Por Walter Krohne
La ex ministra de Michelle Bachelet, Paula Narváez, quien fuera nombrada a dedo por la ex mandataria como candidata socialista a la presidencia, se quedó sin piso ni techo tras el arrollador triunfo de Gabriel Boric sobre Daniel Jadue el domingo.
Narváez nunca tampoco se dio cuenta, desde su llegada a Chile en 2020, que tenía escasas condiciones personales y colectivas para llegar al Palacio de La Moneda. Nunca despegó del 2 o 3% en las encuestas y ningún sector la buscaba, salvo Gabriel Boric que no la queria a ella sino los votos de los socialistas-bacheletistas.
Como ”lectura fuera de la realidad» calificó el fiel seguidor de Bachelet el socialista Camilo Escalona las versiones que circulan por aquí y por allá que Narváez no llegaría ni siquiera a la primera vuelta en noviembre. Para Osvaldo Andrade, entretanto, todo esto es parte de la política y la politiquería porque en la comisión política del PS «nunca nadie ha planteado que se deponga la candidatura». Así lo afirma al menos Radio Cooperativa donde Andrade es panelista. Versiones que también las publicó el vespertino santiaguino La Segunda.
Es que el triunfo de Boric en las primarias de Apruebo Dignidad -con más del 60 por ciento de los votos (aunque una cantidad importante fueron votos anti-Jadue provenientes de la derecha) así como la victoria del independiente Sebastián Sichel (49 por ciento) en el pacto de Chile Vamos, dejaron en una compleja posición a la ex vocera de Bachelet, además que aún queda por definir la carta de Yasna Provoste por la Democracia Cristiana. Sólo Provoste marca mucho más puntos que Paula Narváez.
Todo esto es, por una parte, un verdadero terremoto para la centroizquierda en general, que quizá no alcance a recuperar su confianza interna antes del 23 de agosto (fin del plazo para inscribir candidaturas) la que quedó dañada la noche de la inscripción de primarias legales el 19 de mayo último. Al presidente socialista Alvaro Elizalde no le cumplió el Frente Amplio que no llegaron sus representantes a firmar por la lista de Narváez y él tuvo que salir a declarar que «cuando se han hecho llamadas a la unidad en los momentos de las definiciones, se nos informa de un veto para determinadas fuerzas políticas (el FA vetó al PPD) que apoyan la candidatura de Paula Narváez. Esto es vergonzoso, nos parece lamentable. No se humilla al Partido de Salvador Allende”. Esto llevó al Partido Socialista a anunciar el quiebre del acuerdo PS-FA.
Así, en medio de este bochorno, Elizalde informó, a minutos de que venciera el plazo para inscribir primarias legales, que la candidatura de Narváez no sería oficializada en el pacto que se había acordado En la práctica fue un quiebre histórico del eje socialismo democrático y el centro histórico. Narváez, esa noche, inscribió por su cuenta su candidatura y lo mismo hizo Carlos Maldonado por el Partido Radical.
Sin embargo esta semana se vuelve a hablar de un pacto entre Boric y Narváez para la primera vuelta del 17 de noviembre. El ex senador Escalona dijo este martes a La Segunda que tenía que haber primarias ciudadanas.
Ante la indefinición sobre un mecanismo que permita a la centroizquierda una candidatura única para la primera vuelta, Narváez urgió a Unidad Constituyente a zanjar su abanderado definitivo, pues luego del escenario que dejaron las primarias legales ya «no hay más tiempo». Parece entenderse poco hacia adónde «va la micro» en este sector, porque a Boric, con la votación obtenida, no estaría dispuesto sacrificar nada y más bien a ganar, en este caso los votos socialistas y de la centro izquierda en general.