Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl
Nuevamente más de un 75% de los chilenos está en cuarentena. Angustia, pena, rabia, frustración y desesperanza fueron la reacción de la mayoría frente a esta nueva cuarentena total de la Región Metropolitana. Una sensación de que esto nunca se va a acabar.
Muchos pensamientos surgen en la cabeza: Temas económicos, trabajo, clases online de los niños. Nadie sabe como va a seguir esto y como sobrellevar esta época tan compleja.
Niños cansados de las clases en casa. Muchos escolares más de un año sin pisar un establecimiento educativo que presentan cuadros de angustia y estrés.
Profesores, médicos y funcionarios de la salud agotados. Dueños de pequeños negocios y restaurantes frustrados. Uno de los rubros que más se ha visto afectado el último tiempo.
El domingo, 13 de junio, se publico en El Mercurio un artículo donde se enfatiza la importancia de tener planes y objetivos a futuro en este difícil momento y de la incertidumbre de poder llevar a cabo lo que ya estaba planificado.
Es por esto que es esencial no perder la capacidad de hacer planes de viaje, estudios y celebraciones a futuro. Eso ayuda a vivir esta época de mejor forma. Es bueno para la salud mental seguir planificando, aunque éstos planes después tengan que posponerse. Como dicen los especialistas, estos proyectos y sueños son parte de la mente humana y representan la esperanza en el futuro. Visualizar un futuro más llevadero, sin tantas limitaciones y restricciones ayuda mucho para sentirse más tranquilo.
También es importante tener rituales en el día a día y dejar espacio para el autocuidado. No podemos juntarnos con amigos, pero aprovechemos entonces estos momentos para encontrarnos con nosotros mismos: Conocernos, disfrutar con nuestra existencia y la de nuestra familia cercana. Aprovechar estos días en casa de una forma productiva, también ayuda para sentirse mejor.
Estamos viviendo una época sumamente compleja, tal vez la más difícil de las últimas décadas, ya que esto se asemeja a una guerra mundial contra un maldito virus. Es altamente probable que después de esta pandemia la vida sea muy diferente que antes de dicha época, con prioridades diferentes. Seguramente valoraremos de mayor manera las cosas pequeñas y seremos más resilientes. Eso, por lo menos, debería ser la meta de cada uno de nosotros después de haber vivido una experiencia de este tipo.