El secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, enfatizó este miércoles que el esfuerzo de Estados Unidos para sacar de Afganistán a quienes desean irse no termina con la salida de las tropas prevista para el 31 de agosto.
Blinken apeló al trabajo conjunto de la comunidad internacional para ayudar a estas personas que desean salir de Afganistán y temen por su vida ahora que los fundamentalistas talibanes han retomado el poder.
Los talibanes dijeron precisamente este miércoles que permitirán que ciudadanos afganos salgan del país después del 31 de agosto en vuelos comerciales, pero todavía no están claras las garantías al respecto.
Alemania ha mostrado su interés en que las evacuaciones continúen después del 31 de agosto, pero está la duda de qué ocurrirá realmente porque por ejemplo el martes los talibanes prohibieron a los afganos ir al aeropuerto y acusaron a las potencias extranjeras de incitar a sus ciudadanos más preparados a irse.
Blinken ofreció este miércoles las esperadas cifras sobre los estadounidenses que quedan por evacuar de Afganistán cuando queda menos de una semana para que salgan todas las tropas de EE UU del país.
De acuerdo con Blinken, quedan al menos 1,500 estadounidenses en Afganistán por evacuar: 500 de ellos están en contacto con las autoridades federales y tienen instrucciones sobre cómo acceder al aeropuerto para ser evacuados.
Pero para los otros mil, Estados Unidos está intentando encontrarlos «intensamente«, por todas las vías de comunicación posibles, afirmó el funcionario.
El 14 de agosto había 6.000 estadounidenses que querían salir de Afganistán, de los cuales ya se ha evacuado a 4.500, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Departamento de Estado.
Blinken explicó además que estos son «números dinámicos» porque no todos los estadounidenses se registran en sus consulados y por tanto podría haber estadounidenses de los que el gobierno no sabe que están en Afganistán.
México ayuda a salir a periodistas de EE UU
El gobierno de México ha ayudado a salir de Afganistán a un grupo de periodistas afganos -y a sus familias- que trabajaban para el diario estadounidense The New York Times, según publica el propio medio.
Las 24 familias llegaron a primera hora del miércoles al aeropuerto internacional de Ciudad de México, «y no a Nueva York o Washington», subraya el diario.
«El papel de México en el rescate de periodistas de The Times y, si todo va como está previsto, de The Wall Street Journal, ofrece un vistazo desorientador del estado del gobierno estadounidense cuando dos de los medios más poderosos del país buscaron ayuda frenéticamente lejos de Washington», indica el diario en su nota.
México proveyó documentos «rápidamente» que permitieron a los afganos volar de Kabul a Doha, en Catar, y en los que se le promete que recibirán protección humanitaria en México mientras exploran otras opciones en EE UU o en otro lugar.
Este proceso comenzó cuando Azam Ahmed, exjefe de las oficinas de The Times en Kabul y México, escribió un mensaje de WhatsApp al canciller mexicano, Marcelo Ebrad, en la madrugada del 12 de agosto, según el relato del medio.
«No dispusimos de tiempo de tener los canales oficiales normales», dijo Ebrad al respecto de este proceso tan expedito en una entrevista telefónica con el diario.
Preguntado de cómo justifica la admisión de los afganos mientras trata de disuadir a centroamericanos de que lleguen al país, Ebrand respondió que estas acciones son coherentes con el esfuerzo de su gobierno para «dejar clara la diferencia entre los migrantes económicos y la gente que busca refugio y asilo».
Los que esperan en Kabul
Más de 10.000 personas esperan la evacuación en el aeropuerto de Kabul, según indicó el general mayor Hank Taylor, subdirector para las operaciones regionales de seguridad, en la rueda de prensa del Pentágono de este miércoles.
Según Taylor, el foco de la evacuación sigue siendo «sacar a toda la gente que sea posible de la manera tan eficiente y más segura».
La cifra de 10.000, advirtió, es una instantánea en el tiempo porque siguen y pueden seguir llegando personas al aeropuerto para tratar de salir del país.
Por su parte, el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, prometió que Estados Unidos seguirá evacuando personas hasta el final. No obstante, indicó que los últimos días la prioridad será la evacuación de todos los militares estadounidenses y sus equipos, de manera que el 31 de agosto el aeropuerto no será ya responsabilidad de Estados Unidos.
«Los talibanes lo tendrán que manejar por su cuenta y asumo que con la comunidad internacional», dijo Kirby.
Decenas de miles de estadounidenses, afganos y personas de otras nacionalidades han sido evacuados desde Kabul a bases militares de Estados Unidos en Catar, país aliado en la región.
Funcionarios cataríes han alertado al gobierno de EEUU de que la situación en esas instalaciones es cada vez más crítica, según un reporte interno del Departamento de Estado obtenido por ABC News.
Falta espacio, alimentos, agua y también seguridad: esa masificación podría favorecer, por ejemplo, el tráfico de personas, según el citado informe.
Las instalaciones en esa situación de crisis creciente son Al Udeid Air Base y Camp As Sayliyah.
Lolwah al Khater, un adjunto del ministro de Exteriores catarí, indicó al embajador John Desrocher que ambas bases «han llegado a la capacidad máxima para albergar de manera segura» y alertó de «crecientes crisis» en las dos partes.
El martes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas que el gobierno está enterada de esta situación y que «trabaja rápido para mejorarla».
«Ciertamente, queremos que los individuos que han sido evacuados sean tratados con respeto. También queremos que estén a salvo, de ahí la necesidad de rapidez, pero hemos trabajado para mejorar las condiciones tan pronto como nos hemos enterado», explicó.
Aparte de todas etas noticias la Casa Blanca y el Pentágono han dicho que unas 70,000 personas han salido vía el aeropuerto de Kabul en el puente aéreo puesto en marcha, los portavoces han sido renuentes a dar números específicos de cuántos son ciudadanos estadounidenses y cuántos afganos que necesitan protección.
Criticado viaje a dos congresistas a Kabul
En medio de la compleja operación que se desarrolla en Kabul para evacuar a miles de ciudadanos estadounidenses y afganos en situación vulnerable, dos miembros del Congreso de Estados Unidos realizaron un viaje relámpago no autorizado a Afganistán a primera hora del martes y se marcharon menos de 24 horas después.
Se trata del representante Seth Moulton, demócrata de Massachusetts, y el representante Peter Meijer, republicano de Michigan. Ambos llegaron y salieron en aviones chárter y estuvieron en tierra en el aeropuerto de Kabul durante varias horas.
Los dos legisladores son veteranos militares, con experiencia en la región. Moulton, un marine que ha criticado abiertamente la guerra de Irak, sirvió en varias ocasiones en se país. Meijer fue desplegado como parte de las Reservas del Ejército y posteriormente trabajó en Afganistán en una organización no gubernamental de ayuda. Ambos forman parte del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
Tres funcionarios familiarizados con el vuelo dijeron que los funcionarios del Departamento de Estado, del Departamento de Defensa y de la Casa Blanca estaban furiosos por el incidente porque se hizo sin coordinación con los diplomáticos o los comandantes militares que dirigían la evacuación.
Los militares estadounidenses se enteraron de la visita cuando el avión de los legisladores se dirigía a Kabul, según los funcionarios.
Un alto funcionario estadounidense dijo que el gobierno en Washington consideraba que la visita de los legisladores era manifiestamente inútil y varios otros funcionarios dijeron que la visita era vista como una distracción para las tropas y los comandantes en el aeropuerto que están librando una carrera contra el tiempo para evacuar a miles de estadounidenses, afganos en riesgo y otros lo más rápido posible.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, emitió un comunicado este martes por la noche en el que tomaba nota del deseo de algunos legisladores de visitar Afganistán y decía que escribía para «reiterar que los Departamentos de Defensa y de Estado han pedido a los diputados que no viajen a Afganistán y a la región en estos momentos de peligro». A pesar de este pidido igual dos d ellos viajaron.
Los talibanes prohibieron este martes a los afganos acercarse al aeropuerto para tratar de salir del país y pidieron a las potencias extranjeras, sobre todo a EEUU, que no «inciten» a sus ciudadanos más formados a irse.
“No está permitido que ningún afgano vaya al aeropuerto. (…) La multitud debe volver a sus casas”, dijo el portavoz talibán Zabihullah Mujahid. Las potencias extranjeras se está llevando a «expertos afganos», como ingenieros, señaló el portavoz del grupo fundamentalista. «Les pedimos que cesen estas operaciones», exigió.
«Tienen aviones, tienen el aeropuerto, deberían sacar a sus ciudadanos y contratistas de aquí», dijo. Pero «no deberían incitar a los afganos a huir de Afganistán», añadió.
A partir de ahora solo los extranjeros podrán acceder al aeropuerto de Kabul, que vive escenas caóticas desde hace una semana con una marea de personas haciendo lo imposible, hasta colgarse de un avión, para abandonar el país que queda en manos de quienes gobernaron con una aplicación extrema de la ley islámica entre 1996 y 2001.
Contradiciendo los mensajes de cierto cambio que lanzaron en los primeros días, los talibanes ya han prohibido a las mujeres salir de casa, también a las que tenían que acudir a sus trabajos, «es algo muy temporal hasta que se habiliten sistemas apropiados para garantizar su seguridad», según el portavoz citado.