El gobierno chino dio a conocer una nueva serie de normativas que buscan limitar el uso de los juegos de video al considerarlos un «opio espiritual» para la juventud. Esta medida se suma a otras que buscan reforzar el control social.

Mujeres jóvenes pasan horas frente a los videojuegos en Chile.

China anunció esta semana la restricción del acceso de niños a los videojuegos a solo una hora los viernes, sábados, domingos y días feriados.

Según reportó el sitio Global Times, la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones del país asiático estableció una nueva serie de regulaciones para combatir lo que el gobierno considera un “opio espiritual” para su juventud.

La intención de la nueva normativa, según la oficina es evitar que los menores se vuelvan adictos a los juegos de internet y para proteger su salud física y psicológica.

Según las reglas previas, establecidas en 2019, las autoridades chinas limitaban ya el tiempo de juego a una hora y media al día y a tres horas los días festivos.

Con la nueva normativa, los menores podrán encender sus consolas y computadoras únicamente los viernes, sábados, domingos entre las 20:00 y las 21:00 horas; los días feriados, por su parte, podrán añadir una hora extra en el mismo horario.

Este ajuste obedece a las medidas que China ha estado adoptando para reforzar el control de la sociedad, que se ha sumado a otros sectores como el económico, el social, el educativo y el de la propiedad privada.

En primer lugar, las empresas de videojuegos deberán pedir que sus usuarios realicen registros para jugar con sus nombres reales.

Cuando el menor quiera jugar, deberá iniciar sesión con su nombre de usuario en el momento en que tiene permitido el juego.

Los departamentos de gestión de publicaciones del gobierno chino supervisarán e inspeccionarán la implementación detallada de estas medidas para prevenir la adicción a los menores.

Las empresas de juego que no implementen las medidas, advirtieron, “serán tratadas con seriedad con base en las leyes pertinentes”.

El aviso del gobierno también hizo un llamado a las familias y las escuelas para gestionar conjuntamente la situación, “asumir su responsabilidad y crear un entorno de desarrollo bueno y saludable para los menores”.