La Comisión Europea rechazó este miércoles el pedido del Gobierno británico del primer ministro  Boris Johnson, que si Bruselas no renegocia los acuerdos con Irlanda del Norte, pactados a finales de 2019, suspenderá  unilateralmente el denominado Brexit (salida de Gran Bretaña de la UE) que afectan a uno de los cuatro países constituyentes del Reino Unido.

El diario El País de España publicó este miércoles que  Bruselas tardó poco más de una hora en descartar cualquier renegociación del Protocolo sobre Irlanda del Norte pactado con Londres en el marco del acuerdo de salida del Reino Unido de la UE (Brexit).

El Ejecutivo de la Unión Europea (UE)  recuerda en un comunicado que aquel acuerdo fue aceptado y firmado a finales de 2019 por Johnson y su negociador jefe, David Frost, las dos personas que ahora firman el documento de Downing Street que considera inviable el protocolo.

“El Protocolo sobre Irlanda/Irlanda del Norte es la solución conjunta que la UE encontró con el primer ministro Boris Johnson y lord David Frost, y que fue ratificada por el Parlamento británico, para resolver los desafíos que suponía para la isla irlandesa el Brexit y el tipo de Brexit elegido por el Gobierno británico”, ha señalado en un comunicado Maros Sefcovic, el vicepresidente de la Comisión Europea encargado del seguimiento de los acuerdos del Brexit.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea fue un largo y duro proceso político que supuso el abandono por parte del Reino Unido de su condición de Estado miembro de la Unión Europea, que se inició en marzo de 2017 hasta 2020. Oficialmente la retirada de Londres de Bruselas quedó vigente a partir del 1 de febrero de 2020

La Comisión recuerda al Ejecutivo británico que el protocolo fue la solución pactada para evitar el establecimiento de una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda (socio de la UE) que podría haber puesto en peligro los acuerdos de paz en la isla suscritos en 1998 y garantizar, al mismo tiempo, que tampoco se ponía en peligro la integridad del mercado europeo. “Para conseguir esos objetivos, debe aplicarse el protocolo”, señala Sefcovic en un comunicado.

Recuerda a su vez en un comunicado que “respetar las obligaciones internacionales es de vital importancia”, en evidente alusión a las decisiones unilaterales que ya adoptó Londres a principios de año para retrasar la aplicación del protocolo y que llevaron a la Comisión Europea a abrir un expediente de infracción que puede acabar ante el Tribunal de Justicia europeo y en multas millonarias contra el Reino Unido.

El documento del Gobierno británico presenta ahora el protocolo como el fruto de “un contexto extraordinariamente difícil por los tres años previos de negociación”, es decir, desde el referéndum del Brexit en junio de 2016 hasta la firma del acuerdo de salida a finales de 2019. El Ejecutivo de Johnson describe el protocolo como la vía de escape, aunque no deseada, para sortear a un Parlamento británico reacio a aprobar el acuerdo del Brexit y lograr el visto bueno de los socios de la UE que habían cerrado filas con Irlanda, publica el diario El País.

En realidad, Johnson era uno de los principales artífices de la hostilidad en el Parlamento británico contra los acuerdos negociados por la anterior primera ministra, Theresa May. Y los Veintisiete siempre estuvieron abiertos a escuchar cualquier propuesta que garantizara los dos objetivos: la unidad de la isla irlandesa y la integridad del mercado único europeo.