judicial.
El anunció sobre estas acusaciones fue realizado por el secretario de Justicia Auxiliar Kenneth A. Polite Jr. de la División Criminal del Departamento de Justicia; el fiscal federal interino Juan Antonio González para el Distrito Sur de Florida, y el Agente Especial Interino a Cargo La Verne J. Hibbert de la Oficina de Campo de la DEA en Miami.
«Este caso fue investigado por la DEA Miami con la ayuda de la Oficina de Campo de Miami del FBI y la Oficina de Campo de Miami de Investigaciones de Seguridad Nacional», informaron.
El caso Saab, el lider de la conspiración
Alex Saab, el empresario colombiano con nacionalidad venezolana y testaferro del presidente Nicolás Maduro se enfrenta desde este lunes a la Justicia estadouidense por un caso de lavado de dinero. En el trasfondo está la información que él pueda y quiera aportar sobre los presuntos vínculos con el Gobierno de Maduro con ese esquema de corrupción.
El presidente venezolano respondió a la extradición de Saab desde Cabo Verde con su retirada de las conversaciones con la oposición venezolana que se llevan a cabo en México. Además, tras conocerse el caso Saab, el régimen chavista encarceló nuevamente a seis exejecutivos de Citgo, filial de la petrolera estatal venezolana PDVSA, que tienen ciudadanía o residen en EE UU.
Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, tampoco dejó pasar esta oportunidad y dijo el lunes que esperaba que el testimonio Saab ponga al descubierto a la «narcodictadura» de Nicolás Maduro en Venezuela.
El caso Saab tiene varias aristas:
Uno:
Reactivar el caos venezolano en un momento en que la izquierda avanza en la región latinoamericana a pesar del no buen ejemplo que ofrece el régimende Maduro con un pésimo manejo de la economía fiscal hasta el punto que una parte de la población sufre hambruna y problemas laborales, incrementándose la tendencia ciudadana de querer abandonar el territorio venezolano de cualquier manera y a cualquier costo. Es lo que se aprecia en la frontera norte de Chile (Colchane).
Dos:
Estados Unidos está explotando el caso más de la cuenta como si fuera una cuestión de inteligencia de la mayor importancia, cuando el papel que cumlió Saab en Venezuela es ya archiconocido.
Tres:
El caso de Raúl Isaías Baduel (ex ministro de Defensa venezolano y estrecho aliado del fallecido Hugo Chávez) quien murió como «un perro» en una cárcel donde se encontraba por ser un opositor de Maduro, podría ser un tema que le ayudaría al presidente venezolano a silenciar el prácticamente «asesinato» del ex alto militar que ha tenido gran impacto internacional.
Cuatro:
Quizá Maduro aproveche también la extradición de Saab para seguir retrasando las conversaciones de paz con la oposición en México y poder favorecerse en las elecciones de gobernadores y alcaldes fijadas en Venezuela para noviembre.
Quinto:
Para los analista internacionales «el gran perdedor» en Venezuela es el presidente designado Juan Guaidó que muestra un apoyo que disminuye más rápido de lo que se piensa o se pensaba.