
Martín Poblete
El mes de julio cierra su penúltima semana con un potencialmente importante agregado a las ya existentes candidaturas presidenciales, la de la Senadora Yasna Provoste, desde su nativa ciudad de Vallenar proclamó su aspiración a ganarse un lugar en la disputa por la Presidencia de la República, no por esperado el acontecimiento deja de tener relevancia. La Senadora Provoste manifestó su voluntad de someter su nombre a confirmación, mediante alguna forma de primaria ciudadana, lo cual traslada la implementación de tal requerimiento a las directivas de los partidos de la ex-Concertación más algunas fuerzas tangenciales, esas negociaciones debieran estar concluídas antes de fines del presente mes, el plazo para inscribir postulaciones presidenciales vence el lunes 23 de agosto, esa fecha incluye también a los postulantes al Congreso.
La candidatura de Yasna Provoste debiera centrar su esfuerzo en captar al electorado de centro, hasta hace poco seguro capital electoral de la Democracia Cristiana, en menor grado también de la coalición concertacionista. En este sentido, el adversario, competidor directo, de dicha candidatura no es Gabriel Boric, es Sebastián Sichel; el escenario ideal de competir con Daniel Jadue y Joaquín Lavín ya no existe, el escenario real exigirá considerable trabajo de los equipos de apoyo, diseñar un estilo y un lenguaje, mientras más pronto empiecen sus tareas tanto mejor, hay poco tiempo. La senadora Provoste deberá ser particularmente cuidadosa con su presencia, una mujer de su estatura y contorno físico necesitará la mejor asesoría profesional posible, en televisión la cámara y el lente son implacables.
Gabriel Boric tiene tarea compleja en mantener la coalición con el Partido Comunista y el Frente Regionalista Verde Social, esos más de seiscientos mil votos por Daniel Jadue son valioso caudal electoral, en términos realistas Boric no puede pretender competir seriamente por la Presidencia sin el apoyo del PC y el FRVS; su problema podría venir de alguna candidatura presentada por grupos a la izquierda del Frente Amplio, actualmente representados en la Constituyente. Boric no está en condiciones de competir por electores de centro, no faltarán intelectuales tentados a especular al respecto, pero las cosas como están hoy, el centro lo disputarán otras opciones.
José Antonio Kast ha optado por el camino propio, para su candidatura presidencial y para los candidatos al Congreso en listas del Partido Republicano; Kast solo podría tener opción de disputar la presidencial si se produjera un giro copernicano en el electorado, parecido al de Brasil en torno a Jair Bolsonaro, no parecieran estar las condiciones, en el mejor de los casos J.A. Kast podría impedir el paso a segunda vuelta de Sichel, pero eso tampoco se ve probable.
Sebastián Sichel enfrenta tres variables en torno a las cuales tendrá la dinámica de su campaña. En la primera, deberá tener diseño estilo y lenguaje dirigidos a ganar el voto de centro; en la segunda, entenderse con los golpeados partidos de la coalición Chile Vamos, por su electorado, y porque deberá conseguir necesaria coherencia entre su candidatura y la composición de listas de candidatos a diputados y senadores; en la tercera, sin entrar a las patadas con J. A. Kast, deberá hablarle al electorado de derecha dura y representarle la futilidad del voto testimonial cuando se necesitan todos si se quiere ganar la elección. Sichel contará con el valioso apoyo de un grupo de empresarios como él generacionalmente jóvenes, le darán independencia financiera de los tradicionales puntos de apoyo de la derecha.