“Piñera hundió a la derecha”, es la afirmación que anoche y esta mañana más se repetían en el sector chileno, a raíz del desolador escenario en que quedó Chile Vamos (alianza de derecha), sin el derecho a veto que le otorgaba un tercio de la Convención y que se había autoimpuesto conseguir en estas históricas mega elecciones.

El golpe propinado a los partidos tradicionales por la ciudadanía fue estruendoso, y dio paso a la constatación de que Chile, efectivamente, ya no quiere más de lo mismo, y espera que a través de una nueva Constitución sus derechos sociales y económicos sean verdaderamente respetados. Para asegurar que ello ocurra, ciudadanas y ciudadanos eligieron a 48 independientes, quienes se convirtieron en los representantes del mismo Chile que ya había despertado el 18 de octubre de 2019. Un hecho significativo fue que en la Lista del Pueblo, de 50 candidatos, 22 obtuvieron un escaño. Esta es la radiografía de lo que quiere dejar atrás el país y del nuevo pacto social, donde la figura de Jaime Guzmán comienza a desdibujarse tras 41 años desde la creación de la Constitución de 1980.El Mostrador.

«Somos quienes vimos morir y caer mutilados a nuestras y nuestros compatriotas. Somos quienes tenemos hambre de justicia y sed de libertad. Somos quienes queremos una vida digna, construida con amor, para dejar de sobrevivir y poder vivir. Tenemos la convicción de que las personas debemos tomar un lugar fundamental en la redacción de nuestra nueva Constitución y en la creación del nuevo Chile».

Plaza Italia («plaza Dignidad»), no estaba en las proyecciones de analistas ni de medios de comunicación. El  periodista de PAUTA John Müller los compara con el fenómeno de Podemos, que entró a tropel a la política española: «En Chile ha pasado con la Lista del Pueblo lo mismo que sucedió en España con Podemos en 2014: una candidatura a la que la Prensa no prestó mayor atención, [la Lista del Pueblo] irrumpió con fuerza (24 escaños) en la constituyente».

La Lista del Pueblo corresponde a una serie de pactos de independientes de izquierda que se conformaron en numerosos distritos del país. No es una lista nacional como sucede con los pactos de los partidos tradicionales (Vamos por Chile, Lista del Apruebo o Apruebo Dignidad), sino que aprovechó que la ley permitiera crear pactos solo entre no militantes. El resultado fue asombroso, pues en total la Lista del Pueblo obtuvo más de 884 mil votos, 40 mil más que los conseguidos por la ex-Concertación (Lista del Apruebo).

Caida de las bolsas por eleccción chilena

Distintos bancos de inversión destacan que no se sabe cual será el comportamiento y protagonismo de los independientes, que serán mayoría en la Asamblea.  Fitch se pronunció y asegura que la calificación actual de Chile soporta mayores niveles de incertidumbre.

En Wall Street han seguido de cerca las elecciones de este fin de semana en Chile y no demoraron en expresar sus preocupaciones ante unos resultados que sorprendieron negativamente al mercado.

En línea con la que se manifiesta en la mayor caída del IPSA desde marzo del año pasado, cuando se desató la pandemia, y el alza de $14,55 en el dólar, hasta $715,15, dos grandes bancos estadounidenses apuntan a altos niveles de incertidumbre en torno a la redacción de la nueva constitución. El riesgo país también escaló durante esta jornada.

Tanto JPMorgan como Goldman Sachs sostienen esa tesis en función de la incapacidad de la derecha de conseguir los 55 asientos que le habrían dado los 2/3 de la Convención. Esto por que ambos consideraban que en aquello el mercado depositaba sus esperanzas de que la nueva Carta Magna no conlleve a cambios mayores en el modelo.

Una probabilidad relativamente alta era de que la centroderecha capturara tal minoría bloqueadora, daba vuelta en en los mercados, pero no fue así. Esto habría ayudado a mantener a raya las propuestas que afectan la inversión de mediano y largo plazo, asociada al tratamiento de los recursos nacionales y los contratos.

Desde las clasificadoras de riesgo estadounidenses, solo Fitch se animó a pronunciarse ante los resultados. Francis Richard, el analista que da seguimiento a la calificación soberana chilena, indica que a mediano plazo “los riesgos tanto a la baja como al alza dependerán de posibles cambios en la gobernanza, la situación fiscal y de deuda y las perspectivas de crecimiento a medio plazo”, todo lo cual podría verse “afectado” por la redacción de la Constitución.

En ese marco, señala que desde la agencia supervisan “el proceso de reescritura constitucional para detectar posibles cambios en el sólido marco institucional de Chile”. De todas maneras, el analistas destaca que “Fitch considera que la calificación actual de Chile en A- es muy sólida y podrá soportar importantes incertidumbres políticas y económicas después de la rebaja de la calificación en octubre de 2020″.

Para su conformación necesitaban un total de más de 120 mil firmas. Y las lograron con creces, llegando incluso a duplicar o cuadruplicar los requisitos en algunos sectores. No tienen la cobertura de los otros pactos, y por lo mismo, uno de los mensajes a transmitir es ese: ser la voz de los que no tuvieron la fuerza (o bien no les permitieron tenerla).

Por ley, las candidaturas a constituyentes debían subir a la web del Servel un documento con las definiciones programáticas de los postulantes. Un análisis de discurso realizado por DecideChile, de Unholster, y publicado por La Tercera, reflejó nubes de palabras con las principales ideas fuerza de este conglomerado de independientes de izquierda. Las más mencionadas son «derechos humanos», «sociedad civil», nueva economía», «partidos políticos» y «medioambiente».

Su cúpula está conformada por Rafael Ferrada, Mauricio Menéndez y Leonardo Ponce. Son ellos quienes de alguna u otra forma dirigen el pacto.

La Tía Pikachú

Trajes de dinosaurios, pikachu y el hombre araña fueron parte de las «vestimentas» utilizadas para hacer campaña, en una dinámica performativa que tiene un cierto vínculo con el desempeño de la diputada Pamela Jiles (PH). Entre sus 24 constituyentes se incluye a la llamada «Tía Pikachu», Giovanna Grandón, quien obtuvo más de 20 mil votos en el Distrito 12.

Hay una campaña que la Lista del Pueblo encabezó: la «quinta papeleta» era una iniciativa que buscaba impulsar la destitución de Sebastián Piñera en el día de las elecciones; proponían que las personas introdujeran un papel en unos de sus votos para exigir la salida del Mandatario. No tuvieron eco en aquella idea.

La de este fin de semana han sido días de sorpresas en Chile. Ninguna encuesta, ningún experto, ningún académico había pronosticado una irrupción con tanta fuerza de las candidaturas independientes en la asamblea constituyente que se encargará de escribir la nueva Constitución del país. Con 45 escaños (de un total de 155), los ciudadanos no militantes son el bloque dominante del flamante órgano.

«Quiero agradecer a los estudiantes que saltan los torniquetes, los que dieron su vida, los que perdieron sus ojos, los torturados. Y a los que nunca soltaron la calle», señaló en sus redes Giovanna Grandón, una de las electas, en referencia a los jóvenes que protagonizaron el estallido social de octubre de 2019. Grandón representa muy bien la apuesta de la ciudadanía: uno de los personajes más populares de la revuelta social que llamó la atención porque bailaba en todas las manifestaciones disfrazada de Pikachu.

Entre los bloques políticos, la derecha sumó 39 miembros; la centro-izquierda, que agrupa a los partidos de la socialdemocracia tradicional, llegó a los 25; y la izquierda, que suma al Partido Comunista y a la coalición Frente Amplio, nacida al alero del movimiento estudiantil, alcanzó los 28 escaños, por lo que quedó en segunda posición.

Sin duda, los electores han castigado a los partidos tradicionales, al duopolio, como se conoce en Chile a las fuerzas que gobernaron por 30 años bajo el marco de la carta magna heredera de la dictadura de Pinochet que hoy se impugna , opinó el columnista Meritxell Freixas de Público es. de España.

«Hay un fuerte descredito hacia la elite política entre los ciudadanos. Ha sido una forma de decir ‘que se vayan todos’. La gran voluntad ciudadana, junto con un sistema electoral proporcional y el declive de los partidos políticos ha facilitado este impresionante resultado», explica el abogado y analista político Jorge Navarrete.

Los independientes son personas que, si bien no están ligadas a una estructura orgánica de partido, tienen una postura política: «Vienen a desarmar la estructura neoliberal instaurada por [Augusto] Pinochet», dice el académico de la Universidad Alberto Hurtado y especialista en Comunicación Política, Fernando García Naddaf, en referencia al modelo que recoge la Constitución que hoy se impugna, instaurada durante la dictadura.

Caida de las bolsas por eleccción chilena

Distintos bancos de inversión destacan que no se sabe cual será el comportamiento y protagonismo de los independientes, que serán mayoría en la Convención.  Fitch se pronunció y asegura que la calificación actual de Chile soporta mayores niveles de incertidumbre.

En Wall Street han seguido de cerca las elecciones de este fin de semana en Chile y no demoraron en expresar sus preocupaciones ante unos resultados que sorprendieron negativamente al mercado.

En línea con la que se manifiesta en la mayor caída del IPSA desde marzo del año pasado, cuando se desató la pandemia, y el alza de $14,55 en el dólar, hasta $715,15, dos grandes bancos estadounidenses apuntan a altos niveles de incertidumbre en torno a la redacción de la nueva constitución. El riesgo país también escaló durante esta jornada.

Tanto JPMorgan como Goldman Sachs sostienen esa tesis en función de la incapacidad de la derecha de conseguir los 55 asientos que le habrían dado los 2/3 de la Convención. Esto por que ambos consideraban que en aquello el mercado depositaba sus esperanzas de que la nueva Carta Magna no conlleve a cambios mayores en el modelo.

Sin posibilidad de veto

Uno de los interrogantes de la noche era si la derecha alcanzaría a sumar un tercio de representantes en la Convención Constitucional (así se llamará la asamblea). Este cuórum le habría permitido vetar las decisiones del órgano, que tendrán que aprobarse por al menos dos tercios de los votos.

«A la derecha le interesaba mucho tener ese tercio para bloquear los puntos que pudieran cambiar la estructura política del país. Ahora la unión de las izquierdas puede arrasar con las posturas de la derecha y establecer unos básicos comunes como un Estado que garantice derechos sociales o el fin de sistema de pensiones privatizado», comenta García Naddaf. «No va a tener capacidad de veto de los grandes acuerdos que se logren, algo a lo que estaba acostumbrada en los últimos 30 años. Quizás este es el verdadero símbolo de que la transición ha concluido», añade Navarrete.

Que un cambio de modelo político, económico y social en Chile es posible se ha convertido este domingo en un objetivo un poco más alcanzable. «Lo que ha ocurrido hoy es el fracaso del modelo neoliberal, el final de una forma de ver la vida», opina, por su parte, el experto en Comunicación.

Desde abogados hasta activistas, escritores, actores, exministros o periodistas. Entre los electos hay perfiles muy diversos que, además, incluyen a 17 representantes de los pueblos originarios.

Tal y como se aseguró por ley, 77 de ellas serán mujeres y 78 serán hombres. Esa composición convierte a la asamblea constituyente en la primera paritaria del mundo. «Vamos a tener una Constitución inclusiva e incluyente. Chile se va a poder reconstruir a partir del sentir y pensar del pueblo mismo y de la gente de pie, más que de las elites», declaró el abogado y constituyente electo Daniel Stingo, uno de los rostros más mediáticos que acumuló el mayor porcentaje de voto de entre todos los candidatos, con un 24,7% de los votos.

«Se altera el tradicional clivaje izquierda y derecha, dando paso a una transversalidad y fragmentación que será protagonista de este proceso. Los alineamientos estarán detrás de causas y no de grandes relatos», considera Navarrete.

Muy baja participación

A diferencia del plebiscito de octubre, cuando la ciudadanía eligió poner este proceso constituyente en marcha, en esta ocasión la participación ha sido baja, con un 41% de los votos.

Y es que, además de los 155 asambleístas, este fin de semana también se votaron los alcaldes, concejales y gobernadores regionales. En total, más de 16.000 candidatos se presentaron en las cuatro elecciones.

Con poca influencia en el órgano constituyente, una coalición de gobierno que ya venía en crisis y un apoyo ciudadano que no llega al 10%, el panorama para los últimos meses del gobierno de Sebastián Piñera no es muy alentador.

La sacudida de este domingo parece que ha resonado al mandatario, después de ser acusado durante meses, y sobre todo desde el estallido social, de hacer oídos sordos al pueblo: «No estamos sintonizando adecuadamente con las demandas y los anhelos de los ciudadanos y hemos sido interpelados por nuevas expresiones y por nuevos liderazgos», ha dicho el presidente en su balance electoral.

«Es nuestro deber como gobierno escuchar con humildad y con atención el mensaje de la gente», continuó Piñera. Se verá en los próximos meses.

Las palabras del Presidente derrotado

Sebastián Piñera  sostuvo que la ciudadanía «nos ha dado un claro y fuerte mensaje al Gobierno y también a las fuerzas políticas tradicionales: sintonizando adecuadamente con las demandas y los anhelos de la ciudadanía, y estamos siendo interpelados por nuevas expresiones y nuevos liderazgos».

En la misma línea, dijo que sería deber el Ejecutivo «escuchar con humildad y atención el mensaje de la gente. Pero además, esforzarnos y hacer todo lo que sea necesario para interpretar y responder mejor a las necesidades, anhelos y esperanzas de los chilenos».

«Cuando las elecciones son libres, transparentes y participativas, como fueron las de este fin de semana, es la democracia y junto con ella, todos los demócratas, quienes ganamos. Hoy la voz de todos los ciudadanos se escuchó con la misma fuerza y atención. Hoy cada voto tuvo el mismo valor y la misma trascendencia y eso no es solo la esencia, sino también la belleza de la democracia», agregó la Autoridad.

En el plano de los convencionales constituyentes, donde Chile Vamos no estaría cerca de obtener el ansiado tercio, remarcó que estos «tendrán la enorme responsabilidad y desafío de acordar y proponer una nueva Constitución para Chile (…). El camino lo iniciamos en noviembre de 2019, cuando propusimos al país y a todos los chilenos, un acuerdo por la paz, por la justicia social y una nueva Constitución».

En la misma línea, sostuvo que esta convención «debe constituirse en una gran oportunidad para que los chilenos nos encontremos, para que podamos sanar el alma de nuestra nación y para que podamos construir juntos los caminos que recorreremos en el futuro, nosotros y las generaciones que vendrán».

«En los países sabios, las constituciones no son el epicentro de los enfrentamientos y de las divisiones, muy por el contrario, son el gran marco de unidad y de proyección hacia el futuro, de sus países y de sus pueblos», añadió.

Por último, Piñera dijo que su administración quiere «reafirmar nuestro compromiso solemne con garantizar la normal instalación y el adecuado funcionamiento de la convención constitucional y, también, el adecuado desarrollo de las próximas elecciones, que también serán democráticas, pacíficas, transparentes y seguras».