Por Walter Krohne

Para el relato histórico de Valparaíso es una verdadera tragedia lo que ocurre en el ex gran puerto de Chile, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, que ahora se lo comen las termitas y ratones.

Por décadas el internacionalmente famoso Bar Inglés de este puerto principal  se ha derrumbado porque sus estructuras están podridas y….¿las autoridades? ¡No, no existen en Valparaíso!.

Al derrumbarse esta madrugada su fachada de un edificio histórico pero con cimientos ya cansado de recibir por más de cien años marinos, navegantes, poetas, escritores, intelectuales, cineastas y clientes de todos los países del mundo o quizá, como dicen algunos, el local estaba triste y aburrido por haberse quedado tan solitario y sin sus antiguos “parroquianos” que además de tomar sus copetes era un centro del dominó, cacho y los juegos de cartas.

El famoso Bar Inglés cerró sus puertas y murió igual como le ocurre a todo el Gran Valparaíso. Y todo porque la ciudad cayó en manos de políticos malos, ineptos y corruptos.

Fachada de edificio ubicado en la Zona Histórica Patrimonial de Valparaíso se derrumba sin dejar lesionados, es el título de los diarios porteños. Es la gran noticia hoy en este puerto, que triste.

El jefe de Emergencia de la Municipalidad de Valparaíso, Ezio Passadore, comentó que «la propiedad no estaba en ningún catastro de demolición, pero tampoco a nadie, ni siquiera al alcalde, se le ocurrió que el Bar Inglés debería haber sido rescatado y defendido como patrimonio de la ciudad y precisamente por estar ubicado en la  Zona Histórica Patrimonial de Valparaíso.

El viejo bar de los marinos, al que también concurrían los políticos, nos abandona tras haberse cerrado hace un par de años y habérselo comido las termitas hasta que sus maderas y vigas no soportaron más.

Ya ocurrió antes en la calle Huito, donde una casa se derrumbó sobre una escalera dejando víctimas fatales.

Nadie responde ni el alcalde, ni los concejales ni el Ministerio de la Vivienda. Valparaíso está sirviendo para alimentar termitas  y ratones.

¡Que pena más grande me da por Chile!

(*) El autor fue fundador y presidente del Foro Hamburgo-Valparaíso, junto a Enrique Schröder, ex director del diario  El Mercurio porteño, ya fallecido, entidad que becó a varios estudiantes porteños para que viajaran al puerto de Hamburgo y viceversa.