El sargento primero Francisco Abraham Benavides García (42), casado y padre de tres hijos, fue asesinado este lunes en la ya llamada “guerra de la Araucanía” en una emboscada en Collipulli.
El incidente criminal ocurrió en un camino interior en San Andrés, cuando el uniformado de la Segunda Comisaría de Control de Orden Público de Pailahueque, participaba en el despeje de la ruta R-35 que estaba bloqueada por troncos de árboles derribados por desconocidos.
El policía recibió un impacto de bala en el tórax, en un punto no cubierto por su chaleco antibalas.
Tras el ataque, fue trasladado de urgencia al Hospital de Collipulli, donde se constató su fallecimiento mientras era atendido.
Todo el mundo ha condenado el hecho como ya es habitual en Chile, pero nadie le pone atajo a estos asesinatos a sangre fría. Condenas del Gobierno, el general director de Carabineros Ricardo Yañez, el vocero Jaime Bellolio y otros ministros, además de parlamentarios.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, quien viajó de urgencia al lugar del hecho, declaró antes de partir como lo ha dicho siempre y ya un sinnúmero de veces: El crimen «no va a quedar impune, vamos a encontrarlos (a los responsables)».
«Hay grupos que, obviamente, operaron de manera coordinada para bloquear la ruta. En esos bloqueos ellos saben (los asesinos que en Chile andan suelto por todas partes) que va a llegar siempre personal de COP de Carabineros y no me cabe duda que estaba todo perfectamente coordinado para aquello», aseveró Delgado.
Este caso es el segundo asesinato de un carabinero en La Araucanía en siete meses. Antes fue el del suboficial mayor Eugenio Naín, en octubre del año pasado, cuando el policía participaba en el despeje de vías tras incidentes en Padre Las Casas.
El Presidente Sebastián Piñera dijo que el sargento asesinado era otra víctima del terrorismo y volvió a abogar al Congreso «máxima urgencia en la agenda de seguridad y Estatuto (de) Protección de Carabineros».
Desde el oficialismo, el diputado Diego Schalper (RN) condenó el asesinato y llamó al Presidente Piñera a que «dejemos las vacilaciones: llegó el momento de ponerse los pantalones largos e ir en defensa de los inocentes y los carabineros» (y no sólo en la Araucanía sino en todo Chile). Además, aseguró que a los parlamentarios «que no tienen el coraje de aprobar una fiscalización más rígida contra los delincuentes, de aprobar las leyes que sancionen al narcotráfico, se les acabó el margen», informó Cooperativa.
Su correligionario y también diputado Sebastián Torrealba acotó: «Ya basta de mano blanda con el narcoterrorismo. Aquí hay evidentemente un terrorismo organizado que no hemos sabido combatir, porque el narcoterrorismo se combate con la fuerza que le da la ley al Estado y el Estado debe ocupar toda esa fuerza con aquellos que están sembrando el terror en La Araucanía» (y en todo Chile) declaró el diputado.