La canciller de Colombia, Claudia Blum, presentó este jueves su renuncia al cargo al presidente Iván Duque en momentos en que el país está inmerso en una de las mayores crisis sociales y políticas de los últimos años que ya se extiende por más de dos semanas de protestas y movilizaciones.
Blum es la segunda renuncia que recibe el presidente Duque desde el inicio de las movilizaciones sociales. El primero fue el ex titular de Hacienda, Alberto Carrasquilla, señalado como el “villano” de esta crisis por haber sido el padre intelectual de la fracasada reforma tributaria. Radio BLU Radio dio a entender que el Gobierno del presidente Iván Duque prepara nuevos cambios en el gabinete, los cuales se anunciarán en los próximos días.

Ex cnciller de Colombia-Claudia Blum
El Gobierno no se ha pronunciado sobre la renuncia de la canciller Blum ni ha indicado quién será su sucesor, aunque la prensa habla del reemplazo temporal de Adriana Mejía al frente del la cartera.
Colombia está inmersa en una grave crisis desde el 28 de abril con importantes y multitudinarias protestas ciudadanas que comenzaron como rechazo a la ya extinta reforma tributaria que quería aprobar el Gobierno (fue sólo una «excusa» porque las causas son mucho más profundas). Ahora las demandas son múltiples: reforma de la policía, aprobación de una reforma del sistema de salud y también se ha pedido la renuncia del presidente.
Blum, que estaba en el cargo desde noviembre de 2019 cuando sucedió a Carlos Holmes Trujillo, fallecido en enero de este año, no dio razones de su dimisión, que llevaba especulándose en medios colombianos desde este pasado fin de semana.
“Estoy segura de que, bajo su liderazgo (el de Duque), el país continuará en la senda del desarrollo sostenible, en la recuperación social y económica frente a los efectos de la pandemia, y en la consolidación de los consensos que ratifiquen la unidad y la fortaleza de nuestra nación”, dijo Blum en su carta.
Observadores radiales dijeron, sin embargo, que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha tenido que hacer frente a las múltiples críticas y llamadas de atención de las dos últimas semanas por parte de organismos internacionales, la ONU y países extranjeros sobre las imágenes de brutalidad policial que han saltado a las pantallas de todo el mundo.
Ha habido varias críticas internacionales por uso desmedido de la fuerza por parte de la Policía y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en las protestas, sobre todo en Cali, epicentro de las protestas y tercera ciudad más importante del país.
La Defensoría del Pueblo ha recibido reportes de que 42 personas (41 civiles y un policía) han muerto en las dos semanas de paro, y que sigue buscando a 168 personas que aparecen como desaparecidas.
Según los registros de la ONG Temblores, dedicada a la violencia policial, durante las protestas han ocurrido 40 casos de víctimas de “violencia homicida” por parte de la fuerza pública y al menos 1.956 casos de violencia física, que incluyen 28 agresiones oculares, así como 12 casos de violencia sexual.
La prensa colombiana dio la versión de que Blum viajaría próximamente a Europa para compartir la versión del gobierno sobre la crisis.
Blum solo duró en el cargo un año y cuatro meses. La llegada a la cabeza de la diplomacia nacional fue precedida por el escándalo que se desató por una explosiva conversación que sostuvo con el embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, cuyo contenido fue revelado por el diario Publimetro. En el diálogo, Santos habría criticado duramente al excanciller Carlos Holmes Trujillo (ya fallecido) y al entonces gobierno de Donald Trump.
Situación económica muy difícil
Las protestas en Colombia revelan una situación de precariedad económica de la mayor parte de la población, y los motivos del descontento social van más allá.
Reducir el déficit fiscal, sostener la inversión y financiar los subsidios para las personas más pobres eran los objetivos de la propuesta, que incluía un aumento del IVA, del impuesto funerario, los servicios básicos y la renta.