Un rebote de penal convertido por Harry Kane le dio a Inglaterra una merecida victoria por 2-1 sobre Dinamarca en el estadio de Wembley en la semifinal de la Eurocopa 2020 de este miércoles para establecer un partido en casa contra Italia el domingo.
Inglaterra ha puesto fin a una espera de 55 años para llegar a una gran final y una victoria más pondrá fin a la escasez de trofeos, el último fue el del Mundial de 1966, que ocurrió también en Wembley.
«Sabemos que va a ser un partido muy difícil contra Italia, hemos tenido un gran torneo hasta ahora», dijo Kane.
Hoy terminó también la carrera de cuento de hadas de Dinamarca desde el colapso de Christen Eriksen con un paro cardíaco en su primer partido. Pero este miércoles hay que destacar igualmnte el brillante tiro libre de Mikkel Damsgaard que les dio a los daneses una ventaja a los 30 minutos. Pero el gol en propia meta de Simon Kjaer niveló las cosas antes del descanso y con Inglaterra dominando, el ganador era cuestión de tiempo.
«Estamos muy decepcionados de que estuviéramos tan cerca, estuviéramos cerca de una final y se decidió de esa manera», dijo el entrenador de Dinamarca Kasper Hjulmand. «He estado leyendo la prensa internacional y fue un penalti que no debería haber sido un penalti y que me molesta ahora mismo».
La gran mayoría de los 65.000 asistentes dentro de Wembley -la mayor asistencia a un evento deportivo del Reino Unido desde que comenzó la pandemia de coronavirus- no pudo ocultar su alegría por ver a Inglaterra continuar su progreso, que fue totalmente merecido.