El presidente colombiano Iván Duque le hizo un llamado al Congreso para que en la próxima legislatura se tramite una ley antivandalismo y antidisturbios «para que no pretendan, quienes promueven esas prácticas, pasar impunemente por soslayar los derechos de los colombianos», aseguró el mandatario durante la ceremonia de ascenso de oficiales de la Policía en Bogotá.
Duque fue enfático en exponer que los colombianos deben rechazar todas las formas de estigmatización. «La gran mayoría de protestas que hemos visto en nuestro país son pacíficas. Por eso, a quien ejerce su derecho pacíficamente de reclamar no le podemos llamar vándalo».
El mandatario hizo referencia también al caso de Camilo Vélez Martínez, el motociclista quien fue asesinado en la noche del pasado viernes 25 de junio con un cable atravesado en la avenida Ciudad de Cali, en inmediaciones del portal de las Américas, en Bogotá.
«A los vándalos que destruyen infraestructura, transporte público, que pretenden secuestrar buses y colgar cables que ya se han cobrado vidas en muchas de las calles se les llama como son: delincuentes», dijo.
El llamado a alcaldes y gobernadores
La gran mayoría de protestas que hemos visto en nuestro país son pacíficas
Durante la ceremonia, el presidente Duque también les habló a los alcaldes y gobernadores del país. Expuso que la defensa del orden público es una especie de «pirámide institucional que empieza desde lo local hasta el comandante supremo. Pero donde ninguno puede relativizar nuestra competencia y nuestro deber de proteger la vida, honra, derechos y libertades de los colombianos».
Sin mencionar nombres, el mandatario dijo que no se pueden presentar actitudes indiferentes de mandatarios locales frente a los disturbios y vandalismo «porque se estaría asistiendo ante un incumplimiento del deber», haciendo referencia a la responsabilidad de actuar cuando se presenten estos hechos de violencia.
Finalmente, les hizo un fuerte llamado a quienes insultan a los miembros de la Fuerza Pública. «Es vergonzoso ver a quienes posan de tribunas morales, desde posiciones públicas, e insultan a quienes le sirven a la patria. Esas conductas también deben ser investigadas y sancionadas. El deber de un servidor público es el de defender los derechos de todos los colombianos y hacerlo también defendiendo a quienes le sirven a nuestro país, como lo son nuestros soldados y policías», concluyó.