Por Martín Poblete Pujol
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a polvareda se asienta, los ánimos se van tranquilizando, las mentes giran al análisis de lo sucedido. Valga recordarlo, en nuestro anterior artículo dijimos que de tomar fuerza la opción de hacer de las cuatro elecciones un referendum sobre la persona del Presidente Piñera y su gobierno, los partidos y coaliciones de oposición podrían obtener significativas victorias, a pesar de la fragmentación del espectro opositor. Esta proyección fue parcialmente acertada como veremos a continuación.

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En elección con baja concurrencia de electores, un fracaso en la capacidad de convocatoria de los partidos políticos en elecciones consideradas de vital importancia, especialmente la de convencionales a la Constituyente, los partidos de la coalición Chile Vamos sufrieron cuatro sustanciales derrotas en cada una de las elecciones a escala nacional, perdieron concejales, alcaldías en ciudades importantes empezando por la de Santiago, no lograron ningún gobernador regional en primera vuelta y sufrieron graves fracasos en las regiones Metropolitana y de Maule.
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Esta derrota trae recuerdos de la sufrida en marzo de 1965, entonces surgió Sergio Onofre Jarpa para encabezar la reconstrucción, esta vez no hay figura dominante capaz de reordenar la coalición. Para terminar de cerrar el círculo, el Partido Republicano fracasó en todos sus empeños, no fue factor en la elección de convencionales a la Constituyente, tampoco tuvo mayor influencia en los otros resultados; la división de votos al extremo de la derecha, impidió a candidatos a gobernadores en las regiones Metropolitana y de Maule pasar a segunda vuelta. En su conjunto, la derecha no alcanzó el ansiado tercio de los convencionales, quedó lejos.
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El batacazo a las fuerzas líderes de los últimos treinta años alcanzó a los partidos de la ex-Concertación, su coalición Unidad Constituyente fue superada en convencionales por la vapuleada Chile Vamos, y la de comunistas frenteamplistas y regionalistas verdes; en este sentido, la Democracia Cristiana fue particularmente dañada, eligió apenas dos convencionales a la Constituyente, perdió alcaldes y concejales, sin concejal en Santiago, le quedó el consuelo de la reelección del Alcalde Eduardo Ortiz en Concepción.

Agitación y nerviosismo también en la Bolsa.
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En toda elección hay perdedores y ganadores, a la cabeza de estos últimos están los independientes fuera de pacto, emergieron de primera fuerza en la Constituyente, por ahora solo constatar el hecho político, con el tiempo se verá si esos cuarenta y ocho convencionales se disgregan o logran hacer impacto como unidad de opinión y voto.
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El principal ganador individual fue el Partido Comunista, aumentó su votación, eligió más concejales y alcaldes incluyendo dos casos emblemáticos, la reelección del Alcalde Jadue en Recoleta y el triunfo de la Concejala Iraci Hassler en la elección de Alcalde de Santiago; en la Constituyente, logró colocar a varios de sus militantes.
Imposible soslayar el renacer del Frente Amplio, esta coalición había sufrido varias divisiones, perdido diputados, iniciado un aparente proceso de disolución; los resultados le permiten mirar hacia adelante con algún grado de optimismo, al ganar las municipalidades de Valparaíso, Viña del Mar, y la gobernación de la Quinta Región en primera vuelta, quedó con un polo de poder regional que, bien administrado, puede conferirle influencia a la hora de las decisiones mayores. Consiguió considerable representación de convencionales en la Constituyente.
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Las elecciones comentadas tienen implicancias presidenciales, el plazo de inscripción de primarias vence el próximo miércoles a la medianoche. La situación de Chile Vamos se ve de veras compleja, probablemente mantengan la primaria como está, el ambiente de giro hacia posiciones moderadas conceptualmente matizadas podría favorecer la opción de Sebastián Sichel; el desastre a nivel de partidos daña especialmente la candidatura de Mario Desbordes. Se comienzan a escuchar voces que sugieren la conveniencia de cancelar la primaria. Serán setenta y dos horas de cavilaciones, dudas, intrigas.
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En la centro-izquierda, los socialistas sentirán la tentación de romper su coalición con el PDC el PPD y los radicales, mirando hacia una primaria con el Frente Amplio y los comunistas; este grupo deberá resolver pronto si mantiene su primaria con las candidaturas ya proclamadas, o introduce modificaciones. Situación difícil para la DC cuya candidata Ximena Rincón fue proclamada en el marco de una primaria interna, las circunstancias y el emergente factor Yasna Provoste podrían obligar a la dirigencia DC a saltarse su propia institucionalidad, buscando revitalizar la coalición en torno a la Senadora Provoste; todo esto se aprecia tan especulativo como improbable. Una eventual ruptura de la ex-Concertación, pondría en serio riesgo la opción de Claudio Orrego en la segunda vuelta de gobernadores.
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El auspicioso resultado del Frente Amplio le da nuevos aires a la candidatura presidencial del Diputado Gabriel Boric, todavía le faltan unas cuantas firmas (2.000) para materializar su inscripción en el SERVEL, si las consigue puede alzarse peligroso contendor del Alcalde Jadue y las pretensiones presidenciales de los comunistas.
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Finalmente, los resultados remachan la soledad del Presidente Sebastián Piñera en La Moneda. Es posible que logre mejorar marginalmente su relación con los líderes de la coalición Chile Vamos, pero los aspirantes a la candidatura presidencial, y los diputados y senadores con aspiraciones de reelección, no querrán estar cerca de un presidente y su gobierno en tan bajos niveles de aprobación con poco más de diez meses de mandato. Sin embargo, Piñera deberá manejar complicada relación con el Congreso, a la vez de mantener su atención en la jornada inaugural de la Constituyente, y las sucesivas elecciones hasta culminar con la presidencial de noviembre. Vienen tiempos difíciles y duros para el ocupante de la «casa donde tanto se sufre (Arturo Alessandri Palma)».