El nuevo presidente de Ecuador Guillermo Lasso Mendoza (65) asumió este lunes como el cuadragésimo séptimo presidente de Ecuador. La presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, tomó su juramento al pie del mural de Guayasamín.

El empresario, banquero y político de centroderecha Guillermo Lasso juró este lunes como nuevo presidente de Ecuador para los próximos cuatro años, en una ceremonia efectuada en la Asamblea Nacional (Congreso) en Quito, a la que asistieron altas autoridades de varios países.

La toma de posesión estuvo a cargo de la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, quien también le colocó la banda presidencial y la condecoración del Gran Collar de la Orden Nacional al Mérito, el máximo galardón del Estado ecuatoriano.

Con una aceptación de 60,5% de los ecuatorianos, Lasso, quien lució en la investidura un traje oscuro y corbata azul claro, reemplazó a Lenín Moreno, que había ganado la presidencia impulsado por el exgobernante socialista Rafael Correa (2007-2017) y luego pasó a ser su oponente.

Con la banda presidencial en el pecho, Lasso se dirigió al país en el salón Nela Martínez del Parlamento para ofrecer su primer discurso al Ecuador.

“Recibimos hoy un país con históricos niveles de desempleo. Un país que ha deslumbrado por su incapacidad para hacer frente a una pandemia brutal, pero que países en similares condiciones encararon de forma más ordenada, eficiente, y libres de corrupción.

“Un país donde los culpables engordan sus bolsillos mientras los más inocentes – ecuatorianos recién nacidos – ni siquiera pueden llenar sus estómagos. Donde los indicadores de desnutrición crónica infantil están entre los más altos de la región.

“Un país con lacerantes desigualdades entre el mundo rural y el urbano. Un país que le ha fallado a su juventud en educación y creación de oportunidades. Que mantiene en el más humillante olvido a sus jubilados. Donde ser mujer no es solo un factor de desventaja, sino de peligro existencial.

Lasso le había adelantado ya a la BBC Mundo que «recibiremos un país complicado, el gobierno nacional no tiene liquidez, apenas un saldo de US$400 millones en la reserva que representan apenas el 20% del gasto mensual del gobierno», le adelantó  Lasso a BBC Mundo durante la campaña electoral. Es, además, un gobierno con una deuda que llega al 63% del Producto Interno Bruto, a la que hay que añadirle atrasos de pagos con municipios, prefecturas, sistemas de seguridad social y con el Banco Central. Todo sumado le puedo decir a ojo de buen cubero, que la deuda llega a US$ 80.000 millones», añadió. Por otra parte, el ministro saliente de economía Mauricio Pozo, dijo efectivamente sobre la situación, al hacer balance del 2020, que ni siquiera la crisis de 1998-9, el llamado Feriado Bancario, fue tan grave como la actual.

A esto se agrega la descripción realizada por el ya expresidente Lenín Moreno sobre la situación sanitaria por la pandemia  que era «la peor crisis de salud que ha vivido Ecuador» en febrero, cuando el entonces ministro de dicha cartera, Juan Carlos Zevallos, tuvo que renunciar por un escándalo del plan de vacunación.

Lasso es un exbanquero y empresario conservador de 65 años. Fue clave el descontento que generaba el expresidente Rafael Correa, que patrocinaba a Arauz, entre los electores que no votaron por Lasso en la primera vuelta del 7 de febrero.

Pero su partido, el Movimiento Político Creando Oportunidades (CREO), tiene solo 12 legisladores en la Asamblea Nacional, a los que puede sumar los 19 de su aliado el Partido Social Cristiano. Enfrente tendrá al correísmo con 48 asambleístas, lo que le obligará a ciertas concesiones que comenzaron en la campaña.

Nos han fallado porque  traicionaron nuestros principios fundamentales

«Nuestros gobernantes han fallado. No han sabido estar a la altura del sacrificio de nuestra gente, verdadero ejemplo de trabajo. Ni tampoco han sabido aprovechar los ingentes recursos que la naturaleza nos ha dado, dijo Lasso en su discurso inaugural.

«Nos han fallado por la sencilla razón de que traicionaron a nuestros principios fundacionales. En medio de tanta rencilla y lucha intestina, cedieron a la peor de las debilidades políticas: la tentación autoritaria.

«Se dedicaron al obsceno culto del caudillo, aquel “mesías” que supuestamente todo lo sabe: lo que está bien y lo que está mal, lo que nos conviene y lo que nos perjudica. Un iluminado que actúa y piensa por todos, que tiene todas las preguntas y todas las respuestas.

«Nunca han podido aceptar que este país nació como una república democrática, y que su destino es vivir para siempre como una república democrática.

«Pero todo eso cambia este 24 de mayo. Con este Gobierno que hoy nace termina la era de los caudillos. Hoy reivindicamos este día glorioso e iniciamos la lucha para recuperar el alma democrática de nuestro país.

«No perseguiremos a nadie. No callaremos a nadie. Gobernaremos para todos. Esto significa no gobernar a favor de un sector privilegiado, pero tampoco en contra de nadie. Tengan la opinión que tengan, hagan la crítica que hagan.

«Por lo tanto, que así sea. Se acabó la persecución política en el Ecuador. Yo no he venido a saciar el odio de pocos, sino el hambre de muchos.

«Así, más de catorce años después, y a las puertas de un nuevo siglo de vida republicana, en Ecuador aprendimos que solo hay una respuesta posible ante el autoritarismo: democracia, democracia y más democracia. Juntos todos decidimos ahogar el mal en abundancia del bien.

«Ese es el camino, ecuatorianos. El camino correcto. Sabemos que no nos equivocamos porque las democracias desarrolladas no se han equivocado. Sus grandes avances en bienestar económico, en salud, en educación, demuestran que no se han equivocado. Y por más grande que será la presión para reemplazar nuestra aún débil institucionalidad con la violencia de los gritos, no nos desviaremos ni un milímetro del camino trazado. No cederemos. Porque eso sería hacer un daño mayor.

Niños podrán cultivar sus mentes

«Un país donde todos los niños puedan cultivar sus mentes sin importar sus condiciones de origen. Donde los jóvenes tendrán la libertad para reflexionar y buscar la vocación que mejor desarrolle sus espíritus, sin presiones y sin temor al fracaso. Donde la prosperidad material signifique también la limpieza de nuestro aire, de nuestros bosques y mares.

«Cuando el desempleo afecta más a la mujer que al hombre; cuando una mujer ecuatoriana gana menos por el mismo trabajo, se produce una inequidad que desgarra el tejido social, empezando por las familias. Y cuando una mujer ecuatoriana es agredida, las heridas las sufrimos todos. Nos convierte en un país menos libre, menos justo y moralmente manchado. Los derechos de las mujeres son derechos humanos. Y pondremos en marcha todas las políticas necesarias para garantizarlos.

Erradicación del hambre

«Otro punto de encuentro es la erradicación del hambre, especialmente la desnutrición infantil. Es ésta quizás la peor de las desigualdades porque sus consecuencias perduran en el tiempo, en los problemas de crecimiento que padecerán miles de niños que actualmente no reciben alimentación adecuada. La imperdonable inacción de hoy nos está costando el mañana. Pero el momento llegó para actuar. Este país de encuentro protegerá por igual a todos sus niños, nazcan donde nazcan.

«El encuentro se construye también con la confianza que estamos generando en el mundo. Después de muchos años, el planeta vuelve a poner los ojos en el Ecuador. Tan solo al producirse la noticia de nuestra elección, el riesgo país se redujo en más de 500 puntos. Aún antes de posesionarnos, se concretó una de las primeras tareas de cualquier Gobierno: crear una atmósfera positiva para el trabajo y el crecimiento», fue parte del discurso inaugural del nuevo presidente.

La asunción de Guillermo Lasso en Ecuador también significó la despedida de Lenín Moreno Moreno (2017-2021),, un presidente que se retira con respaldo popular casi nulo. Eso quedó comprobado durante la jornada, tanto en la Asamblea Legislativa como en calles y redes, donde fue calificado como «traidor» y «peor presidente de la historia».