Con la partida del último avión militar termina la ocupación estadounidense de Afganistán en la que es considerada la guerra más larga en la que ha participado el país tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

El Pentágono en Washington dijo este lunes que, tras 20 años de presencia, Estados Unidos sacó de territorio afgano al último grupo de militares que quedaba en el terreno y que la operación de evacuación en Kabul había terminado.

«El último avión C-17 despegó del aeropuerto de Kabul este 30 de agosto», dijo el general Kenneth McKenzie en una rueda de prensa. «Estoy aquí para anunciar el fin de nuestro retiro de Afganistán».

El anuncio se da un día antes de que se cumpliera el plazo que Estados Unidos había acordado con los talibanes para dejar completamente el país. Con ello se pone fin también a la evacuación de civiles.

Con este anuncio, el país queda completamente en manos de los talibanes.

Tras el anuncio se escucharon disparos de celebración en Kabul, en distintos puntos de control, así como gritos de combatientes del Talibán, informó la agencia francesa AFP.

La Casa Blanca ha informado que más de 120.000 personas fueron evacuadas desde finales de julio, pero la complicada situación de seguridad en el área y el caos en el aeropuerto hizo que, tras el anuncio de este lunes, quedaran atrás incluso estadounidenses y decenas de aliados afganos. Se estima que se trata de al menos 100.000 personas.

Según el diario The New York Times, varios cientos de personas estaban esperando fuera del aeropuerto este lunes por la mañana. Desde las 3:00 am del 29 de agosto y durante las siguientes 24 horas, unas 1.200 personas más fueron evacuadas de Kabul en 26 aviones militares.

Saldo mortal en uno de los últimos atraques

Al menos nueve miembros de una misma familia, incluidos varios niños, murieron en el ataque con un dron estadounidense contra un vehículo que presuntamente intentaba participar en un ataque suicida, indicó un familiar a varios medios estadounidenses.

La familia dijo a la cadena CNN que el más pequeño en morir fue un niño de 2 años.

El ejército estadounidense reconoció más tarde que hubo informes de víctimas civiles después del ataque.

«Sabemos que hubo explosiones subsiguientes poderosas como resultado de la destrucción del vehículo, lo que indica una gran cantidad de material explosivo en el interior que puede haber causado más víctimas. No está claro qué pudo haber sucedido y estamos investigando más a fondo», dijo Bill Urban, portavoz del Comando Central de Estados Unidos.

«No estamos en condiciones de disputar (los reportes sobre bajas civiles) … estamos evaluando e investigando», dijo este lunes por la mañana en conferencia de prensa John Kirby, portavoz del Departamento de Defensa.

Kirby añadió que los militares estadounidenses «se toman estas cosas muy en serio». «Nadie quiere que eso suceda… Ningún Ejército en la faz de la tierra trabaja más duro para prevenir bajas civiles (que el de EE UU)», afirmó.

«Estamos operando bajo el supuesto de que debemos estar preparados para futuras amenazas potenciales», dice Kirby, quien calificó el nivel de amenaza al aeropuerto de Kabul como «real», «activo» y «específico».

El diario neoyorquino The New York Times relata que entre los muertos hay varios niños y también se encontraba Ahmad Naser, de 30 años, exoficial del ejército y contratista del ejército estadounidense que tenía la esperanza de ser evacuado de Kabul. El diario dice que la familia reportó 10 fallecidos.

Urban dijo el domingo que el ejército estadounidense había llevado a cabo un ataque con drones contra un vehículo del Estado Islámico Khorasan (ISIS-K) que planeaba atacar el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai.

El ataque de EEUU llega luego de que las fuerzas estadounidenses han estado moviéndose rápidamente para completar su operación de evacuación antes de la fecha límite del martes 31 de agosto. Mientras, han surgido numerosas amenazas de ataques terroristas en el aeropuerto internacional Hamid Karzai en Kabul.

Un atentado suicida con bomba fuera de las puertas del aeropuerto el jueves pasado mató a 13 miembros del servicio estadounidense y a unas 170 personas.